jueves, 18 de septiembre de 2014

México y la OCDE





Francisco RIVAS LINARES

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se fundó en el año de 1961 con el propósito de promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas. Actualmente 34 países pertenecen a dicha organización, entre los que se encuentra nuestro país, cuyo ingreso data de 1994.

 

Con regularidad publica el resultado de investigaciones en campos diversos, a fin de verificar si se cumplen o no con sus recomendaciones y renovar sugerencias que permitan a los países miembros alcanzar con las metas propuestas.

 

Las calificaciones que otorga a nuestro país, constituyen un parámetro rector en las decisiones que toma el gobierno federal desde el sexenio de Miguel de la Madrid; decisiones cuyo espíritu está definido por una economía de libre mercado.

 

Las consecuencias están a la vista: desigualdad, pobreza, marginación, desempleo, corrupción, afianzamiento del poder capitalista, predominio de la iniciativa privada sobre el interés público, etc.

 

Las exposiciones calificadoras que reiteradamente da a conocer la OCDE sobre nuestro país, son profundamente lamentables. Expondré algunos de ellos, siempre en el marco referencial de los 34 países miembros:

 

Último lugar en educación; primer lugar en salarios bajos; primer lugar en la desigual distribución de ingresos; primer lugar en corrupción; primer lugar en impunidad; el menos transparente en el manejo de recursos; primer lugar en bullyng o acoso escolar; primer lugar en empleo informal; somos el país con mayor riesgo en empobrecimiento; primer lugar en feminicidios con un promedio de 6.4 asesinatos de mujeres por día; último lugar en expectativa de graduación en bachillerato; tercer lugar en cuanto al mayor número de ninis, sólo superado por Turquía e Israel; México, califica la OCDE, es el país con mayor desempleo entre los más educados (los grados académicos dejaron de ser garantía de movilidad social); segundo lugar en el gasto público más bajo para el sector salud y educación.

 

En mayo del presente año, la OCDE ubicó a México en el último lugar en seguridad con una calificación máxima de siete puntos; baja calidad de vida que impiden el desarrollo de las personas; la desaparición forzada registra cifras confusas por la perversidad oficial de manipularlas, neutralizando con ello su importancia política y social, sin embargo ocupa un lugar preponderante. Sólo en nuestro estado, Michoacán, en los últimos ocho años se contabilizan 200 desapariciones, de las cuales 56 corresponden a la actual administración federal.

 

Lo mismo ocurre con las ejecuciones extrajudiciales, cuya cifra oficial difundida se eleva a 70 mil; no obstante, el cálculo es mucho mayor.

 

En fin. Esta es nuestra realidad incómoda en el concierto de las naciones constitutivas de la OCDE. No centremos la atención únicamente en el factor educativo, como lo ha pretendido la élite del poder, en los afanes por desviarnos la atención de la integridad nacional. Nuestra realidad no debemos fundarla en la realidad de los hipócritas. Nuestra historia conlleva la tragedia de millones de mexicanos cuya esperanza ha sido aplastada por el poder político-económico corrupto y corruptor. Preservemos la memoria pues sin ella estaremos caminando eternamente en el círculo de la recurrencia.

La retórica de la "democracia"




Francisco RIVAS LINARES

La retórica de la democracia es un ejercicio que con destreza desarrollan quienes ejercen el poder político. Ellos hablan y hablan con una verborrea incontenible, sin reparar que frecuentemente caen en gazapos y estupideces.

 

Comprender el fenómeno del poder político es tanto como perderse entre galimatías y derroteros laberínticos. Son tales sus enredos cantinflesco que ni el propio expositor encuentra el sentido, mucho menos el significado de lo que dijo, pero que sí denota su falta de claridad en las ideas. Por ejemplo:

 

La corrupción es un tema casi humano que ha estado en la historia de la humanidad. Yo sí creo que hay un tema cultural lamentablemente que ha provocado corrupción. Ser presidente de México da ñañaras (Fox). Ni nos perjudica ni nos beneficia sino todo lo contrario (LEA). Estamos ambos cuatro (Fox). Estamos trabajando las 24 horas del día y partes de la noche (Sócrates Rizo) Sí es mi voz pero no soy yo (Mario Marín sobre las grabaciones telefónicas con Kamel Nacif). A este señor le falta lo que a mí me sobra: ovarios. (Xóchitl Gálvez al gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina)

 

Divorciados de la realidad en que se debaten sus gobernados, construyen sus propios entornos paradisiacos, con el vano empeño de imponérnoslo a punta de comerciales. Tanto la publicidad como instrumento de control y la represión de las expresiones sociales, fueron estrategias de freno y antídoto que les dio resultado en el pasado; pero en el presente, no.

 

Repetirnos hasta la saciedad que México se atrevió a cambiar o que el país está en movimiento a partir de un conjunto de reformas que más que esperanzadoras resultan perturbadoras, y  cuyos resultados son desconocidos aún, resultan ser slogans propios para mentalidades infantiles. Igual calificativo merecen los que nos aseguran de manera atrevida y sin rubor que los índices delincuenciales han disminuido, cuando las estadísticas indican todo lo contrario.

 

Todo esto es una prueba de su falta de sensatez y una ofensa a la inteligencia de los mexicanos, pues carentes de un discurso político bien estructurado y convincente, recurren a su fraseología tradicional.

 

La publicidad oficial que el gobierno federal impone, resulta demasiado oneroso para el pueblo. Sólo en el primer año de la presente administración, se invirtieron 4 mil 195 millones de pesos; y en los primeros siete meses del presente año, se han gastado 198 millones 402 mil pesos, siendo la televisión el medio de mayor preferencia en el cual se aplicaron.

 

Administrar la abundancia para acabar con la pobreza es una mentira reiterada cada primero de septiembre. Programas sexenales que prometen alcanzar el propósito, han resultado un fiasco. Pronasol, con Salinas de Gortari. Progresa con Ernesto Zedillo. Oportunidades con Vicente Fox. Oportunidades/pisos firmes con Felipe Calderón. Y ahora nos endilgan Prospera.

 

Los pobres dan votos. Eso bien lo saben los susodichos policastros y por lo tanto hay que aumentar su número y administrarles sus miserias, sin olvidar, obviamente, publicitarse como sus protectores.

