domingo, 27 de septiembre de 2009

La valentía de los hondureños antigolpistas


Un payaso callejero posa en Tegucigalpa junto a soldados que vigilan una marcha opositora.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El léxico de los políticos


Entender el lenguaje de los políticos es asunto de invertir el significado de sus palabras. Es decir, que donde dicen LO UNO debemos entenderlo como LO OTRO. Desde los tiempos clásicos ya se esbozaban estudios sobre el léxico utilizado por quienes ejercen cualquier forma de poder. En la obra histórica de Tácito, titulada ANNALES, hay un capítulo dedicado a las pasiones políticas dominantes en esta clase de personajes.
En el prólogo de la obra citada, el autor esboza la función del léxico político. Trataré de explicarlo para alcanzar a entender lo que hemos estado escuchando en los mensajes reiterativos de nuestros gobernantes.
Cuando esta casta dirige sus mensajes, siempre lo hacen hacia un público que está ausente. En nuestro caso, ellos se encuentran frente a grupos restringidos, o bien en los espacios acondicionados al efecto, acompañado de asesores, maquillistas y expertos en diseño y composición de imágenes. Nosotros, los receptores, estaremos frente a los aparatos de difusión masiva, privados de apreciar gestos primarios y reacciones inmediatas del emisor del mensaje.
Esta ventaja le brinda la oportunidad al político de liberarse de sus inseguridades y sus miedos; además, le permite el uso de recursos psicológicos y formales para captar la simpatía de quienes lo ven y escuchan.
Siempre se dicen impulsados por fuerzas ajenas a su persona: la pobreza, el sufrimiento, la inseguridad, las calamidades y dolencias son males y circunstancias que padecen únicamente los gobernados. Y en función de otorgarles el alivio que demandan, se deciden por opciones que -lejos de aminorárselos- se los acentúan.
Es célebre la respuesta que da María Antonieta de Austria, reina de Francia, cuando le informan que el pueblo tiene hambre porque carece de pan, respondiendo que en todo caso comieran pasteles.
Felipe Calderón hizo una aseveración tan insulsa como la de tal realeza. Ante las protestas crecientes que han provocado su pretendida reducción de subsidios a servicios y el incremento notable de la pobreza, aseguró que los pobres podrían “ahorrar dinero contante y sonante” consumiendo menos agua y menos electricidad.
También nos dice que aumentará la cobertura universal de los servicios de salud; pero se contradice en su proyecto de egresos, al plantear una reducción del 46% en la inversión de nuevas clínicas y hospitales, restringiendo así la cobertura del seguro popular.
El lenguaje de los políticos, asevera Tácito, está plagado de contradicciones profundas conscientes o inconscientes, aunque obedecen a una ideología específica de la cual sí tienen plena conciencia. Por eso el recurso reiterativo de ciertas expresiones clave, cuya ubicación en la estructura del mensaje hacen cambiar el sentido del mismo o da lugar a interpretaciones diversas.
También suelen hablar en tercera persona, es decir, Felipe Calderón habla de Felipe Caderón. El presidente de México habla de la presidencia de México. El gobernador del estado habla del gobierno del estado. Escuchamos a “Juanito” hablar de “Juanito”, delegado electo por Iztapalapa. Y de esta manera evaden compromisos directos.
El léxico del político abarca tres etapas: Su campaña electoral, el primer año de ejercicio del poder y la primera crisis a que tiene que hacer frente. Los tres momentos le servirán para construir o reconstruir las relaciones de poder.
Concluyo: Estamos entrampados entre una caterva de políticos “pop”: Hablan para el pueblo pero trabajan para los ricos. Juntan rencores y sofocan impaciencias. Políticos que se explican en el contexto de su indignidad.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Petulancia y Dignidad.

(Aquí aparecen dos cartas. Una, llena de improperios insolentes, denotan la arrogancia de su autor: Alazraki. La otra, de la periodista y escritora Pilar Ramírez, da respuesta a la primera. En ella se aprecia el contraste, pues tiene decencia y educación. Vale)


Carta de Carlos Alazraki a los aspirantes a maestros reprobados.

