miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las tribulaciones de un país



VALOR CÍVICO. Un centenar de ciudadanos se manifestaron ayer frente a la sede de la Procuraduría General de la República y, de manera simbólica, se entregaron, tras la reacción del gobierno de Felipe Calderón por la demanda en su contra ante la Corte Penal Internacional, interpuesta por activistas, periodistas y abogados


Francisco RIVAS LINARES

“La única salida productiva al dolor es la palabra”


Cuando el indio rebelde Jacinto Canek fue capturado en la sabana de Sibac (Yucatán) , lugar en que se refugiaba después de la derrota sufrida en la hacienda de Huntulchas por los españoles, al momento en que uno de los esbirros le ataba las manos, le dijo... “Es inútil, capitán, le va a faltar cordel para atar las manos de todo el pueblo.”

La metáfora pudiera aplicarse a la respuesta que la presidencia ha dado a la denuncia que 23 mil ciudadanos presentaron ante la Corte de la Haya, solicitando que se investigaran las condiciones en que se está desarrollado el combate a la delincuencia organizada y el tráfico de drogas en nuestro país, ya que presumiblemente se están cometiendo delitos tipificados en el Apartado 1 del Artículo 5 del Estatuto de Roma que literalmente expresa:

“La competencia de la Corte se limitará a los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto. La Corte tendrá competencia, de conformidad con el presente Estatuto, respecto de los siguientes crímenes: El crimen de genocidio; los crímenes de lesa humanidad; los crímenes de guerra; y el crimen de agresión.”

El enojo de Felipe Calderón se tradujo en un comunicado que deja entrever su estilo personal de gobernar: intolerante. Y esgrimió una amenaza: analizar la posibilidad de proceder legalmente en contra de los 23 mil firmantes de la queja, calificándolos, además, de calumniadores.

Parodiando la metáfora que Abreu Gómez puso en boca de Canek, diríamos: Es inútil, señor Presidente, le van a faltar leyes para silenciar a todo el pueblo.

La mesura debe ser característica sustantiva de todo gobernante. Si como dice el paradigma hablar es ser, la identidad de Calderón quedó evidenciada una vez más con sus flatulencias verbales.

Platón señaló que todo gobernante deberá tener las virtudes dicotómicas de la templanza y moderación; conocimiento y prudencia; y fortaleza y voluntad. Sufrimos la pena de ser gobernados por políticos que adolecen de una irracionalidad de espanto, políticos que pretenden ejercer una tutoría que nadie les otorgó.

La ética de la responsabilidad está ausente. Las decisiones son tomadas a ojo de buen cubero y se gobierna dando palos de ciego. Los costos son daños colaterales, y todo se desenvuelve como una pesadilla atroz en la que pululan cadáveres, se rumia el escozor de la impotencia y ahoga el llanto del sufrimiento.

¿De qué estamos hechos los mexicanos? De miedos. Y esta sensación, al instalarse en nuestro ser, va desvaneciendo nuestra personalidad consciente.

Nuestros pensamientos, como nuestras sensaciones, están siendo canalizados hacia una dirección definida: la domesticación de las masas. La intensidad de los estímulos violentos que nos ofrecen cotidianamente los medios, nos paralizan y quedamos petrificados, inmóviles y sin voz. Si demandamos justicia, exponemos nuestras vidas. Los homicidios de Marisela Escobedo y Nepomuceno Moreno son casos paradigmáticos.

Vivimos intoxicados de resentimientos. Vivimos bajo el principio rector de conservar lo poco que se nos deja: salarios miserables, indigencia galopante y una rabia que nos envenena la paz interior. Esa es nuestra única unidad: las tribulaciones. Ese es “El infierno de todos tan temido”.

