Francisco RIVAS LINARES
En 1929 José Vasconcelos decidió
contender por la presidencia de la república. En uno de sus actos proselitistas
se encontraba arengando al pueblo para que le concediera su voto. En el clímax
de su exposición, un vendedor de globos dejó escapar un globo, el que al tomar
altura llamó la atención de la gente distrayéndola de lo que exponía el orador.
José Vasconcelos al verse
impotente para recuperar la motivación del auditorio, sintiéndose víctima del
desdén lanzó un sonoro grito que hizo voltear a más de uno: ¡Pueblo globero!
En la columna política del 28 de
febrero del presente año, abordé el tema relativo a “la sociedad del
espectáculo”, tesis planteada inicialmente por el filósofo francés Guy Debord
para alertar a los ciudadanos sobre el procedimiento que suelen emplear los
grupos de poder para distraer a la sociedad de asuntos de mayor relevancia.
Otro filósofo, Noam Chomsky, ha
identificado diez estrategias de manipulación mediática. En la primera que
menciona, identificada como “La estrategia de la distracción”, nos advierte: “El elemento primordial de
control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la
atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos
por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o
inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.”
Pues bien, a manera de
introducción he traído las tres citas anteriores para referirme al tema de la
columna política de este viernes.
En tanto diputados y senadores de
la federación se dedicaban a saquear a la patria, el sistema nos mantuvo
embelesados como auténtico país globero con diversos tinglados espectaculares.
La estrategia de la distracción nos confirmó como una moderna sociedad del
espectáculo.
Los medios de comunicación se
reforzaron como instrumentos al servicio del poder político-económico,
distanciando al ciudadano de lo público a través de la propaganda. De este
modo, y sin recurrir a la violencia, lograba vigilar y controlar el entorno
social.
Del piojo Herrera a mamá Rosa,
pasando por el doctor Mireles, han sido hasta ahora los tres factores para
mantener en vilo nuestra enajenación; en tanto, los fieles servidores de las
trasnacionales votaban la entrega del sector energético de la nación.
Ayunando el buen juicio, la
insensatez ejerció su dominio. Se desplaza a Pemex y a la CFE de sus
actividades centrales: exploración y extracción en el caso de Pemex, y
generación de la electricidad en el de la CFE.
Se avaló el uso de la técnica de
fractura hidráulica para extraer gas del subsuelo, a pesar de ser considerada
una técnica depredadora y dañina para la salud, el subsuelo, las tierras
superficiales y para los derechos de las comunidades, ya que la propiedad privada
pasó a segundo término al considerar que las actividades de exploración y
extracción de hidrocarburos son de interés social y de orden público en grado
preferencial. Al efecto, se valieron de engaños verbales al trocar la palabra
expropiación por “ocupación temporal” y “servidumbre legal”.
La generación y suministro de
energía eléctrica dejará de ser considerada como servicio público, abriendo la
participación de la iniciativa privada. Se eliminan los subsidios generalizados
en tarifas eléctricas para dar paso a una política de subsidios focalizados,
afectando así al 98% de los usuarios residenciales.
Reporte Índigo, en su edición
digital 555, dio a conocer empresas y nombres de personajes que se verán
altamente beneficiadas con los acontecimientos reformistas. Por cuanto a las
empresas, se encuentran Grupo Diavaz, OHL, Ienova, Iberdrola, Jacobs Engineering
Group, y Oro Negro.
Los personajes: Oscar Vázquez
Sentíes, Pedro Aspe Armella, José Andrés de Oteysa, Carlos Ruíz Sacristán,
Jesús Reyes Heroles González Garza, Gerogina Kessel, Juan José Suárez Coppel,
Gonzalo Gil White, José Antonio Cañedo White y Emilio Lozoya Thalman, "todos
ellos empleados de las trasnacionales de energía ya mencionadas y que llegaron
en su momento a ser poderosos secretarios de estado en nuestro país."
Las masas no sólo son
globeras y propensas a la credulidad, también tienden a permitir pasivamente el
saqueo, la corrupción, la destrucción y el escarnio. ¿Hasta cuándo nos daremos
cuenta que corrupción no es solo robar, sino también es premiar la ineficiencia
con nuestro silencio?
UNA PERSONAS DESAPARECIDA ES UNA AUSENCIA QUE
DOLERÁ TODA LA VIDA.
POR
LOS DESAPARECIDOS DE MICHOACÁN: ¡VIVOS SE LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS!
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