Estimados maestros:
Ya estoy empezando a entender el porqué de las cosas que nos están pasando en nuestro querido México.
Ahora sí estoy entendiendo el porqué de los atrasos de nuestros niños.
Ya entendí el porqué países más fregados que nosotros están mucho mejor que nosotros en materia educativa.
Ya entendí el porqué de tanta delincuencia juvenil.
Ya entendí por qué tenemos a tantos salvajes manejando por esta ciudad.
Ya entendí el porqué de tantos policías corruptos.
Entendí por qué tanta drogadicción entre nuestros jóvenes.
Es más, hasta por qué somos tan bultos en las Olimpiadas.
¡Claro!, ahora sí está más claro el porqué de lo mucho de lo que nos está pasando, ¡¡¡¡¡¡Se los debemos a ustedes!!!!!!
¿Cómo es posible que de 71,000 aspirantes a una plaza 20 en el servicio docente, 2 de cada 3 candidatos reprobaran?
¿Cómo es posible que de 53,406 aspirantes que salieron graduados de las escuelas Normales, solamente 3 de cada 10 solicitantes aprobaron su examen para una plaza?
Y para el colmo de los colmos:
¿Cómo es posible que de los 17,648 maestros activos -sin plaza- solamente 7,150 aprobaron?
Y que además -como premio- ninguno de los 17,648 maestros activos... ¡¡¡¡¡¡haya perdido su trabajo!!!!!!
Y todavía quieren heredar y vender su plaza, negándole a Recién Egresados y gente capacitada una oportunidad, si bien trabajaron por años, también por años se les PAGO su salario la mayoría de sus veces INMERECIDAMENTE
son unos desvergonzados.
O sea maestros, burros o no, seguirán dándole clases a nuestros hijos...
Este es el panorama...
Maestros reprobados, dándole clases a nuestros hijos... ¡Qué horror!
Y luego nos preguntamos el porqué estamos como estamos...
Ahí está la respuesta:
Nuestros niños no están preparados...
Nuestros niños entran muy mal preparados a las secundarias.
Todo gracias a ustedes.
Pero esto no les importa, ¿verdad?
¡Por supuesto que no!
Es mucho mejor marchar por las calles del país que educarlos bien.
Es mejor bloquear carreteras, no permitir que la gente abra sus comercios y ponerse en huelga sin importar el tiempo que los niños se queden sin escuela, que prepararlos mejor.
Tienen razón...
Es mejor bloquear carreteras para exigir un aumento de sueldo que no merecen.
Es mejor tener una lideresa vitalicia que se la pase grillando todos los días, que abrir a la democracia a su sindicato.
Es mejor que los 2 sindicatos de maestros sigan peleándose entre sí que analizar de cómo mejorar el nivel de la educación.
Maestros reprobados:
Tengo pavor por el futuro de México, si es que ustedes van a seguir dando clases.
Tengo pavor que un país tan maravilloso como el nuestro, sea desplazado por países más disciplinados y conscientes que nosotros.
Tengo pavor que -como en las Olimpiadas- México sume fracaso tras fracaso en la competencia mundial.
Y todo porque no hay una buena educación.
Ni física ni mental.
Es aberrante que ustedes, bola de fracasados, pretendan enseñarles a nuestros hijos como triunfar.
México no los merece.
Sean conscientes de lo que ustedes significan para nuestros hijos y prepárense mejor.
Con todos los recursos que tenemos, con toda la información disponible de que disponemos, no es normal que hayan reprobado.
Pero en fin...
No es culpa suya nada más...
Es culpa de un sistema que ya se agotó hace 20 años y que el poder no sabe cómo cambiar.
En fin, qué le vamos hacer...
Este es otro triste capítulo de la odiada obra:
'Por eso Estamos como Estamos'...