POR UNA SOCIEDAD SIN AGACHADOS: ¡NO MÁS SANGRE! ¡BASTA DE SANGRE!

jueves, 24 de noviembre de 2011

Felipe Calderón ante la Corte Penal Internacional



Foto: La Jornada

Francisco RIVAS LINARES


“Nos hallamos aquí, sin miedo a seguir la verdad,
donde quiera que ésta nos conduzca”.
Thomas Jefferson


Felipe Calderón “quiso para él todos los lauros de la victoria, (pero sólo) tendrá todo el acíbar de la derrota”. Así se expresó Diego Valadés Ríos, Doctor en Derecho Constitucional e integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en entrevista concedida al semanario Proceso en mayo del presente año.

Desde el segundo año de gobierno se han estado levantando voces en todo el territorio nacional, demandando juicio político al titular del ejecutivo bajo el sustentó de traición a la Patria por violaciones a la constitución y ataques a las instituciones democráticas, previstas en el artículo 123 del Código Penal Federal. (http://youtu.be/LMKldHUueAQ)

También le espera juicio penal a Felipe Calderón por violación a la Ley Electoral en 2009, hecho punible calificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y que pudiera proceder a partir del 2 de diciembre del próximo año al perder su inmunidad presidencial.

A lo anterior, se le suman las condenas expedidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en hechos como la violencia sexual y tortura que cometen miembros del ejército contra mujeres indígenas y los feminicidios consumados en Ciudad Juárez, Chihuahua.

El próximo 25 de noviembre Felipe Calderón será acusado ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos durante el desarrollo de su combate a la delincuencia organizada, cuya estrategia ha provocado una crisis humanitaria traducida en más de 50 mil muertos, 10 mil desaparecidos, 230 mil desplazados, mil 300 jóvenes y niños asesinados, además de innumerables secuestros y actos de tortura; víctimas etiquetadas como daños colaterales, término acuñado por medios para justificar la matanza industrializada en Vietnam durante la guerra que tuvo lugar de 1959 hasta 1975.

(La fecha en que será presentada la acusación es emblemática, ya que se conmemora el LI aniversario del sacrificio de las heroínas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres mujeres que se opusieron a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y que fueron asesinadas cobardemente por los esbirros del dictador el 25 de noviembre de 1960. La Organización de las Naciones Unidas desde 1999 ha declarado que en memoria de las tres mujeres, la fecha quede signada como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.)

Diversas vías pacíficas y legales se han planteado para modificar la estrategia de guerra, planteamientos hechos no sólo por organismos nacionales sino incluso internacionales. Sin embargo la indiferencia e insensibilidad como respuesta denota el divorcio que siempre ha privado entre el gobernante y los gobernados.

México es un país de leyes pero no de justicia. La impunidad campea por todos los ámbitos jurisdiccionales en los que se tuercen las leyes, se chicanean o se nulifican. Esa es la razón fundamental por la que se acude a instituciones allende la frontera, como en este caso la Corte Penal Internacional, a la que se le plantea que “… vivimos una situación de impunidad estructural en la que únicamente el 12 por ciento de los delitos son denunciados y el 8 por ciento investigados. La falta de autonomía de la PGR y la inmunidad del Ejecutivo Federal generan una situación en la que es prácticamente imposible juzgar dentro de las instancias nacionales a los altos funcionarios civiles y castrenses por su responsabilidad en esta crisis humanitaria”.

La lógica de los bárbaros se ha instalado en nuestra Patria. La muerte, la crisis y la miseria así lo confirman. Es tiempo de renovar nuestra conciencia. No debemos acostumbrarnos a vivir nuestra tragedia. Y por eso se hace indispensable la unificación de todos para demandar justicia ante la Corte Penal Internacional. Citando a Spinoza “Lo eterno es ahora”.

POR UNA SOCIEDAD SIN AGACHADOS: ¡NO MÁS SANGRE! ¡BASTA DE SANGRE!

martes, 22 de noviembre de 2011

Juicio a Felipe Calderón

A continuación se presenta el texto de la solicitud hecha a la CPI

Juicio internacional a Calderón
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International Criminal Court- Corte Penal Internacional
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Juicio penal internacional en contra de Felipe Calderón, Joaquín Guzmán Loera, Genaro García Luna, Guillermo Galván Galván, Francisco Saynez Mendoza y demás autoridades, militares y narcotraficantes responsables de crímenes de guerra en México.

