viernes, 28 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Sólo la pobreza engendra violencia
Francisco RIVAS LINARES
“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido”. Milán Kundera.
El dos de diciembre se dieron a
conocer cifras oficiales sobre la pobreza en nuestro país. De los 116 millones
900 mil habitantes de nuestro territorio, 11 millones 700 mil personas en
pobreza extrema; 52 millones en pobreza moderada; 28 millones de mexicanos sin
acceso a la alimentación y 81 millones de personas con al menos una carencia social:
salud, educación, vivienda o seguridad social.
Tal es la herencia dejada por
el gobierno de Felipe Calderón Hinojoza, el presidente que se solazaba en su
arrogante slogan “vivir mejor”, el hombre de las “manos limpias”, quien se
entronizó “haiga sido como haiga sido”, según su dicho.
Los datos están registrados en
el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2012, el cual fue elaborado por el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. El mismo documento
identifica a las diez entidades que sufren el más alto grado de rezago social.
Chiapas en primer término, seguido de Veracruz, Estado de México, Oaxaca,
Guerrero, Puebla, Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí y Jalisco.
Si el flagelo de la pobreza es
considerado como un estado violatorio de los derechos humanos, tal violación no
para sólo en ella. Durante la administración desastrosa de Calderón, el poder
adquisitivo de nuestra moneda cayó en un 43%. El salario mínimo no alcanza para
adquirir la canasta alimentaria recomendable, que consta de 35 productos con
los nutrientes mínimos necesarios, pues para que una familia promedio compuesta
de 3.5 personas requiere un ingreso de 15 salarios mínimos.
Estos datos se reportan en el
documento denominado “Poder adquisitivo del salario y la precarización del
nivel de vida de los trabajadores en México 2012”, elaborado por el Centro de
Análisis Multidisciplinario de la UNAM.
El hambre es mala consejera,
dice el proverbio, dando a entender que cuando la necesidad es extrema se
llegan a cometer actos censurables, de poca o nula meditación. Y poco a poco se
va despertando el México bárbaro.
Quiero en esta colaboración
mantener firme la memoria de dos acontecimientos que nos llenan de oprobio a
todos los mexicanos. El domingo anterior, 16 de diciembre, se cumplieron dos
años del asesinato de Marisela Escobedo. Una de las muchas mujeres que vivieron
y viven el drama de la desaparición y/o asesinato de sus hijos. Marisela
Escobedo fue arrojada al activismo para buscar la justicia que le fue negada a
su hija Ruby Frayle, asesinada por Rafael Barraza Bocanegra.
Se quedo plasmada en la memoria
la imagen de su indefensa figura correr hacia las puertas de Palacio de
Gobierno de Chihuahua y ser asesinada en medio de la calle por un sicario
contratado para tal propósito.
Mañana, 22 de diciembre se
cumplen 15 años de la masacre de Acteal en Chiapas. 45 indígenas fueron
masacrados por una fuerza paramilitar, mientras oraban por la paz en una ermita
del municipio de Chenalhó.
Dice la escritora Susana Tamaro
que “…los muertos no pesan tanto por su ausencia, sino por aquello que entre
ellos y nosotros no fue dicho.”
Por eso, en honor a la expresión, hoy lo grito: ¡Justicia para
Marisela Escobedo! ¡Justicia para los indígenas de Acteal!
domingo, 16 de diciembre de 2012
Imita México el modelo educativo fallido de los estadounidenses: experto
Promueven examen estandar y hacer de la enseñanza pública un sector de lucro, señala.
David Brooks, corresponsal
Publicado: 16/12/2012 10:22
Publicado: 16/12/2012 10:22
Nueva York. El profesor William Ayers, veterano luchador por la educación pública democrática, denuncia que las reformas en el sector que se promueven en Estados Unidos buscan minar la “voz colectiva” de los maestros, privatizar la administración de un recurso público y reducir la enseñanza a un examen estandarizado.