Carta a Carlos Alazraki
La política en tacones
11 de septiembre de 2009
Pilar Ramírez

Señor Carlos Alazraki:

Ahora que usted y otros personajes de la vida pública de México están poniendo de moda –quizá reponiendo- la relación epistolar para opinar sobre hechos de interés general, me sumaré a esta saludable nueva costumbre para hacerle saber mi punto de vista sobre su carta a los maestros. Su misiva es un duro reclamo a los maestros que reprobaron el examen para obtener una plaza, escrita con más enojo que reflexión y quizá por ello profundamente injusta. Puede ser la misma razón por la que comienza usted su carta con una mentira, pues su contenido contradice lo de “estimados maestros”; yo sé que es una convención, pero en ciertas ocasiones es mejor dejarlas de lado. Por mi parte, he comenzado esta carta simplemente con su nombre, porque no tengo ningún motivo para estimarle, en cambio, le respeto porque se ha ganado usted un lugar en el ámbito profesional en el que se desempeña.
Ser un prestigiado publicista, sin embargo, no le califica necesariamente para analizar la situación de la educación en nuestro país. En su escrito culpa a los maestros de la delincuencia, de la drogadicción, del fracaso en las Olimpiadas y de otros males sociales por el hecho de que el 67% de los aspirantes a obtener una plaza de maestro reprobó el examen y de que muchos de los reprobados continuarán dando clase.
Podríamos decir que esos aspirantes a maestros fueron preparados por otros malos maestros y éstos a su vez por otros parecidos, así hasta echarle la culpa a Trucutú. En lugar de eso, podríamos considerar los muchos problemas que revelan estos resultados.
Se ha especulado sobre las características del diseño del examen, recalco que se ha especulado, porque la Secretaría de Educación Pública desde el año anterior ofreció que daría a conocer el examen y no lo hizo. Es el secreto mejor guardado del sistema educativo, igual que los exámenes de Ceneval con los que se evalúa a los estudiantes. Si el gobierno federal tiene ocho mil 192 plazas y 71 mil aspirantes, resulta lógico pensar que el examen es una manera conveniente de trasladar la responsabilidad a los sustentantes para minimizar las protestas por la insuficiencia de plazas. La “profesión de Estado” parece agotada. Las plazas no alcanzan ni para los poco más de 17 mil que sí aprobaron el examen.
Es cierto que los maestros no tienen la preparación adecuada, son lamentables los resultados, pero, ¿no sería mejor utilizar esos resultados positivamente para diseñar una capacitación que aborde las áreas en las que se observan deficiencias, en lugar de solamente exhibir a los maestros?, ¿no deberían las escuelas normales estar recibiendo información puntual de los aspectos en los que sus alumnos no están bien preparados?, ¿no deberían los propios sustentantes recibir su examen calificado para saber exactamente en qué fallaron?
Las mismas escuelas normales a las que ahora se les apunta como culpables, son las que han formado a los maestros que trabajan en las escuelas particulares, como en las que usted estudió. Lo que hace la diferencia es que en muchas de ellas sí se les exige a los docentes y se le da rumbo a su desempeño profesional; es decir, el panorama cambia cuando hay dirección clara y objetivos. Nuestro país no necesita maestros apóstoles sino buenos profesionales de la educación, buena capacitación y un modelo educativo que no adopte modas teóricas de manera acrítica, para tener una oportunidad mínima de neutralizar los problemas asociados a la masividad de la educación, las deficiencias ancestrales, las repercusiones de la vida sindical y la influencia de los medios.
A mí también me parece lamentable la mala preparación de los maestros, pero, señor Alazraki, le tengo una mala noticia, los maestros mal preparados no son sólo aquellos que bloquean carreteras para exigir aumento de suelo. Están en todos lados, muchos de ellos ni siquiera se interesan en la política, no leen ni un libro al año, como lo demuestran algunas encuestas de lectura, la mayoría no hace uso de las nuevas tecnologías para actualizarse sino que las utiliza para actividades básicas como comunicarse con la telefonía celular o visitar páginas de entretenimiento y enviar correos con cadenas, ven telenovelas, consumen grandes cantidades de futbol, de nota roja y le creen todo a Javier Alatorre o a cualquier otro conductor de la “tele”. Vamos, algunos que lean su carta, verán el nombre de Carlos Alazraki por primera vez.
Me refiero a esas grandes capas de la población que viven subyugadas por la publicidad. Sí, se trata exactamente de todos aquellos que usted, con sus exitosas campañas publicitarias ha contribuido a sumir en ese mundo de simulación que es el deseo de alcanzar bienes que nos ofrecen status, los que se han creído que “todo México es territorio Telcel” y que la telefonía celular sirve, no para comunicarse, sino para presumir el modelo de teléfono con más funciones porque eso les da un mejor lugar en el mundo. Son los mismos que consumen las cervezas que su exitosa agencia anuncia y se sientan frente a un televisor a ver partidos de futbol, los mismos que votaron porque los convenció el eslogan “Bienestar para tu familia” que usted acuñó y que festejaron su ingeniosa frase “Dale un madrazo al dedazo”, en síntesis, allí está buena parte de la “bola de fracasados” como los llama usted.
El problema de la educación, señor Alazraki es tan complejo que le aseguro que no se resolverá sólo culpando a los maestros, aunque no niego la responsabilidad individual en esta capacitación insuficiente. Me pregunto si alguna vez ha visitado usted una escuela unitaria. De ésas en que, como dice un conocido, un solo maestro es el director, el maestro, el intendente, el líder sindical, el agremiado y la secretaria que es novia del director. Son escuelas alejadas de los centros urbanos, donde los niños de primero a sexto de primaria están en el mismo grupo y a cargo de un maestro. También le podría sugerir visitar las escuelas de zonas indígenas o ésas donde los maestros hacen dos o tres horas de camino, buena parte de él a pie, o bien aquellas donde los maestros son amenazados por los narcos para que cooperen con ellos. En ellas, y son muchas, los maestros, burros o no, como usted afirma, son los que sostienen la educación que recibe la población más desprotegida del país, la mayoría de las veces por un salario miserable.
Su carta, muchos la festejarán, no en balde la escribió Carlos Alazraki, el exitosísimo y prestigiado publicista. Pero eso no le quita, como le digo, lo injusta. Estaré en espera de su carta a las autoridades educativas.
ramirez.pilar@gmail.com