Los abajo firmantes solicitamos a la Corte Penal Internacional (CPI) ejercer su competencia respecto de los crímenes que a continuación se narran.

Felipe Calderón declaró el inicio de una “guerra” contra el narcotráfico, el 11 de diciembre de 2006, que ha resultado en la muerte de más de 40,000 seres humanos en los últimos 4 años. Para ello se ha valido de las fuerzas policíacas, el Ejército y Marina mexicanas. El uso del ejército en operativos contra el narcotráfico comenzó varios años atrás pero se intensificó en este período. Calderón ha ordenado continuar con dicha guerra a pesar de que organismos internacionales le han solicitado dejar de emplear al Ejército en funciones que deberían desarrollar los cuerpos policíacos (Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, informe preeliminar, marzo 2011). Tan sólo en 2010 este conflicto armado ha causado más muertes que la guerra emprendida por los Estados Unidos de Norteamérica en Afganistán y Paquistán (Barómetro de Conflictos, Universidad de Heidelberg Alemania) y ha dejado también más desplazados, esto es, alrededor de 120,000 personas debido a la violencia generalizada (Internal Displacement Monitoring Center 2010). La situación de los jóvenes y niños es particularmente vulnerable: mil 226 de los muertos que perecieron en fuego cruzado o ataques directos, de diciembre de 2006 a diciembre de 2010, son niños, niñas y adolescentes (Red por los Derechos de la Infancia en México).

Se han repetido sistemáticamente violaciones a los derechos humanos, debido al contexto de conflicto armado en el que nos encontramos. México, Afganistán y Somalia, son las naciones con el mayor número de reporteros secuestrados y nuestro país es el más peligroso del continente para los medios de comunicación (Reporteros sin fronteras).

Vivimos un conflicto armado prolongado que enfrenta autoridades gubernamentales y grupos armados organizados así como a estos grupos entre sí, combatiendo por el control territorial para el tráfico de drogas. Sin embargo, aún en las guerras existen límites y en ésta se han rebasado de forma catastrófica:

El ejército mexicano ha asesinado a civiles e incluso a niños completamente ajenos al conflicto, en retenes militares y durante operativos. Ha torturado y asesinado a civiles sabiendo que no guardan relación con el conflicto y además ha intentado encubrir estos hechos para no castigar a los responsables como en el caso de los estudiantes asesinados en el TEC de Monterrey el 19 de marzo de 2010 (recomendación No. 45/2010 Comisión Nacional de los Derechos Humanos). Este tipo de crímenes son competencia de la CPI conforme al artículo 8 2) e) i) del Estatuto de Roma.

El ejército también ha encubierto y dejado impune la violación sexual de mujeres cometida por soldados durante operativos de búsqueda de delincuentes, con lo que ha fomentado el empleo de esta práctica en su guerra contra el narcotráfico (Caso Fernández Ortega y otros. Vs. México así como Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México Corte Interamericana de Derechos Humanos). Estos crímenes también son competencia de la CPI conforme al artículo 8.2 e) vii) del Estatuto de Roma. Es práctica cotidiana la realización de ejecuciones extrajudiciales, que responden a la idea de que los jueces mexicanos liberan a los narcotraficantes por lo que los militares prefieren asesinarlos. La Marina incluso difundió fotografías del cuerpo sin vida de Arturo Beltrán Leyva, que había sido manipulado y mutilado con evidentes fines intimidatorios (El País 18-12-2009 y El Universal 19-12-2009). Este crimen es competencia de la CPI conforme al artículo 8 2) c) iv) del Estatuto de Roma.