 

A nadie engañan. El pasado dos de septiembre, cuando se regodeaban en el país virtual que se construía en el tinglado de Palacio Nacional, el Foro Económico Mundial daba a conocer el derrumbe de México al lugar 61 del Índice de Competitividad Global 2014-2015.

 

También el Banco de México volvía a bajar por octava ocasión, el estimado crecimiento económico para el país, de 2.56 a 2.47. El Foro Económico Mundial bajó a México del lugar 49 al 53 en su estabilidad macroeconómica, especificando, además, las ocho notables desventajas competitivas que tiene: Corrupción, Regulación tributaria, Ineficiencia de la burocracia pública, Crimen y violencia, Acceso al financiamiento, Tasas tributarias, Inadecuada infraestructura, Regulaciones laborales restrictivas, e Inadecuada educación de la fuerza laboral.

 

Sí, México se está moviendo, pero hacia atrás. Enrique Peña Nieto “no ha empezado a construir el edificio de su grandeza y ya se está desmoronando; debe temerle al veredicto de la posteridad.”

miércoles, 3 de septiembre de 2014

A mí me la persignan



Francisco RIVAS LINARES


“A mí me la persignan” Con esta expresión tan propia del argot de los mexicanos, se suele presumir todo género de inmunidad. Con un “a mí me la persignan” se busca neutralizar cualquier ataque opositor; expresión señera que hace presumir, a quien la suelta, que nada ni nadie podrá causarle daño alguno.

 

En 2008 el entonces obispo de Ecatepec, estado de México, Onésimo Cepeda, venía enfrentando una acusación por fraude procesal, denuncia presentada desde octubre de 2007 por la sociedad mercantil panameña Arthinia Internacional S.A. El caso cobró singular pasmo cuando, al ser cuestionado el prelado al respecto, de manera altanera retó a las autoridades para que ejercieran acción penal en su contra con esa frívola expresión: “A mí me la persignan”.

 

Los escándalos que frecuentemente testimoniamos a través de diversos registros en vídeos, investigaciones periodísticas, grabaciones telefónicas o cualquier otro recurso propio de las tecnologías en voga, han reforzado los estados cínicos de los politicastros que se apoltronan en curules, escaños, secretarías de estado, ministerios, magistraturas, direcciones, jefaturas, etc., porque al fin y al cabo tienen la seguridad de que a ellos las leyes con sus autoridades se la persignan.

 

Fraudes, saqueos, cohechos, chantajes, mochadas, diezmos, robos, en fin, constituyen un serial de corrupción con el que agreden brutalmente a la ciudadanía. Y no obstante la denuncia pública que les exhibe, siempre quedan mondos y lirondos porque a ellos… “se la persignan”.

 

A Servando Gómez Martínez, ampliamente conocido por el mote de “La Tuta” y cabeza del cártel de los Caballeros Templarios, se la persignan y por eso sigue soltando videos para exhibir a personajes del medio político recibiendo indicaciones, sus indicaciones, sobre pagos de cuotas y derechos. Sí, a Servando Gómez, La Tuta, se la están persignando.

 

A Rodrigo Vallejo Mora, alias El Gerber, sólo se le juzgará por el delito de encubrimiento, delito menor que le permitirá obtener el beneficio de la fianza y quedar en absoluta libertad. ¿Por qué? Pues porque a Rodrigo Vallejo Mora se la persignan.

 

La denuncia que el periódico Reforma hiciera sobre un supuesto caso de corrupción entre el edil de Zitácuaro, Juan Carlos Campos, y el diputado federal Ernesto Núñez, ha quedado en el limbo. ¿Por qué? Pues porque a los dos se la están persignando.

 

Las arcas del gobierno de nuestro estado siguen vacías como consecuencia de la pésima administración de Cárdenas Batel y Leonel Godoy sin que hasta la fecha haya responsable alguno. Y es que también a ellos se la están persignando.

 

Los maestros de la Coordinadora del Magisterio no acatarán las disposiciones reformistas de la autoridad central sin que medie sanción alguna. ¿Por qué? Pues porque a los maestros de la Coordinadora del Magisterio se la persignan.

 

Cuauhtémoc Gutiérrez, Carlos Romero Deschamps, Elba Esther Gordillo, Humberto Moreira, los propietarios de la guardería ABC, los hermanos Bribiesca Sahagún, Rafael Moreno Valle, Amado Yáñez Osuna de la empresa Oceanografía, Germán Larrea, Mario Marín… Y así pudiéramos seguir enumerando casos de cinismo en la que todos se encuentran inmunes ante la autoridad federal y/o estatal, porque simple y sencillamente se las están persignando.

 

Sí, esta singular expresión “a mí me la persignan”, es uno de los muchos síndromes de la élite política, de la oligarquía privilegiada, de esos que han llegado a desarrollar un desprecio profundo hacia la mayoría social. De esos que se sienten dignos de trazar su empatía sólo con los catrines.

 

Sí, esta singular expresión “a mí me la persignan” es propia de un clasismo desbordado, absoluto y arbitrario, en cuyo reducido universo social no existe frontera entre lo correcto y lo incorrecto.

 

Juan Luis Vives, humanista, filósofo y pedagogo español, dijo para la posteridad: “No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.”

De políticos incultos y mediocres.



Francisco RIVAS LINARES


El arte y la ciencia de gobernar ha sido un tema de interés desde los tiempos clásicos de la filosofía griega. Pensadores trascendentales como Aristóteles y Platón ya discernían en torno a tan complicado asunto, en el ánimo de encontrar una explicación al quehacer político.

 

Si gobernar es considerado como un resultado de la dicotomía arte/ciencia, definitivamente nuestros políticos se encuentran fuera de tales considerandos.

 

Incultos y mediocres no tienen visión para alcanzar alturas que les permitan actuar con mesura en la toma de decisiones críticas en torno a la economía, lo social o lo político. Sus atributos personales fueron los menos que se tomaron en cuenta para lanzarlos como candidatos; sí, en cambio, su disposición para la obediencia, la disciplina partidaria, su gregarismo  a grupos o tribus adheridos al partido, su desenvolturas con habilidades mañosas, en fin.

 

Sé que más de uno habrá de indignarse con la visión que expreso sobre la identidad de los políticos. Aunque no está divorciada de la que expresa Nicolás Maquiavelo, el padre fundador de la ciencia política, quien en su obra El Príncipe subraya que: “Quien quiera tener éxito en el ámbito político habría de renunciar a toda consideración moral y humanista, so pena de ser vencido fácilmente en tan despiadada contienda; quienes tales ambiciones albergue en su alma no debiera mostrar escrúpulo alguno en recurrir a la mentira, al asesinato, la crueldad y la venganza cuando las condiciones así lo requiriesen.”