miércoles, 9 de septiembre de 2009

UN PROGRAMA INFAME


Los vientos sembrados ya están desatando tormentas. Y parece importarle poco o nada al habitante de Los Pinos. La patria es un navío al garete por falta de un capitán audaz, inteligente y con sentido común.

Secuestrado por los grupos del poder económico Calderón ha decidido mantener su divorcio con la base social. Se identifica con las élites, más que con los grupos marginados. Se esmera por servir a la potestad de los magnates, aún y cuando se demeriten la alimentación, la salud y la educación de los gobernados.

En los tiempos de la opulencia, los oligarcas se sirven con abundancia para engordar sus arcas personales. En los de escasez les endosan a los pobres el pago de sus derroches irresponsables. En síntesis, aquéllos se emborracharon en la prosperidad del petróleo del foxiato, y ahora los menesterosos pagaremos la “cruda”.

Pero expresemos algunos referentes que aparecen en la Propuesta de Programa Económico 2010, un documento que en 23 páginas estampan nuestro padecer futuro.

Para cubrir el boquete de casi 300 mil millones de pesos que dejarán de ingresar a la hacienda federal el próximo año, se presentan cambios tributarios del tenor siguiente:

• Todos los bienes y servicios, incluyendo alimentos y medicinas, pagarán un impuesto de 2%. A esta carga fiscal le han llamado, cínicamente, “Contribución para el combate a la pobreza”.

• Se incrementa en 2% el impuesto sobre la renta; por lo que, a partir del 2010 se pagará 30% de tributo

• Los depósitos en efectivo que se hagan en los bancos y que excedan de 15 mil pesos, pagarán el 2% de gravamen.

• Pagarán un impuesto de 4% los usuarios de las telecomunicaciones, cuyos servicios básicos son la telefonía fija y móvil, internet y televisión por cable.