Además Calderón ha ordenado agredir sistemáticamente a migrantes centroamericanos que se dirige a los Estados Unidos de Norteamérica. Es tan evidente que se trata de una política del Gobierno panista –concebida desde Washington- que incluso se ha comenzado a legislar para convertirla en una obligación a cargo de las autoridades. Ya han comenzado a hacerse públicas las consecuencias de esta política de Estado. En abril de 2011 se encontró una fosa común con 72 personas migrantes en Tamaulipas y casos semejantes se han repetido reiteradamente. La CNDH documentó la participación de autoridades públicas en los secuestros contra migrantes desde 2009 (Informe Especial sobre los casos de Secuestro en Contra de Migrantes). Recientemente personas centroamericanas denunciaron que fueron “vendidas” por agentes del Instituto Nacional de Migración al grupo delictivo de Los Zetas (La Jornada, 10 de mayo 2011). Estos delitos pueden ser tipificados como crímenes de lesa humanidad.

Los cárteles de la droga practican mutilaciones cotidianamente, tanto para intimidar a los grupos en conflicto, como para enviar mensajes. Muchas de las personas decapitadas son civiles. También reclutan niños menores de 15 años de edad, que llegan a convertirse en sicarios. Se estima que entre 30 a 43 mil menores de edad han sido enrolados por grupos criminales (Infancia y Conflicto Armado en México Red por los derechos de la infancia en México). Este crimen es competencia de la CPI conforme al artículo 8. 2 c) i y 8. 2 e) vii) del Estatuto de Roma.

Además se han generalizado los ataques a centros de rehabilitación en donde se agrupa a enfermos y adictos a las drogas, como los ocurridos el 26 de junio de 2010 en Durango, el 5 de diciembre 2010 en dos centros en Ciudad Juárez y el 10 de junio de 2010 en Chihuahua por citar solamente algunos. Este crimen es competencia de la CPI conforme al artículo 8. 2 e) iv) del Estatuto de Roma.

Estos son solamente algunos de los crímenes que vivimos cotidianamente en México.

El conflicto se caracteriza por la rampante impunidad, pues no existe sanción para los soldados, sicarios o los superiores que ordenan estos crímenes y posteriormente encubren a los culpables. Lamentablemente los tribunales de nuestro país se encuentran prácticamente impedidos para juzgar al titular del ejecutivo federal (artículo 108 constitucional) añadiéndose a ello la falta de autonomía del fiscal en México (Procurador General de la República), lo que también significa que no se persigue a los altos funcionarios civiles y militares, responsables de esta crisis. Tampoco es posible llevar ante la justicia a los soldados que materialmente han violado, torturado, desaparecido y asesinado a mexicanos debido al inaceptable alcance del fuero militar. Cuando un soldado comete cualquier delito en contra de civiles, los hechos son juzgados por tribunales militares (art. 57 Código de Justicia Militar). La Corte Interamericana de Derechos Humanos ya ha señalado que la jurisdicción penal militar no es el fuero competente para investigar y, en su caso, juzgar y sancionar a los autores de violaciones de derechos humanos, por lo que México está violando derechos humanos (Caso Radilla Pacheco vs. México).

Ante la negativa en nuestro país para castigar a los responsables de estos crímenes, corresponde a la CPI terminar con la insultante impunidad que ha prevalecido en México, desde hace por lo menos 4 años. Pedimos al Fiscal Luis Moreno-Ocampo, iniciar de oficio una investigación sobre la base de la información que acompaña este escrito, de conformidad con el artículo 15.1 del Estatuto de Roma de la CPI.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Los sueldos de la élite dorada mexicana



(Foto: La Jornada)


ENRIQUE GALVÁN OCHOA

Presidente de la Suprema Corte: $5,892,778.00
Presidente de la República: $4,207,644.00
Senadores: $2,709,051.00
Diputados: $1,918,840.00
Presidente del IFE: $4,124,880.00
Presidente del Inegi: $3,312,686.00