Señala que México y otros países que están copiando parte del modelo que se impulsa aquí “deberían entender un par de cosas: una, se reduce la educación a algo que sólo se centra en un muy estrecho espectro cognitivo, en lugar de que sea una introducción robusta y amplia de los aspectos humanizantes de la cultura entera”.
Ilustra: “no me puedo imaginar a los Obama diciendo a sus hijas:‘nos gustaría llevarlas al concierto, a clases de violín, al equipo de natación, al ballet, al club de ajedrez, pero sólo lo haremos si se comprueba que eso elevará sus calificaciones en los exámenes’. Eso es una locura, ningún padre privilegiado diría tal cosa; entonces, ¿por qué se lo decimos a un niño afroestadunidense en Brooklyn? Es un insulto y lo más lejos de la democracia. Por eso, esa reducción del currículum, eso de deshacerse de las artes, de educación física, todo eso tendrá consecuencias desastrosas a largo plazo si uno desea vivir en una sociedad humanizada y democrática.
“La segunda consecuencia que estamos viendo es que se está desalentando a toda la mejor gente que desea ingresar al magisterio. El modelo de enseñanza que promueve Arne Duncan (secretario de educación de Obama) es de tres años y para fuera”, explica.
Ese modelo es uno en el cual se contrata a jóvenes capacitados rápidamente mediante programas como Teach for America, con la idea de que sólo trabajarán pocos años antes de ser abogados u tener otra profesión.
“Eso es una catástrofe. Ser maestro es la única profesión en Estados Unidos donde tener experiencia y antigüedad es considerado un déficit. También es la única profesión donde 50 por ciento de nuestros egresados de escuelas de pedagogía deja de enseñar después de cinco años. Si eso ocurriera en las escuelas de leyes y de medicina, tendríamos una emergencia nacional.”
Las reformas en el sector minan además una “educación humana y democrática”, afirma en entrevista con La Jornada.
Ayers, distinguido profesor de la Universidad de Illinois en Chicago (recién jubilado), fundador de organizaciones de reforma escolar y vicepresidente de la división de estudios curriculares de la Asociación Estadunidense de Investigación Educacional, ha escrito libros y numerosos artículos sobre el tema y su relación con la democracia y la justicia social (publicados en revistas de educación de Harvard y Columbia, en el New York Times y en revistas progresistas).
El experto ofrece un diagnóstico sobre el gran debate en torno a las reformas del sector que se han promovido durante la última década en Estados Unidos. Relata que líderes políticos y empresariales han ganado esta discusión porque lograron definir los términos.
“Cuando encuadras un tema de la manera que deseas, obtienes la respuesta que buscas. Cada vez que un político toma el micrófono y dice que necesitamos sacar a los maestros perezosos e incompetentes de las aulas, todos estarán de acuerdo. Pero si llego al micrófono primero y digo que todo estudiante de escuela pública merece tener un profesor pensante, intelectualmente desarrollado, moralmente apto, apasionado, bien descansado y remunerado, todos estarán de acuerdo también”, expresó.
El problema, en este contexto, es que “los poderosos, los Walton de Walmart, la Fundación de Bill Gates, tienen el micrófono, y han logrado encuadrar el tema como de incompetencia de los profesores”.
Al evaluar el impacto de eso, Ayers señala: “en lugar de apoyar a los maestros otorgándoles no sólo recursos físicos, sino también clases más reducidas, reformistas como Gates argumentan que los sindicatos del magisterio son el gran obstáculo para el progreso en las escuelas. ¿Adónde van con ese argumento? Esos reformistas tipo Gates desean, primero, destruir la voz colectiva de los profesores; segundo, imponer la administración privada de un recurso público, y tercero, definir el aprendizaje como una calificación en un examen estandarizado”.
Abunda: “en torno al asunto sindical, buenas condiciones de trabajo son buenas condiciones para la enseñanza, y buenas condiciones para la enseñanza son buenas condiciones para el aprendizaje”.
Por lo anterior, afirma, en una reforma del sistema escolar “los maestros tienen que participar. No son los únicos con buenas ideas, pero son centrales en cualquier solución”.