• Se regresa a los incrementos graduales de los precios de gasolina, gas y electricidad. El incremento al diesel se mantiene.

• Se incorpora una cuota fija de 80 centavos a las cajetillas de cigarros, misma que se incrementará gradualmente durante cuatro años hasta llegar a dos pesos.

• La cerveza pagará un impuesto del 28%

• Juegos y sorteos (lotería, melate, apuestas, etc) pagarán una carga fiscal del 30%

• Las bebidas alcohólicas pagarán una cuota adicional de tres pesos por litro.


• Plantea la desaparición de tres secretarías, el ajuste a gastos de administración, operación y servicios personales.


Es notorio el sostenimiento de los privilegios a las clases pudientes, pues seguirán sin pagar impuesto alguno las ganancias obtenidas por los operadores de la Bolsa de Valores y se mantienen intocables los privilegios fiscales de los dueños del gran capital.

Además, Felipe Calderón y su gabinete económico, olvidaron dos datos importantes: Nuestra moneda se ha depreciado hasta en un 35% y las familias de menor capacidad invierten hasta el 80% en alimentos y medicinas.

El tema da para mucho más. Seguiremos abordando el análisis de esto que nos complica la existencia. Terminaré con un estribillo popular, aludiendo a los tres primeros años del sexenio de Calderón: “Si de un tercio este es el fruto, ¡huy, huy, huy! pues qué bruto”.

jueves, 3 de septiembre de 2009

FUTBOL: RECURSO MANIPULADOR


(Colaboración para el programa "Micrófono Abierto" transmitido el jueves 3 de septiembre de 2009 en la estación de radio XEI de la ciudad de Morelia, Michoacán)

Confieso ser un ignorante total en temas deportivos, más aún si de fútbol se trata, donde mi ser ignaro alcanza el espacio expresivo del poeta argentino Jorge Luis Borges al preguntarse ¿por qué en el fútbol 22 hombres corren detrás de una pelota, en lugar de comprar 22 pelotas?

Sin embargo me voy a tomar la libertad de esbozar algunas ideas sobre este deporte de masas, pretextando los próximos encuentros de la selección mexicana contra las de sus iguales de Costa Rica y Honduras. No pretendo agredir a ningún aficionado de cepa. Mi propósito es ubicarme en otra perspectiva de análisis.

Cuenta Eduardo Galeano, el escritor uruguayo autor de “Las venas abiertas de América”, ese libro que alcanzó niveles óptimos de venta después que el controvertido presidente venezolano Hugo Chávez se lo obsequiara al de Estados Unidos Barack Obama, que en cierta ocasión se encontró con un grupo de niños que venían de jugar el fútbol soccer cantando, sudorosos y felices, el estribillo: “Ganamos. Perdimos. Todos nos divertimos”. Así lo refiere en la solapa de su ensayo “El fútbol a sol y sombra”, narraciones cortas que le sirven para contrastar acontecimientos históricos del mundo con el empleo ideológico y mediático del deporte futbolero.

En los barrios de antaño se solían juntar niños y adolescentes para divertirse jugando al fútbol. Ellos trazaban las estrategias, elaboraban sus sorteos de competencia, elegían de entre el grupo los integrantes de los equipos; y al azar de la moneda al viento, se decidía la elección del terreno y el saque inicial. Todos jugaban, ninguno padecía la humillación de ser excluido por muy malo y torpe que fuera.

Al concluir nadie perdía, nadie ganaba, pues el propósito sustantivo era divertirse. Después del encuentro se respiraba aún más el aire de la amistad estrecha, la hermandad solidaria, la suplantación del “yo” por el “nosotros”. Por eso el estribillo: “Ganamos. Perdimos. Todos nos divertimos”.

El problema principió cuando los adultos comenzaron a involucrarse en tales cuestiones lúdicas. Se erigieron en sus técnicos y clasificaron a los jugadores en “buenos” y “malos”, convirtiéndolos en “titulares” y “reservas”. Ya no era cosa de divertirse sino de ganar-ganar. Conseguir el triunfo a toda costa. Por eso los gritos que azuzan. Las entradas innobles. Los enojos que agreden. Los rostros congestionados. La derrota hunde en la humillación de la humildad. El triunfo, en cambio, enaltece la soberbia.