 

 Nuestro Apóstol de la Democracia, Don Francisco I. Madero lo confirma en su Manual Espirita, cuando escribió: “Es indudable que si todos los hombres de bien hicieran a un lado sus egoísmos y se mezclasen en los asuntos públicos, los pueblos estarían gobernados sabiamente y serían los hombres de más mérito y virtud los que ocuparían los puestos más elevados, y es natural que hombres así harían el bien y acelerarían la evolución de la humanidad, no sucediendo lo mismo con los hombres malvados que con tanta frecuencia ocupan dichos puestos… en tales condiciones el hombre bueno y virtuoso es víctima de toda clase de persecuciones, mientras el malvado que se amolda a la situación es recompensado.”

 

Si bien estamos conscientes de que quienes se dedican a la política, como cualquier ser humano, tienen defectos y virtudes. Sin embargo, hay cualidades predominantes como la de poseer ideales que de tan sólidos le permitan tomar decisiones en beneficio de la mayoría social. Un buen político deberá poseer cualidades que le permitan entender a la ciudadanía; claridad en las ideas para transformarlas en realidades; integridad para enfrentar los retos que el devenir de su actuación le presente.

 

Si la veracidad y la sensatez le son indispensables, nuestros políticos ni lo son ni poseen la sensatez. Se guían sólo por la dirección que les marcan, no procuran su independencia ideológica en relación a la de su partido porque prefieren anteponer el cuidado de su futuro político al de los ciudadanos que representan.

 

Hoy nuestros políticos son genuinos artistas de la trapisonda; es decir, de la discusión o riña en la que se grita y se hace alboroto; ventean mentiras elaboradas en los círculos ocultos, para agredir a sus adversarios potenciales, esos que pudieran impedir la concreción de sus proyectos.

 

El mundo de las apariencias democráticas es su hábitat donde se regodean en los contravalores que distorsionan los principios constitucionales y los derechos humanos, siempre en aras de extender sus ambiciones de dominio.

 

Y esa es nuestra condena, tener una casta de políticos aglutinados en grupos de facción, que poco o nada tienen que ver con lo que les demanda el pueblo. Por eso, en nuestro tiempo, “resulta necesario revalorar el papel que deben jugar los individuos en tanto integrantes de la sociedad y como entes encargados del ejercicio del poder público…” más aún, cuando estamos viviendo tiempos aciagos de confusión.

 

Abramos un tiempo para la reflexión sobre nuestro papel como sociedad civil, por cuanto a incidir en la gobernabilidad y la estabilidad social.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Peña Nieto: Justificar la corrupción



Por: Martín Moreno

(Tomado del periódico digital sin embargo.com.)

Enrique Peña Nieto ha cometido un error grave.
 
Cuando el presidente priista de México define a la corrupción como un “tema cultural”, no sólo da, de manera subliminal, luz verde a actos de corrupción. Su frase va más allá: los consiente, los explica y hasta los justifica. Lamentable desde cualquier ángulo.
 
El desafortunado concepto de Peña Nieto tiene un fondo ligado a la formación política priista, a la manera cómo piensan los priistas,  a la forma como se ejerce la política del priismo mexiquense –sin duda, de los más dañinos para la democracia nacional-, y al espejo en el que se refleja la corrupción y cómo es concebida y clasificada por el PRI.
 
Para los priistas, de acuerdo al credo de Peña Nieto, la corrupción es parte de la cultura y por eso se justifica practicarla, tolerarla, entenderla y asimilarla. Aciago el mensaje que da el Presidente de un país sobre la corrupción, precisamente en una de las naciones más corruptas en América Latina.
 
La frase de Peña Nieto tiene fondo: nos arroja las luces suficientes para terminar de comprender –por si había alguna duda o sospecha-, porqué el partido gobernante en México aplaude a los corruptos y aún más: los vitorea y los unge como modelos a seguir. Entre más corrupto, más impune. Y entre más impune, más aplaudido.
 
Ejemplos:
 
Recientemente, Arturo Montiel – el multimillonario ex gobernador del Estado de México, padrino político de Peña Nieto e intocable del peñismo-, fue el más aplaudido durante el nombramiento de Carlos Iriarte como presidente sustituto del CDE del PRI en el Edomex. Cónclave priista en el que Montiel fue recibido cómo héroe. Y sí lo es, al menos para los priistas.
 
El sábado pasado, en Puebla, Mario Marín llegó orondo a la toma de protesta de Ana Isabel Allende como nueva lideresa del PRI en la entidad. Allende es personaje cercano a Marín. El “gober precioso” fue recibido con porras y fanfarrias. Marín vuelve para seguir influyendo en la política poblana. Nada más faltó que le obsequiaran una “botellita de coñac”.
 
En el ADN de muchos priistas corre la sangre de la corrupción.
 
Pero no deben preocuparse: Peña Nieto ya les ha enviado el mensaje de que es un “tema cultural” y, por lo tanto, es entendible y hasta justificable caer en actos de corrupción. Vaya error. O cinismo.
 
Preparémonos, pues, a ver cómo en el sexenio peñista brotan, como hongos, corruptelas sin que nadie las castigue, bajo la biblia presidencial de que forman parte de la cultura.
 
Así lo entenderán los corruptos.
 
Así lo justificarán los cínicos.
 
Así lo enfrentaremos los mexicanos.
 
*****

Peña Nieto intenta justificar la corrupción en México, primero, haciéndose bolas con el lenguaje, cosa nada rara cuando no hay telepromter de por medio. A pregunta del incisivo León Krauze, respondió: “No es un tema exclusivo de México, es un tema casi humano, que ha estado en la historia de la humanidad…”.
 
Ergo: que tiene que ver con humanos, los que integran a la humanidad humana.
 
“Hay un tema cultural que ha provocado corrupción”, define Peña Nieto.
 
Cultural, dice Peña.
 
La cultura es definida como el conjunto de conocimientos científicos, literarios y artísticos de una sociedad, con estructuras sociales y religiosas.
 
Según el presidente de México, habría que agregarle a estos conjuntos la palabra corrupción, si bien Peña Nieto la concibe como un “tema cultural”.
 