Ayers rechaza los términos del debate actual, en el cual se repite que sólo hay dos opciones, algo que de manera reiterada se ve en los grandes medios, “donde por un lado unos defienden los cosas como están y otros desean luchar contra los sindicatos y privatizar las escuelas. Eso es falso, nadie cree que sea aceptable cómo están las cosas en un lugar como Chicago. La pregunta es: ¿qué hacer?, y ¿cuáles deberían de ser las nuevas normas?
“Propongo una norma muy simple: que lo que la gente más privilegiada y más sabia desea para sus propios hijos, eso debería de ser la norma para los hijos de todos.
“Todos esos llamados ‘reformadores’ envían a sus hijos a escuelas que son muy diferentes a las que proponen para los hijos de otras personas. Nunca hay que confiar en un reformador que promueve para los hijos de otros lo que nunca permitiría para los suyos.”
Señala que cuando Barack Obama y su esposa vivían en Chicago enviaron a sus hijas a la misma escuela de los hijos de Ayers: la famosa Chicago Laboratory School, donde las clases tenían un cupo máximo de 15 estudiantes, con profesores no sólo respetados, sino sindicalizados y bien remunerados, con aulas con abundante material didáctico.
“Si es suficientemente bueno para las hijas de Obama y para los míos, ¿por qué no es esa la norma para los niños en el lado oeste (el más pobre) de Chicago? Ahí tenemos clases con hasta 40 estudiantes en segundo grado de primaria. Es atroz.”
Se le pidió su opinión sobre todos los datos y documentos elaborados por expertos que citan los reformadores empresariales y los políticos para promover sus iniciativas. Respondió: “nada de eso está basado en investigaciones. De hecho, las propuestas están basadas en la fe, no en hechos”.
Señala que México y otros países que están copiando parte del modelo que se impulsa aquí “deberían entender un par de cosas: una, se reduce la educación a algo que sólo se centra en un muy estrecho espectro cognitivo, en lugar de que sea una introducción robusta y amplia de los aspectos humanizantes de la cultura entera”.
Ilustra: “no me puedo imaginar a los Obama diciendo a sus hijas:‘nos gustaría llevarlas al concierto, a clases de violín, al equipo de natación, al ballet, al club de ajedrez, pero sólo lo haremos si se comprueba que eso elevará sus calificaciones en los exámenes’. Eso es una locura, ningún padre privilegiado diría tal cosa; entonces, ¿por qué se lo decimos a un niño afroestadunidense en Brooklyn? Es un insulto y lo más lejos de la democracia. Por eso, esa reducción del currículum, eso de deshacerse de las artes, de educación física, todo eso tendrá consecuencias desastrosas a largo plazo si uno desea vivir en una sociedad humanizada y democrática.
“La segunda consecuencia que estamos viendo es que se está desalentando a toda la mejor gente que desea ingresar al magisterio. El modelo de enseñanza que promueve Arne Duncan (secretario de educación de Obama) es de tres años y para fuera”, explica.
Ese modelo es uno en el cual se contrata a jóvenes capacitados rápidamente mediante programas como Teach for America, con la idea de que sólo trabajarán pocos años antes de ser abogados u tener otra profesión.
“Eso es una catástrofe. Ser maestro es la única profesión en Estados Unidos donde tener experiencia y antigüedad es considerado un déficit. También es la única profesión donde 50 por ciento de nuestros egresados de escuelas de pedagogía deja de enseñar después de cinco años. Si eso ocurriera en las escuelas de leyes y de medicina, tendríamos una emergencia nacional.”
Las reformas en el sector minan además una “educación humana y democrática”, afirma en entrevista con La Jornada.
Ayers, distinguido profesor de la Universidad de Illinois en Chicago (recién jubilado), fundador de organizaciones de reforma escolar y vicepresidente de la división de estudios curriculares de la Asociación Estadunidense de Investigación Educacional, ha escrito libros y numerosos artículos sobre el tema y su relación con la democracia y la justicia social (publicados en revistas de educación de Harvard y Columbia, en el New York Times y en revistas progresistas).