Y de la alegría surgió el negocio millonario de unos cuantos, se construyó el mundo lucrativo del deporte. Llegó el mercado de las piernas y del jugador utilitario. La cosificación del hombre-mercancía. Más lo peor: el empleo manipulador que se le dio para distanciar a las masas de los problemas fundamentales.

Así se deformó al deporte para convertirlo en fetiche, una fuente indispensable de distracción para quienes ostentan el poder sobre el dominio de las mayorías. Los campos deportivos se transformaron en espacios para la catarsis de las frustraciones y desahogos de la impotencia.

Los medios de comunicación han contribuido al impacto social del futbol soccer. Si analizáramos la sociología del deporte, coincidiríamos con la aseveración de que “el espectáculo deportivo es una verdadera fábrica de sentimientos masivos”, enconados por los instrumentos multimedia que buscan el beneficio económico de grupos empresariales e influir ideológicamente.

El futbol ha sido funcional para la política, pues aprovechando la cualidad de héroes que los aficionados conceden a determinados jugadores, éstos son utilizados para enajenar a las masas, tratándolos y manipulándolos en beneficio de quienes buscan escalar por los peldaños del dominio.

En estos tiempos aciagos en que los políticos se regodean en cínicos auto-elogios, todos debemos de tener la cabeza fría y los pies calientes para negarnos a la manipulación mediática del deporte, a fin de que no nos separen de la realidad dolorosa.

En fin… la materia es abundante y el espacio breve. Dejo para la reflexión lo que aquí he dicho.

martes, 1 de septiembre de 2009

Reinventando el currículum y la praxis educativa. (Una expresión crítica)