Pero no es la primera vez que Peña tiende a justificar la corrupción en México de manera pública.
Recordemos cuando Rosario Robles fue acusada de utilizar recursos etiquetados como “gasto social”, para apoyar tareas electorales del PRI en Veracruz. Ante las críticas, ¿qué le recomendó Peña Nieto a su secretaria de Desarrollo Social? “No te preocupes, Rosario…tú aguanta”.
 
Ese “tú aguanta” lleva un mensaje preocupante: tú aguanta aunque te comprueben desvío de recursos. Tú aguanta porque así es la política. Tú aguanta porque aquí está el Presidente para arroparte.
 
El mensaje presidencial integral fue entonces: tú aguanta, PRI, porque aquí estoy para solaparte.
 
Ahora comprendemos mejor porqué Peña Nieto protegió a Montiel: porque la corrupción es un tema cultural para los priistas, y no un asunto de investigación, comprobación y castigo al corrupto.
 
Y los priistas siguen muy bien el camino trazado por el presidente de México.
 
Allí están los emblemas de la corrupción mexicana:
 
Intocable, Humberto Moreira y el endeudamiento que por generaciones heredó a Coahuila.
 
Intocable, Arturo Montiel quien se convirtió en un hombre multimillonario al amparo de la gubernatura mexiquense, hoy aplaudido a rabiar por las palmas de miles de priistas que ven en Montiel el modelo a seguir y el orgullo a vitorear.
 
Intocable, Mario Marín y su historia negra con propiedades injustificadas en el extranjero, su atentado pueril contra Lydia Cacho, y hoy regresa de la mano de la nueva lideresa del PRI poblano, Ana Isabel Allende, cercana a Marín, pareja sentimental de Adolfo Karam, alto jefe policíaco durante el gobierno del “gober precioso”. Marín no vuelve solo: lo acompañan Víctor Gabriel Chedraui y Valentín Meneses, leales a él, allí, a la orden.
 
Todos, arropados bajo el lema peñista:
 
“La corrupción es un tema cultural”.
 
*****

¿Para qué demonios queremos entonces una Fiscalía Anticorrupción, si de antemano está descarrilada?
 
¿Por qué?
 
Primero, porque el “fiscal anticorrupción” será nombrado por un Congreso manejado y sometido a Los Pinos. Por tanto, el fiscal de marras será un empleado más del Presidente y entonces no será un órgano con autonomía plena y en la praxis.
 
Segundo, porque la Fiscalía será un ente burocrático más que carecerá de facultades o dientes para sancionar directamente a quienes se les comprueben actos de corrupción. Sí: otro “elefante blanco”.
Tercero, porque si el Presidente ya clasificó a la corrupción como un “tema cultural”, nada podremos hacer para combatirla.
 
Pobre México.

jueves, 21 de agosto de 2014

El desprestigio de los políticos





Francisco RIVAS LINARES

Semanalmente Enrique Galván Ochoa remite a sus suscriptores una encuesta relacionada con temas económicos, políticos o sociales que se encuentren dominando la opinión pública en el momento.

Los resultados de la encuesta son publicados en el diario La Jornada los días sábados y sus porcentajes constituyen el pulso ciudadano por cuanto a la aceptación o rechazo de tal o cual acto de gobierno, cuyas repercusiones son evidentes en la sociedad.

En la presente semana, la pregunta planteada fue: Después del proceso de aprobación de las reformas estructurales, ¿cuál es tu opinión sobre la clase política? ofreciéndonos seis opciones de respuesta: excelente, buena, regular, mala, pésima y ninguna. El 94% marcó la opción pésima, porcentaje que denota el rango en que el ciudadano ubica a estos personajes

El desprestigio en que se encuentran inmersos quienes se dedican a la política, tiene como fundamento una cuestión ética: Su deshonestidad. Sus prácticas parlamentarias, en este caso quienes asumen la representación de la ciudadanía en los congresos, no son congruentes con la realidad de espanto en que viven las familias del país.

Las decisiones que van tomando obedecen más a la satisfacción de los intereses del gran capital, ocasionando mayor pobreza en las clases marginadas que, lamentablemente, constituyen la mayoría de la población.

Los parámetros ideológicos dominantes, en este caso los del libre mercado, abaten cualquier oposición o resistencia que suelen aplicar las mayorías, a través de manifestaciones diversas. La burguesía, dueña no sólo del poder político-económico sino incluso de los aparatos de difusión masiva, las neutralizan con el mismo pueblo, a quienes incitan para combatirlas con invocaciones seudodemocráticas.

“Todos los políticos son iguales”. Tal es la proclama dominante con la cual no sólo están descalificando al político de manera personal, sino incluso –y por extensión- a la política en general.

En los meses últimos, y a raíz de las reformas ya en vigor, el cuestionamiento hacia los políticos se ha desatado con mayor enjundia. La filtración y exhibición de cantidades millonarias de dinero que les son asignados sin mediar razón alguna, hacen suponer la prostitución de su conciencia.

Los diezmos o mochadas que se embolsan por la consecución de presupuestos extraordinarios para los municipios y/o distritos que representan, así como sus personales peculios incrementados con subvenciones ordinarias y extraordinarias, los bonos, las prebendas y canonjías, vienen a constituir su botín de élite.

Agreguémosle a lo anterior, los videos en los que se exhiben como servidores fidelísimos hacia la delincuencia organizada,  pachangas y francachelas en las que gastan los dineros públicos, todo eso, en su conjunto, es lo que provoca el alejamiento de amplios sectores de la población hacia la clase política.

Lucrar con el poder por encima del interés general ya resulta ser una cuestión desregulada y anómica; y, por lo mismo,  es lo que ha hecho lanzar el grito “estamos hasta la madre”, grito de un pueblo agobiado por los resentimientos acumulados y que en el hartazgo en cualquier momento puede provocar una reacción incontrolable de funestas consecuencias.

El doctor e investigador Oscar Diego Bautista, autor de temas tan polémicos como “Ética para corruptos” y “La ética y la corrupción en la política y la administración pública”, expresa: “Quien asume un cargo público debe tener un perfil básico constituido por al menos tres elementos: Capacidad para el cargo; Lealtad a la Constitución y a su comunidad no al partido ni sus intereses particulares; y tercero, virtud y sentido de justicia. Es el perfil mínimo. Cuando estos criterios no están presentes llegan los improvisados, se practica el nepotismo, la injusticia y la corrupción.”