El experto ofrece un diagnóstico sobre el gran debate en torno a las reformas del sector que se han promovido durante la última década en Estados Unidos. Relata que líderes políticos y empresariales han ganado esta discusión porque lograron definir los términos.
“Cuando encuadras un tema de la manera que deseas, obtienes la respuesta que buscas. Cada vez que un político toma el micrófono y dice que necesitamos sacar a los maestros perezosos e incompetentes de las aulas, todos estarán de acuerdo. Pero si llego al micrófono primero y digo que todo estudiante de escuela pública merece tener un profesor pensante, intelectualmente desarrollado, moralmente apto, apasionado, bien descansado y remunerado, todos estarán de acuerdo también”, expresó.
El problema, en este contexto, es que “los poderosos, los Walton de Walmart, la Fundación de Bill Gates, tienen el micrófono, y han logrado encuadrar el tema como de incompetencia de los profesores”.
Al evaluar el impacto de eso, Ayers señala: “en lugar de apoyar a los maestros otorgándoles no sólo recursos físicos, sino también clases más reducidas, reformistas como Gates argumentan que los sindicatos del magisterio son el gran obstáculo para el progreso en las escuelas. ¿Adónde van con ese argumento? Esos reformistas tipo Gates desean, primero, destruir la voz colectiva de los profesores; segundo, imponer la administración privada de un recurso público, y tercero, definir el aprendizaje como una calificación en un examen estandarizado”.
Abunda: “en torno al asunto sindical, buenas condiciones de trabajo son buenas condiciones para la enseñanza, y buenas condiciones para la enseñanza son buenas condiciones para el aprendizaje”.
Por lo anterior, afirma, en una reforma del sistema escolar “los maestros tienen que participar. No son los únicos con buenas ideas, pero son centrales en cualquier solución”.
Ayers rechaza los términos del debate actual, en el cual se repite que sólo hay dos opciones, algo que de manera reiterada se ve en los grandes medios, “donde por un lado unos defienden los cosas como están y otros desean luchar contra los sindicatos y privatizar las escuelas. Eso es falso, nadie cree que sea aceptable cómo están las cosas en un lugar como Chicago. La pregunta es: ¿qué hacer?, y ¿cuáles deberían de ser las nuevas normas?
“Propongo una norma muy simple: que lo que la gente más privilegiada y más sabia desea para sus propios hijos, eso debería de ser la norma para los hijos de todos.
“Todos esos llamados ‘reformadores’ envían a sus hijos a escuelas que son muy diferentes a las que proponen para los hijos de otras personas. Nunca hay que confiar en un reformador que promueve para los hijos de otros lo que nunca permitiría para los suyos.”
Señala que cuando Barack Obama y su esposa vivían en Chicago enviaron a sus hijas a la misma escuela de los hijos de Ayers: la famosa Chicago Laboratory School, donde las clases tenían un cupo máximo de 15 estudiantes, con profesores no sólo respetados, sino sindicalizados y bien remunerados, con aulas con abundante material didáctico.
“Si es suficientemente bueno para las hijas de Obama y para los míos, ¿por qué no es esa la norma para los niños en el lado oeste (el más pobre) de Chicago? Ahí tenemos clases con hasta 40 estudiantes en segundo grado de primaria. Es atroz.”
Se le pidió su opinión sobre todos los datos y documentos elaborados por expertos que citan los reformadores empresariales y los políticos para promover sus iniciativas. Respondió: “nada de eso está basado en investigaciones. De hecho, las propuestas están basadas en la fe, no en hechos”.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Ooapas: Fraude que se endosa al pueblo
Francisco RIVAS LINARES
Cuando el poder político se
encuentra en grave situación para solucionar los remanentes deficitarios que
les heredan la o las administraciones que les antecedieron, no encuentran
fórmula más simple que la de aumentar los costos en los servicios o aumentar
los impuestos a productos de consumo; es decir, al pueblo le endosan el pago de
las torpezas cometidas por sus “iguales” de la casta política, naturalmente.