Todavía hasta los sexenios de los presidentes Ruiz Cortines y López Mateos, incluso Díaz Ordaz, existió cierto escrúpulo en la determinación de los ingresos de los funcionarios públicos, incluyendo a los propios presidentes. Ninguno de ellos salió multimillonario del poder. En el sexenio de Salinas de Gortari se dio rienda suelta al abuso, con el pretexto de que los funcionarios deberían ser bien pagados a fin de evitar que se corrompieran. Como otros tantos mitos, el tiempo nos ha mostrado que no es así. La elite burocrática constituye hoy 1% de la población –junto con los grandes empresarios– que se han apoderado de la mayor parte de la riqueza del país, frente a 99% que vive en estado de necesidad. El Presupuesto de Egresos que acaba de aprobar la Cámara de Diputados contiene el tabulador de los privilegiados. El mejor pagado es el presidente de la Suprema Corte de Justicia; incluso recibe mil pesos como ayuda para el Día de la Madre. ¿Ustedes creen que alguien que gana casi 6 millones de pesos al año necesite de esos mil pesos? Pues no los perdona. Le sigue el Presidente de la República, con más de 4 millones anuales, que incluye un bono de riesgo de más de 800 mil pesos. Tal vez corremos más riesgo los ciudadanos de a pie y no nos regalan ni un chaleco antibalas, pues a Calderón lo protegen elementos del Estado Mayor y de todas las dependencias de seguridad. Los ingresos de los secretarios de Estado son casi idénticos a los del Presidente. Y la que es más que ofensiva es la paga del presidente del IFE: más de 4 millones de pesos. Los datos que aparecen en la gráfica (arriba) corresponden al ingreso anual bruto, es decir, antes de impuestos, incluyendo aguinaldo, vacaciones, seguros, y un largo etcétera.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Frente a la resignación, la indignación



(Foto: La Jornada)

Por: Francisco RIVAS LINARES

“La resignación es una de nuestras virtudes populares.
Más que el brillo de la victoria nos conmueve
la entereza ante la adversidad”.
(Octavio Paz. El laberinto de la soledad)


Y después de todo, ¿qué es la democracia para los michoacanos? ¿Cómo entendemos el factor democracia nosotros, los mexicanos?

Si nos atenemos a lo que se observa cíclicamente cada seis o tres años, la democracia quedaría reducida al acto de sufragar, nada más. Cruzar una boleta para hacernos creer que estamos eligiendo, cuando de antemano sabemos que son los partidos políticos los que se reservan el privilegio de seleccionar los candidatos.

Diez horas constituyen el espacio temporal de nuestra credulidad. Diez horas en que nuestra ingenuidad es persuadida de que vamos construyendo la democracia, para volver después a la actitud testimonial y quejumbrosa.

Constituimos una sociedad líquida. La precariedad de nuestros vínculos humanos consolida nuestra individualidad. Y entonces, por el temor a perder lo poco que se tiene, preferimos ajustarnos, como cualquier líquido, al molde que se nos destine.

Por eso funcionamos con cualquier político que se entronice. Por eso nos plegamos a sus dictados convertidos en leyes. Por eso nos conformamos que hayan tomado al país como su cosa nostra al estilo siciliano.

En la vida del escritor y Premio Nobel de Literatura Bernard Shaw, hay un pasaje anecdótico que traigo a mi memoria. Una delegación irlandesa lo buscó para hacerle saber lo mucho que sufrían por las decisiones de su gobernante. Los escuchó pacientemente. Cuando los quejosos le solicitaron consejo, sólo atinó a decirles… “Ser maltratado no es un mérito”.

En el alcance significativo de tal expresión, les estaba conminando a rebelarse, a la desobediencia de los ordenamientos injustos, a negarse a ser tratados como sujetos-objetos condenados a la resignación.

Y esa es nuestra pena, tener enquistada la resignación por el miedo social que nos han engendrado, un miedo que debilita nuestra capacidad de reacción. El adoctrinamiento sostenido a que nos someten los medios, van eliminando nuestra capacidad reflexiva. Y nos arrastran hacia un laberinto de miedos para inhabilitarnos, para deteriorar nuestros impulsos libertarios.