Saber esto nos provoca sufrimiento al ver la casta de políticos que están tomando decisiones en el nombre de todos, una casta dominada por el individualismo cuya pretensión es alcanzar el éxito personal.


Ya vienen las elecciones. Seamos cuidadosos con nuestro sufragio. Investiguemos la trayectoria de las opciones y ejerzamos con responsabilidad nuestro derecho a elegir.

martes, 12 de agosto de 2014

Diputados "hueseros"






Francisco RIVAS LINARES



El 27 de septiembre de 1960, el presidente Adolfo López Mateos dirigió un mensaje a la nación con motivo de la nacionalización de la industria eléctrica. En uno de sus párrafos lanzó el siguiente exhorto:

“Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos. Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos.

Sólo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país.”

Las leyes secundarias que concretaron la reforma energética fueron cabalmente aprobadas el 6 de agosto. La aplanadora mecánica integrada por los partidos PRI, PAN, PVEM y PANAL obedecieron fielmente los ordenamientos dictados por el poder económico, consumándose lo que el presidente López Mateos calificara como una traición.

Los aprobantes se incomodan con dicha adjetivación, pues no se aceptan como tales. Pero el estilo impuesto para desarrollar el trabajo legislativo lo justifica. La arrogancia que adquirieron a partir de una fingida mayoría, a la que grotescamente le llamaron “consenso”, llevó, incluso al diputado Arturo Escobar, del PVEM, a espetar sin rubor alguno desde la tribuna de la Cámara: “… si no les gusta la decisión que estamos tomando, ganen la mayoría en las elecciones”, olvidando este partido ‘bisagra’ su existencia parasitaria.

La regla de la democracia es el mandato de la mayoría. Sin embargo, la mayoría no siempre tiene la razón. En una mesa de debate participan cinco personas, tres de las cuales son estúpidos y las dos restantes son sabios. A la pregunta, ¿cómo pueden tres estúpidos ganarles a dos sabios? La respuesta sería: Por mayoría.

La mayoría puede estar equivocada; y lo que es más, puede ser injusta con la minoría. De sobra conocemos los cómos y lugares en que se construyen sus mayorías las cámaras legislativas: pasillos, restaurantes, oficinas privadas, etc. La cooptación es uno de los recursos que bien aplican quienes ostentan el poder.

A Porfirio Díaz se le atribuye la genialidad de la cooptación, según nos expone el Doctor en Historia José Antonio Crespo “… al grado de que durante su gobierno surgió el término “hueso” para referirse a algún cargo público, pues decía que para acallar a los opositores había que ofrecerles algún puesto o prebenda: Perro con hueso no ladra ni muerde.”

Sin embargo, a pesar de lo expuesto, negarnos a la aceptación de las decisiones mayoritarias no implica negarnos a la regla de la democracia por antonomasia. No. En casos, como el que me ocupa, a lo que nos negamos es a la aceptación de las ordenanzas absolutas que surgen de una mayoría tramposa que cuida de sus intereses particularísimos. A los actos de gobierno de una mayoría que se toma atribuciones de decidir sin consultar a sus representados. A esa mayoría que se niega a respetar los valores de igualdad y libertad de los ciudadanos que son inherentes a la democracia.

Si la política democrática implica tener disposición para ponerse a prueba, ¿por qué negarse a consultar a la ciudadanía en actos tan trascendentales como lo constituyen las leyes secundarias que regirán el petróleo y la electricidad?

La democracia no sólo se funda en la discusión, sino también en la consulta ciudadana. Se nos sigue negando el derecho a la democracia directa a través del referéndum, el plebiscito y la iniciativa popular, al amparo del falaz argumento de que vivimos una “democracia representativa”.

Ante los acontecimientos que nos vienen imponiendo, ellos, los del poder, ignoran el dolor que nos están infringiendo a diario con sus ajustes, sus políticas neoliberales, sus torturas parapoliciales y su desprecio por nuestras vidas. ¡Ya Basta!

Cuando la disciplina se traduce en "cañonazos" de la neoliberalidad




Francisco RIVAS LINARES


El Doctor en Historia, José Antonio Crespo, en su libro titulado “Contra la historia oficial”, registra que ante la incertidumbre que acechaba al archiduque Maximiliano por la aceptación del trono mexicano, su agente en Londres, monsiur Bourdillon le recomendó que no se fiara de los mexicanos, pues no había uno de ellos que no traicionara sus ideales más preciados por quinientos dólares. Este pasaje el autor lo considera como precursor de los famosos “cañonazos de cincuenta mil pesos”, según la expresión del revolucionario Álvaro Obregón.

Actualmente la política mexicana le ha dado un nombre más ¿discreto? ¿cínico? a esos cañonazos. Les llaman “subvenciones”. Y no son por miles de pesos, sino por millones. Pero, principiemos por conocer la definición del terminajo en cuestión.

El diccionario e-conomic nos dice que “subvención es una ayuda de tipo económico percibida por una persona desde un organismo público con el objetivo de ayudar a llevar a cabo una actividad.”

El diccionario libre la define como “… cantidad de dinero que se recibe de un organismo público para un fin determinado.”

Pues bien, en las cámaras (de diputados y senadores) los coordinadores de las distintas fracciones parlamentarias reciben cantidades de diferente monto para sus gastos. Ellos deciden de manera discrecional como repartir el dinero a sus legisladores, lo que les permite ejercer un absoluto control.

El semanario Proceso en su edición 1969 publica un artículo firmado por la escritora y periodista Jesusa Cervantes bajo el título “A los diputados bien portados, escandalosos bonos especiales”, en cuyos montos encuentra explicación a las prisas por aprobar reformas constitucionales y leyes secundarias.  Dichos montos ya totalizan  la nada despreciable suma de 359 millones 202 mil pesos.

Estas “subvenciones especiales” o “subvenciones extraordinarias” se han repartido, según el artículo mencionado, de la siguiente manera:

De septiembre de 2012 a febrero de 2013, cuando se aprobó la reforma laboral, PAN, PRD, PV y PANAL, recibieron de forma extraordinaria 77 millones 820 mil pesos.

De marzo a agosto de 2013, todos los grupos parlamentarios, excepto MC y PT, recibieron en conjunto 95 millones 68 mil pesos extras.