El jueves 20 de agosto se realizó la primera reunión de directivos de educación básica con la Secretaria Graciela Carmina Andrade García Peláez. Ahí se les hizo entrega del documento Reinventando el currículum y la praxis educativa. Guía para la reflexión pedagógica.
Después de leer los contenidos de tal documento, me permito expresar los juicios siguientes:
Parte Primera
A finales de los setentas y principios de los ochentas, la Secretaría de Educación Pública optó por convertir las academias de docentes en encuentros “guiados”. Anterior a tal imposición, tales eventos eran organizados por los propios docentes. Sus contenidos y procedimientos de desarrollo los decidíamos por líneas de conocimiento. Las autoridades participaban únicamente como facilitadores por cuanto a la consecución del espacio y la aportación de materiales. Los propios docentes escogíamos, entre los integrantes de la academia, al expositor. También optábamos por invitar a quienes fueran ajenos a la zona escolar, si los considerábamos como expertos en la didáctica de temas específicos.
Pues bien, la modalidad de convertirlos en encuentros guiados tenía un carácter preventivo para las autoridades: evitar que las susodichas academias se convirtieran en campos fértiles para la disidencia. Eran tiempos de la descentralización de la Normal Superior de México y los brigadistas se encontraban por toda la república muy activos. Además, no olvidemos que en 1979 la Coordinadora de Trabajadores de la Educación estaba surgiendo.
De manera que los “nuevos estilos “que fueron impuestos obedecían a un trasfondo político. Y así llegamos a las “academias guiadas”. No obstante la resistencia inicial, terminamos por asumirlas.
Al realizar la primera revisión del documento, planteé las preguntas siguientes: ¿Quién o quiénes lo elaboraron? ¿Bajo qué diagnóstico procedieron a estructurar sus contenidos? ¿Cuáles fueron los supuestos que les permitieron calibrar los tiempos? ¿Por qué eligieron lecturas sujetas a una línea de pensamiento, sin presentar contrastes, si se trataba de impulsar la reflexión? ¿Quién es el autor de la lectura del anexo 4? La lectura de la página 20, “La organización escolar”, ¿quién la escribió y qué facilita la contrastación solicitada?
Cuando se elaboran documentos para aplicarlos en talleres profesionales, el autor o autores están compareciendo de alguna manera ante sus receptores. Escudarse en el anonimato para descargar la responsabilidad cabal en una institución, denota inseguridad e inconsistencia en lo que elaboraron; y por lo tanto, se desvanece su valor académico.
En el fondo y la forma del documento predomina el pensamiento lineal, pues durante su desarrollo se va construyendo una forma de pensar, predisponiendo a la toma de posiciones fuera de la lógica del campo laboral en que se desenvuelven los participantes.
La toma de conciencia queda nulificada al presentar un solo consenso: el rechazo a la ACE per se. No hay otra opción que permita a los participantes del taller establecer comparativos y equilibrios. Ello niega al pluralismo al impedir la construcción de los disensos.
Confieso que no soy un apologista de la Alianza por la Calidad de la Educación; pero tal condición no me otorga facultades para impedir que mis interlocutores conozcan otros puntos de vista. Por lo tanto, considero que al no ofrecer la diversidad que se reclama para la reflexión, ésta no se dará y, por tanto, el propósito del documento de marras se cancela.
Parte Segunda
Cuando el Abogado Marco Antonio Aguilar Cortés asumió la titularidad de la Secretaría de Educación en el Estado, en una de sus muchas intervenciones aseveró que era necesario alfabetizar a quienes aún se encontraban en la obscuridad de la ignorancia, para que supieran que con la “I” se escribe Independencia y con la “S” Soberanía.
La intención significativa de lo expresado es obvia: Con la alfabetización se garantiza la plenitud del ejercicio de la libertad. Parece ser una alusión tácita a la teoría de Paulo Freire.
La Maestra en Ciencias Graciela Carmina Andrade García Peláez, en su mensaje que aparece al inicio del documento “Reinventando el currículum y la praxis educativa”, después de divagar entre ideas pretensoras por construir conciencia del desastre educativo, se auto-cuestiona: ¿qué hacer? Y se responde: “Enfocar nuestro mejores esfuerzos para iniciar en el aula el corazón valiente (sic) que transforme cotidiana y prospectivamente la realidad pedagógica, afectiva y humana de miles de infantes y sus familias. Levantar día a día, con la plastilina y el cálculo diferencial (sic) las alternativas reales de una posible, deseable y urgente mejor educación. (Las negritas son mías)
Tres recursos para transformar “cotidiana y prospectivamente” nuestra incipiente realidad pedagógica, el desvanecido afecto y la tendiente deshumanización, consecuencia última de nuestra escasa valoración ética. Tal es el trípode donde se apoyará “la posible, deseable y urgente” calidad educativa, aunque tal basamento resulte enclenque, maleable y sensiblero en grado sumo.
Pero revisemos los juicios que anteceden a la respuesta, más allá de sus recursos tropológicos.