Ser maltratado no es un mérito, y para destruir tal mito, empecemos por juntar nuestros miedos, familiarizarnos con ellos para abatirlos. Hablemos del miedo a la muerte, a ser desaparecido, a la miseria, al desempleo. Hablemos del Miedo a gritar, a callar, a la soledad, a protestar. Cuántos miedos llevamos como pesados fardos en nuestros hombros. Miedos creados desde los ámbitos del poder para mantenernos con la cerviz gacha, miedos para implantarnos la lógica de la sumisión.

Mi escrito no es convocante al heroísmo individual. Mi escrito llama a la conformación de una sociedad autogestionaria que deje de delegar en los políticos temporaleros la proyección de su destino.

Cambiemos la resignación por la indignación y responsablemente construyamos juntos nuestra cultura emancipadora.

POR UNA SOCIEDAD SIN AGACHADOS: ¡NO MÁS SANGRE! ¡BASTA DE SANGRE!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Libertad de expresión y políticos temporaleros




Profesor Francisco RIVAS LINARES

En el acervo de la literatura mexicana destaca el libro “Canek, historia y leyenda de un indio maya” escrito por Ermilo Abreu Gómez.

El personaje de la obra, Jacinto Canek, fue un indígena maya que vivió de 1730 a 1761. Encabezó una rebelión indígena contra los españoles, convirtiéndose así en uno de los precursores de nuestra independencia. Su osadía le costó la vida, ya que fue sentenciado “… a ser roto vivo, atenaceado, quemado su cuerpo y esparcidas sus cenizas al viento”, acciones consumadas el 14 de diciembre de 1761.

Ermilo Abreu Gómez fue un destacado historiador y ensayista, miembro de la Academia Mexicana de la lengua. Falleció en la ciudad de México el 14 de julio de 1971.

Este escritor plasmó el pensamiento de Canek en la obra que he citado al inicio de este escrito. De la misma, tomo un fragmento para desarrollar mi tema en esta colaboración. Transcribo:

“Canek dijo: ¿Y para qué quieren libertad si no saben ser libres? La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. La libertad es un estado del espíritu. Cuando se ha creado, entonces se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un hombre sea libre, al contrario: hacen que lo sea más en la entraña de su ser. La libertad del hombre no es como la libertad de los pájaros. La libertad de los pájaros se satisface en el vaivén de una rama; la libertad del hombre se cumple en su conciencia”.

Tener conciencia es el darnos cuenta, conocer nuestro entorno, sus incidencias, tener capacidad para identificar los factores que influyen en nuestro desarrollo social y personal. Tener conciencia nos faculta no sólo para elaborar y expresar opiniones y juicios, sino para decidir los caminos por los cuales queremos transitar. Nuestra conciencia nos define como sujetos pensantes.

La democracia se cimenta sobre las libertades; y una de ellas es la libertad de expresión. Cuando la ONU sesionó por primera ocasión en 1946, declaró que “la libertad de información es un derecho humano fundamental… y el punto de partida de todas las libertades”.

La libertad de expresión es el recurso por excelencia para la práctica de la democracia y la participación pública. Sin embargo cuando se ejercita para incitar a la intolerancia y al odio, deben operar controles a fin de proteger otros derechos humanos.

Vivimos la efervescencia del proceso electoral. Son los tiempos de los políticos temporaleros en el que suelen ejercer su libertad de expresión apelando a las vísceras más no a la racionalidad de los ciudadanos. Las notas necrológicas se emplean para golpear a los adversarios. Las máscaras hipócritas derraman lágrimas de glicerina y se desgarran las vestiduras para culpar a los “otros” de las desgracias de un pueblo hundido en sus miserias: económica, educativa, social, cultural… miserias cultivadas ex profeso para convertir a la pobreza en recurso de utilería electorera.

La muerte campea por el territorio nacional. Y ante la muerte los políticos se destacan por su histrionismo, su crispación, sus paños negros, sus conductas delirantes, su esperpento… todos los recursos cínicos para tocar la sensiblería y arrastrar a las masas para sufragar.