De septiembre de 2013 a febrero de 2014, periodo en el que se aprobaron las reformas fiscal por el PRI con el respaldo del PRD, PV y PANAL, y energética por el PRI, PAN, PV y PANAL, recibieron recursos extraordinarios por la cantidad de 129 millones 746 mil pesos.

A los montos anteriores, agregándole las subvenciones especiales para los partidos del PRI, PAN, PRD, PV y PANAL, por 56 millones 568 mil pesos, obtendremos el total de 359 millones 202 mil pesos

Como podemos observar, los “mal portados” PT y MC no recibieron ni quinto.

Si se le suman la subvenciones oficiales de septiembre de 2012 a la fecha, el total asciende a mil 843 millones 996 mil pesos.

Con los 148 mil 558 pesos que cada diputado federal gana mensualmente, “copeteados” con las subvenciones descritas, podemos deducir que ellos están para servir a su partido, servirse a sí mismos, pero no para servir pueblo que es al que se deben.

Concluyo citando al escritor y académico Rogelio Guedea quien en su blog de internet escribió:

“Los legisladores que hoy aprueban la reforma energética lo hacen movidos por un beneficio personal, sin pensar en las implicaciones que esto tendrá para el bienestar de millones de mexicanos futuros. Si esto no lo saben, no merecen ser representantes populares; si lo saben, en cambio, peor, pues aparte de no merecer ser representantes populares, deberían ser duramente incriminados. Son ellos los que deben pagar por este crimen (una de cuyas facturas saldrá en más de un billón de pesos) y no, como siempre, la sociedad.” 

La Jornada: Aquel 18 de marzo de 1938

La Jornada: Aquel 18 de marzo de 1938

sábado, 9 de agosto de 2014

Dr. José Luis Lezama: La Fiebre del Fracking

Dr. José Luis Lezama: La Fiebre del Fracking: http://joseluislezama.blogspot.mx/ Sábado 9 de Agosto de 2014 La Fiebre del Fracking José Luis Lezama El presidente de Méxi...

jueves, 7 de agosto de 2014

Revista de la Universidad de México

Revista de la Universidad de México



Zabludovsky, una lacra del periodismo marcado por la hipocresía y el servilismo.

sábado, 26 de julio de 2014

Beneficiarios de la Reforma Energética



Francisco RIVAS LINARES


En 1929 José Vasconcelos decidió contender por la presidencia de la república. En uno de sus actos proselitistas se encontraba arengando al pueblo para que le concediera su voto. En el clímax de su exposición, un vendedor de globos dejó escapar un globo, el que al tomar altura llamó la atención de la gente distrayéndola de lo que exponía el orador.

José Vasconcelos al verse impotente para recuperar la motivación del auditorio, sintiéndose víctima del desdén lanzó un sonoro grito que hizo voltear a más de uno: ¡Pueblo globero!

En la columna política del 28 de febrero del presente año, abordé el tema relativo a “la sociedad del espectáculo”, tesis planteada inicialmente por el filósofo francés Guy Debord para alertar a los ciudadanos sobre el procedimiento que suelen emplear los grupos de poder para distraer a la sociedad de asuntos de mayor relevancia.

Otro filósofo, Noam Chomsky, ha identificado diez estrategias de manipulación mediática. En la primera que menciona, identificada como “La estrategia de la distracción”,  nos advierte: “El elemento primordial de control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.”

Pues bien, a manera de introducción he traído las tres citas anteriores para referirme al tema de la columna política de este viernes.

En tanto diputados y senadores de la federación se dedicaban a saquear a la patria, el sistema nos mantuvo embelesados como auténtico país globero con diversos tinglados espectaculares. La estrategia de la distracción nos confirmó como una moderna sociedad del espectáculo.

Los medios de comunicación se reforzaron como instrumentos al servicio del poder político-económico, distanciando al ciudadano de lo público a través de la propaganda. De este modo, y sin recurrir a la violencia, lograba vigilar y controlar el entorno social.

Del piojo Herrera a mamá Rosa, pasando por el doctor Mireles, han sido hasta ahora los tres factores para mantener en vilo nuestra enajenación; en tanto, los fieles servidores de las trasnacionales votaban la entrega del sector energético de la nación.

Ayunando el buen juicio, la insensatez ejerció su dominio. Se desplaza a Pemex y a la CFE de sus actividades centrales: exploración y extracción en el caso de Pemex, y generación de la electricidad en el de la CFE.

Se avaló el uso de la técnica de fractura hidráulica para extraer gas del subsuelo, a pesar de ser considerada una técnica depredadora y dañina para la salud, el subsuelo, las tierras superficiales y para los derechos de las comunidades, ya que la propiedad privada pasó a segundo término al considerar que las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos son de interés social y de orden público en grado preferencial. Al efecto, se valieron de engaños verbales al trocar la palabra expropiación por “ocupación temporal” y “servidumbre legal”.

La generación y suministro de energía eléctrica dejará de ser considerada como servicio público, abriendo la participación de la iniciativa privada. Se eliminan los subsidios generalizados en tarifas eléctricas para dar paso a una política de subsidios focalizados, afectando así al 98% de los usuarios residenciales.

Reporte Índigo, en su edición digital 555, dio a conocer empresas y nombres de personajes que se verán altamente beneficiadas con los acontecimientos reformistas. Por cuanto a las empresas, se encuentran Grupo Diavaz, OHL, Ienova, Iberdrola, Jacobs Engineering Group, y Oro Negro.

Los personajes: Oscar Vázquez Sentíes, Pedro Aspe Armella, José Andrés de Oteysa, Carlos Ruíz Sacristán, Jesús Reyes Heroles González Garza, Gerogina Kessel, Juan José Suárez Coppel, Gonzalo Gil White, José Antonio Cañedo White y Emilio Lozoya Thalman, "todos ellos empleados de las trasnacionales de energía ya mencionadas y que llegaron en su momento a ser poderosos secretarios de estado en nuestro país."

Las masas no sólo son globeras y propensas a la credulidad, también tienden a permitir pasivamente el saqueo, la corrupción, la destrucción y el escarnio. ¿Hasta cuándo nos daremos cuenta que corrupción no es solo robar, sino también es premiar la ineficiencia con nuestro silencio?