Refiriéndose a la inversión que se aplica al ramo educativo (un décimo del PIB, García Peláez dixit), el referente “la mayor parte de los gobiernos del mundo” es ambigua e imprecisa. ¿Por qué no se hizo referencia a los países integrantes de la OCDE, con los cuales está en competencia el nuestro? Un panel de datos hubiera sido suficiente para apreciar la diferencia abismal que existe por cuanto al porcentaje del gasto aplicado a los diferentes niveles educativos y su inversión por alumno.
Asegura que la educación se encuentra “sentada en el banquillo de los acusados”. Si acusar es culpar, ¿cuál o cuáles son las culpas que se le atribuyen a tal acción social? ¿Acaso se le puede responsabilizar que las naciones no hayan definido el proyecto y modelo de la humanidad y su futuro? ¿El diseño educativo de cada país no se construye conforme a la colectividad que gobierna, sus características culturales y la significación concedida por quienes la asumen?
Ahora bien. Someter a escrutinio los desvaríos de las autoridades, implica una discusión en la que se confrontan las ideas no sólo pedagógicas, sino políticas, laborales, sindicales y todos los factores que inciden en el hecho educativo. No olvidemos que todo razonamiento tiene como requisito previo la actitud crítica, aplicando criterios de causalidad; y los problemas, que repercuten en el campo educacional, son polifactoriales.
Por lo tanto, si “de todo discutimos, menos de la situación real que están viviendo nuestros infantes y jóvenes”, y lo real es ajeno a los elementos que originan la crisis educativa que preocupa, ¿a qué realidad se refiere? ¿Los “aprendizajes de vida y desarrollo psico-afectivos se divorcian de los otros factores desequilibrantes? ¿A partir de qué deberíamos contextualizar lo que se solicita en la primera sesión?
Finalmente el llamado para que los docentes, a través de la conjunción de sus voluntades logren construir vidas plenas y felices, sería una expresión recursiva digna de Miguel Ángel Cornejo o Cuauhtémoc Sánchez.
Parte Tercera
Tres talleres de cinco horas cada uno para totalizar quince pero que, traducidos a la posibilidad real de trabajo, se reduce a doce horas, tiempo en el que los talleristas deberán:
1. Analizar el contexto internacional, nacional y estatal (político, social, económico, educativo, etc.)
2. Analizar los resultados educativos del estado, municipio y de las escuelas en que laboran.
3. Identificar la problemática a la que se enfrentan en su práctica educativa, incluyendo los efectos de las reformas estructurales.
4. Realizar un análisis crítico de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE), registrando datos y factores internos y externos, su impacto pedagógico y sus resultados. Además, sus efectos en la política educativa del estado y la práctica del docente. Así mismo, contextualizarla en el ámbito internacional y nacional.
5. Describir y analizar la situación actual de sus escuelas por cuanto a: crecimiento de la matrícula, reprobación, deserción y eficiencia terminal. Identificar los factores que inciden.
6. Reflexionar sobre la práctica educativa de los talleristas desde que se iniciaron en el servicio hasta el momento actual, incorporando –al efecto- categorías de análisis.
7. Analizar con sentido crítico las diversas propuestas curriculares contemporáneas.
8. Identificar los problemas que enfrentan los docentes para integrar un currículum acorde a las necesidades de los alumnos.
9. Confrontar las diferentes apreciaciones sobre la reforma educativa.
10. Diseñar procesos organizativos en los que se articulen las diversas propuestas de mejora educativa, considerando los elementos de la propuesta alternativa que se ofrece.
11. Elaborar el plan anual de trabajo por centro escolar, grado o asignatura, considerando el entorno sociocultural del centro escolar, la participación comunitaria, la contextualización del currículum, la innovación de las prácticas educativas y la ejecución de procesos intersectoriales de los tres niveles de gobierno.
12. Instalar el colectivo pedagógico, definiendo fechas de reunión por escuela, zona y región.
Lo anterior se acompaña con actividades de lectura y registros en cuadros de concentración.
Ahora debemos respondernos todos: ¿cabe la posibilidad de dar cumplimiento a todo lo que se pretende en los tiempos señalados?
ALGUNAS PUNTUALIZACIONES
• Los excesos han sido el principal obstáculo para desarrollar con éxito este tipo de talleres.
• No se considera la heterogeneidad de los participantes, lo que hace que sea más limitado el trabajo al impedir la integración de un verdadero cuerpo académico.
• El esquema conductista que aflora en los talleres, provoca un rechazo inicial. Más aún cuando se sabe que todo proviene de un(os) ilustre(s) desconocido(s) que diseña(n) y evalúa(n) oficinescamente.
• Los tiempos son reducidos frente a la sobrecarga de actividades.
• No se considera la deficiente formación en investigación de la que muchos de los participantes adolecen.
• No hay un equilibrio entre los contenidos y tiempos de cada una de las sesiones.
• No se definen las formas de evaluación de las tres sesiones-taller. Quienes lo diseñaron deberían tener indicadores para saber en qué medida se alcanzó la meta deseable.
• Cuando no se tienen recursos para responder a la requisitoria del problema educativo, emana el recurso de la “ocurrencia”.
Fiel a mi identidad, dejo la presente aportación para efectos de debate.