¿Por qué no les damos una lección a estos falsos profetas del orden, el progreso y el respeto y los botamos fuera de nuestras instituciones en lugar de votarlos en las urnas? El premio Nobel de Literatura, José Saramago, en la última página de su novela "Ensayo sobre la ceguera” escribió un diálogo breve que dice: ¿Por qué nos hemos quedado ciegos? No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón. ¿Quieres que te diga lo que estoy pensando? Dime. Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos. ¿Ciegos que ven? Ciegos que, viendo, no ven.

Pregunto: ¿acaso nosotros también somos ciegos que, viendo, no vemos?

POR UNA SOCIEDAD SIN AGACHADOS: ¡NO MÁS SANGRE! ¡BASTA DE SANGRE!

sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Y si en lugar de votarlos mejor los botamos?




PABLO ALARCÓN-CHAIRES
La Jornada de Michoacán. 05 octubre 2011

El psicólogo Dennis Coon afirmaba que aunque la fuerza es una cualidad de los individuos, el poder siempre es social. Sin embargo, para lograr dicho poder más allá de la capacidad de participación que oferta el ámbito institucional, se necesita construir una verdadera ciudadanía. Es decir, tener una actitud crítica, propositiva y participativa, que conlleve a trascender las desigualdades, exclusiones, discriminaciones, apatía y escepticismo cívico, lastres que nos inmovilizan y paralizan socialmente, como algunos sociólogos han señalado.

El actual momento político en Michoacán es un buen pretexto para demostrar nuestro poder para incidir y transformar nuestra realidad. Deberemos romper paradigmas castrantes y participar decidida, frontal y abiertamente en la construcción emotivamente creativa del tipo de sociedad que queremos.

Quizá tendríamos que apropiarnos de la consigna de alguna candidata que pregona: “¡Rompamos el silencio…!”. Pero no votando, sino botando. Es decir, dar muestras de la poca afinidad que tenemos a un sistema que aspira a la democracia pero que disfraza nuestra ciudadanía como un voto. Mientras, aquellos por los que votamos, botan la posibilidad de vivir la figura de consulta popular, herramienta indispensable para vivenciar la participación social en la toma de decisiones que realmente nos interesan.

Ahora que los candidatos piden nuestro voto, es el momento perfecto para darles una pequeña muestra de nuestro poder, simplemente botándolos. Haciéndoles ver que en un verdadero Estado soberano el poder está en el pueblo, no en falsas representaciones populares enquistadas en la mezquindad y el egoísmo.

Es botándolos como será visible la importancia que tiene para nosotros los verdaderos valores de la democracia; el Estado de derecho; la sociedad civil y particularmente los grupos vulnerables y vulnerados; el pluralismo político; la diversidad ideológica, cultural, sexual y étnica; los principios de soberanía, gobernabilidad democrática e igualdad ante la ley; el derecho a la libertad, a la estabilidad, a la justicia, a la paz, a vivir y disfrutar de un entorno natural sano; los valores humanos y; las libertades fundamentales como personas y sociedad.

Botándolos les haremos ver que nosotros si poseemos principios morales y éticos acrecentados y enriquecidos después de años de insufribles decepciones ya intolerables. Botándolos demostraremos que estamos dispuestos a luchar por la descentralización política que implica una reorganización del poder con y de la gente. Botándolos entenderán que tenemos la capacidad de gestar y construir nuestros propios sueños colectivos, transitando desde lo local hasta lo nacional y viceversa, sin perder legitimidad ante el Estado, más bien con él.

Estás en la opción de votar por quien creas que cubrirá tus expectativas. Pero si crees que alguna o alguno olvidó sus compromisos, bótalo; si dan muestras de corrupción, bótalo; si responde a intereses ajenos a los propios de su encargo, bótalo; si da muestras de tiranía y abuso del poder, bótalo; si sigue apostando por la sangre, bótalo; si pondera el interés nacional sobre el extranjero, bótalo. Es decir, como reflejo fiel de tu conciencia social bota, bota, bota. Ya nos enseñaron a votar, ahora aprendamos, desarrollemos y tengamos el valor civil de “botar”.

palarcon@oikos.unam.mx