UNA PERSONAS DESAPARECIDA ES UNA AUSENCIA QUE DOLERÁ TODA LA VIDA.
POR LOS DESAPARECIDOS DE MICHOACÁN: ¡VIVOS SE LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS!

miércoles, 23 de julio de 2014

"Jarita", un intelectual orgánico





Francisco RIVAS LINARES


En 1999 el sociólogo y etnólogo francés Pierre Bourdieu dictó una conferencia en la Convención de la Asociación de Lenguas Modernas. El tema que disertó fue sobre intelectuales y política, planteándose, al efecto, las preguntas siguientes: ¿Pueden los intelectuales, especialmente aquellos que pertenecen a instituciones académicas intervenir en la esfera política?

 

El cuestionamiento cobra vigencia ahora que el Dr. Salvador Jara Guerrero se decidió por renunciar a la rectoría de nuestra máxima casa de estudios para asumir las funciones de gobernador del estado. Su currículum publicado en la página del internet de la Universidad Michoacana, denota su cualidad de intelectual:

 

Doctor en filosofía de la ciencia (UNAM), maestro en tecnología educativa (ILCE) y maestro en filosofía de la cultura (UMSNH) y licenciado en ciencia físico matemáticas de la UMSNH con especialidad en Física Experimental en la Universidad de California en Berkeley. Ha sido profesor visitante en el World College West en los Estados Unidos y en las universidades “La Sapienza” de Roma, de Messina, también en Italia, y en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su área de investigación es la historia y filosofía de la ciencia, ha trabajado problemas de identidad y cultura, ha participado como conferencista y ponente en España, Italia, Australia, China, Estados Unidos, Chile, Panamá, y en casi todos los Estados de la República Mexicana. Ha impartido más de trescientas ponencias y conferencias. Ha publicado más de cincuenta artículos en revistas especializadas, más de cien artículos de divulgación científica, y diez libros.

 

Forma parte de varios grupos de evaluación académica del CONACYT y de la SEP, evaluando a las carreras y posgrados de las universidades, tecnológicos y centros de investigación del país. Fue Director fundador del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Michoacán. Ganó el primer lugar del concurso latinoamericano de cuento de ciencia ficción 2004, organizado por Aleph Zero con el cuento “Ayer soñé un teléfono” y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I.

 

No hablaré de su academicismo de por si exuberante, plantearé mis reflexiones considerando el cuestionamiento que el conferenciante Bourdieu se planteó en su exposición a la que aludo al inicio de esta colaboración, sin dejar de reconocer, de antemano,  el derecho constitucional que le asiste al doctor Salvador Jara para participar en el tinglado de la política.

 

Si aceptamos que la idea dominante que se tiene sobre el intelectual, es la de considerarle como sujeto crítico de la acción política, desarrollador de ideas aplicadas a la ciencia y las artes, entonces cómo identificar con buen discernimiento las razones que asistieron al doctor Jara para catapixiar –válgame el término ‘chabelezco’- la rectoría de una institución puramente académica y científica por una posición política en la que se deliberan asuntos de carácter público en procuración de satisfacer las demandas apremiantes de una sociedad plural.

 

Ello implicaría suponer que estuvo dispuesto a renunciar a su conciencia crítica, a ser obsequioso con los intereses del poder económico, a construir un entorno clientelar, a dejarse engañar por los flujos falsarios de la información, a renunciar con el compromiso hacia los más desfavorecidos, asumirse indolente ante la desigualdad de los miserables y demás características que actualmente identifican a los practicantes de lo que -entre ellos- denominan y entienden por política.

 

Si el intelectual que se atreve a transitar por los ámbitos del poder político está dispuesto a sucumbir ante el poder de la prerrogativa, a perder su ética e integridad, entonces se convierte en intelectual del régimen y cuesta trabajo creer que el Dr. Jara, con el currículum académico que posee, se encuadre en este despreciable círculo.

 

La omnipresencia y omnipotencia del alto comisionado designado desde el centro del poder, ha fortalecido en el imaginario de la ciudadanía la idea del Leviatán que en su soberbia se ha dedicado a sembrar temores venteando amenazas. Si el alto comisionado es percibido como quien toma las grandes decisiones, el gran consultor, el dictador de sentencias, ¿qué papel representará el Dr. Jara en este gran corral de la comedia?

 

Los retos.

 

El Dr. Jara tendrá que enfrentarse a grandes retos, herencias malditas de los últimos gobiernos que hemos padecido. Si bien Fausto Vallejo recibió un Michoacán convulso, ahora lo devuelve incendiado.

 

La inseguridad se ha incrementado considerablemente. En los últimos meses, los homicidios dolosos elevaron su porcentaje en un 56.7%. Los secuestros aumentaron 65.2%. Las extorciones subieron su porcentaje en 71.9%. Y los robos con violencia de vehículos 113.9% *

 

También el gobernador sustituto deberá satisfacer la demanda ciudadana de transparentar las investigaciones realizadas por la auditoría superior de la federación, para proceder en contra de aquellos exfuncionarios que dejaron en crisis financiera a la hacienda pública, lo que le ha valido a Michoacán ser uno de los seis estados que no aprueba el proceso de buenas prácticas administrativas.

 

Otro reto más es la reconstrucción de la imagen institucional del gobierno del estado, así como la credibilidad en sus instituciones. Se hace necesario clarificar los presuntos nexos de funcionarios y exfuncionarios con el crimen organizado.

 

También deberá dar atención prioritaria al problema del desempleo como factor inherente al desarrollo de la pobreza. Michoacán ocupa el sexto lugar a nivel nacional con mayor porcentaje de personas en estado de pobreza, y el quinto en pobreza extrema.

 

Pero, a fin de cuentas, ¿con quién es el compromiso adquirido por el Dr. Jara, si no fuimos los michoacanos quienes le concedimos el alto honor de ocupar el Solio de Ocampos?

 

 

*Datos publicados por el portal especializado en política de Grupo Expansión ADNPolítico

Trampas retóricas de los políticos





Francisco Rivas Linares


Tres expresiones de preferencia marcada se suelen escuchar en declaraciones de políticos y gobernantes: Estado de derecho, Todo el peso de la ley y Asumimos los costos políticos.

 

Para justificar sus decisiones que lleven implícitos perjuicios en contra de ciudadanos, se asumen como, los fieles de la balanza y aseguran estar actuando conforme al Estado de derecho; es decir, apegándose al gobierno de las leyes.

 

Sin embargo la realidad observable no coincide con tal sentido. El sistema de justicia de México ha sido motivo de censura y observaciones por parte de organismos nacionales e internacionales por la manera de proceder en la aplicación de las leyes. Selectividad, interpretación arbitraria, torcedura de las leyes (mejor conocida como “chicanadas”), aplicaciones coyunturales, etc.

 

Amnistía Internacional ha declarado al sistema de justicia penal mexicano en situación de crisis. Califica de graves las deficiencias de los sistemas de seguridad pública y de justicia penal, en virtud de las diferencias enormes que existen entre los principios jurídicos y la protección efectiva, las irregularidades de la detención preventiva, la presentación de cargos falsos contra activistas políticos y defensores de los derechos humanos y la ausencia del principio de presunción de inocencia.

 

El profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, Sergio Aguayo, en una de las mesas de análisis que promueve la periodista Carmen Aristegui, caracterizó de manera atinada a nuestro sistema de justicia concediéndole tres cualidades: Ser lenta, corrupta e impredecible. Estas tres condiciones son cabalmente opuestas a las que demanda Amnistía Internacional, que son: Justicia penal fuerte, imparcial y con mecanismos efectivos de rendición de cuentas.

 

Otro referente que nos obliga a consultar, es el publicado por la organización multinacional “Proyecto Mundial de Justicia” a raíz de una investigación realizada en  97 países sobre la calidad de aplicación de la ley. México ocupó el lugar 91 “por irregularidades en sus sistemas de investigación y adjudicación, discriminación rampante contra grupos vulnerables, corrupción entre jueces y procuradurías y violación de los derechos de debido proceso de los acusados.” Y es más, México quedó por debajo de naciones que viven peores condiciones económicas como Tanzania, Senegal, Etiopía y Malawi. Y un dato que no deja de sorprendernos.

 

De manera que ¿a qué Estado de derecho se referirán quienes ejercen el poder? Seguramente al propio.

 

El enunciado Todo el peso de la ley, me hace recordar la frase juarista célebre: “A mis amigos, justicia y gracia; a mis enemigos, justicia a secas”, una expresión que rompe de hecho con la vinculación que debe existir entre el Derecho y la Ética. Lo cierto es que  quienes ostentan el poder al exclamar “todo el peso de la ley” aplica sólo para sus opositores y/o enemigos, en ellos se ceban y cumplen a cabalidad con la expresión juarista aplicando literalmente la ley bajo un solo sustento, la voluntad particular, en franca contradicción al paradigma que dice “la ley es la expresión de la voluntad esclarecida de la soberanía popular.”

 

Finalmente, asumir los “costos políticos” sobre una decisión que va en perjuicio de las mayorías, es una retórica falsa y huera. Se curan en salud anticipándose al repudio a que se harán acreedores, cuando saben de antemano que el control de daños lo tienen asegurado en la cualidad desmemoriada del pueblo y su habilidad manipuladora  de los procesos electoreros.

El fracaso de la inteligencia



Cabeza mecánica


Francisco RIVAS LINARES


Es el 12 de octubre de 1936. En el paraninfo de la Universidad de Salamanca, España se efectúa un acto celebratorio con motivo del aniversario del descubrimiento de América. Miguel de Unamuno, entonces rector de la universidad, expone su pensamiento ante los presentes; más, de pronto, exclama el militar franquista José Millán Astray y Terreros: ¡Muera la inteligencia!

 

Un grito absurdo, sin lugar a dudas, que llevaba la intensión de ofender al filósofo Unamuno y que hoy traigo a colación para la columna política de este día.

 

¡Muera la inteligencia! Tal parece que este eructo verbal es predominante entre los legisladores que se encuentran aprobando leyes reformistas como bolillos al horno: laboral, pensionaria, educativa, telecomunicaciones y, en este momento, el energético, ignorando olímpicamente las aportaciones anticipatorias que intelectuales, académicos y agrupaciones civiles nacionales e internacionales, enfatizan sobre sus preocupantes implicaciones.

 

Diputados y Senadores del PRI, PAN y Verde Ecologista, formando una falange mayoritaria abrumadora, dicho sea en sentido metafórico, han dejado de representar los intereses de sus electores para convertirse en sujetos direccionados, con predominio del pensamiento único, dictado por la élite del poder político y económico.

 

El parlamento, cuya función sustantiva no sólo se circunscribe a elaborar leyes, sino incluso controlar los abusos del poder ejecutivo, ha desembocado en la ruindad de ser un instrumento de utilería. Obedecen lo que previamente acordaron, en los comedores vip’s o la privacidad oficinesca, coordinadores y selectos enviados por quienes ostentan el poder real.

 

Cuando en las sesiones plenarias se concretan a levantar las manos para asentir la aprobación o rechazo de lo que previamente les ha sido ordenado, están pensando únicamente en su futuro político y nada o poco les importa los daños o perjuicios que estén ocasionando a la nación.

 

La retórica la esgrimen como broquel ante las críticas que desembocan. Ventean promesas que de antemano saben que serán incumplidas. Construyen ilusiones: aumento de empleos, bajas tarifarias, desarrollo y crecimiento económico, estabilidad social, etc. Son hábiles aplicadores del ordenamiento maquiavélico, si el cumplimiento de tus promesas te perjudican, y las condiciones en que se comprometieron ya no existen, no estás obligado a cumplirlas.

 

Y en un esquema de disimulos, vivimos la pena de un legislativo chato y gris. La modernidad la ven como una máscara, como un simulacro urdido por las élites y los aparatos estatales. No atienden, mucho menos analizan, las premoniciones: el despojo de las tierras por causa de utilidad pública para el beneficio de los consorcios petroleros y eléctricos, está gestando una lucha sorda entre novedosas guardias blancas y campesinos. Aplicación de técnicas tan lesivas como la fracturación hidráulica para extraer el gas atrapado en las rocas. Protección al capital privado extranjero. Aniquilación de empresas destinadas al sector productivo. Vulneración de los derechos de los trabajadores. En fin.

 

Voces como las de Adolfo Hellmund, Luis Sierra, Javier Jiménez Espriú, Luis Feyo, Beatriz Olivera, César Chávez, Miguel Soto; organizaciones como Greenpeace y Alianza Mexicana contra el fracking; académicos de la Unam, son ninguneados. Los diputados y senadores perdidos en su frenesí privatizador, seguramente harán honra a Millán Astray con su ventosa: ¡Muera la inteligencia!