Lo anterior viene a colación
por el intento que se tiene de incrementar precisamente el pago del agua
potable en nuestro municipio, bajo el argumento de que la situación económica del
Ooapas se encuentra con un desbalance equivalente a 257 millones de pesos y una
deuda de 100 millones de pesos.
El profr. Wilfrido Lázaro
Medina, Presidente Municipal de Morelia, se queja de haber recibido el
organismo con un quebranto técnico como resultado de “una sola forma de hacer
las cosas”. Sin explicación de por medio sobre esa sola forma de hacer las
cosas, interpretamos que se refiere a la irresponsabilidad de los funcionarios
que se asignaron elevados sueldos, al 50% de los usuarios que tienen rezagos en
sus pagos y que no se ha hecho lo suficiente para obligarlos a cumplir con el
mismo, salvo el clásico ofrecimiento de la dispensa de recargos y multas que
obviamente repercuten negativamente en las finanzas; o bien, a las
condonaciones que conceden a organismos sociales.
También responsabiliza a las
dos últimas administraciones encabezadas por el señor Juan Luis Calderón
Hinojoza. De ser así, los usuarios no tenemos responsabilidad en tal quebranto;
luego entonces, ¿por qué tenemos que
pagar la estulticia del personaje citado? En todo caso que lo convoquen para
rendir cuentas y que se proceda en consecuencia.
Lamentablemente estos
gobiernos, tanto el estatal como el municipal, se la han pasado como la
zarzamora: llorando por los rincones. Repartiendo culpas, expresando cifras
millonarias deficitarias, pero hasta la
fecha no se han fincado responsables a personas con nombre y apellido. Eso,
además de restarle seriedad a los gobernantes, denota una “dejadez” que nos
perjudica a todos los gobernados.
Siempre suelen hablar de la
“aplicación estricta de la ley”. Otra expresión usual es aquella que dice
“nadie por encima de la ley”. Pero cuando los violadores de la misma son los
pertenecientes al círculo del poder, esa ley se prostituye y se impone la
impunidad. No así para el pueblo, a quien le han quitado la justicia dejándole
sólo la ley, a secas.
En lo personal, uno mi protesta
por ese intento de aumentar el costo del agua potable. Morelia ocupa el séptimo
lugar nacional en el alto cobro del servicio. No es justo que se abuse de los
usuarios, haciéndonos saldar las consecuencias de las ineptitudes, los
simplismos y descuidos magistrales de los funcionarios anteriores y actuales.
El científico Albert Einstein
solía decir que en el mundo sólo había dos cosas infinitas: el universo y la
estupidez humana. El aumento al agua encuadra perfectamente en esta última.
Facebook: Francisco Rivas Linares
Twitter: FranciscoRiva14
sábado, 8 de diciembre de 2012
LA BRUTALIDAD DE GOBIERNOS PRIMATES
Francisco Rivas Linares
"Sólo hay dos cosas infinitas en el mundo: el universo y la estupidez humana" A. Einstein.
Cuando en 1830 Francia decidió
invadir a Argelia, se justificó con una expresión tremebunda: Para combatir la
barbarie, hay que aplicar una barbarie mayor. Tal parece que el referido
enunciado ha sido el eje conductor aplicado por nuestras autoridades para
sofocar las protestas sociales.
Las evidencias así lo
demuestran. Son paradigmáticas las represiones a las protestas de los
ferrocarrileros y maestros de 1958-59; de los médicos, 1964; estudiantil, 1966,
1968 y 1971. Ahora parece que de aquél ogro filantrópico referido por Octavio
Paz, éste ha regresado pero con saña esquizofrénica.
Y nos encontramos nuevamente
ante el “eterno retorno de lo idéntico”, al que ya me he referido en otras
colaboraciones. El esquema torpe de los toletazos, gas lacrimógeno y granadas
de pimienta. Estas últimas tienen un atroz efecto, pues además de aturdir con
su fuerte detonación y liberar el agente pimienta, lanza múltiples proyectiles
de goma que en no pocas ocasiones han resultado letales.
El escenario político nos pinta
terrible. No atinamos a imaginar cuáles serán las soluciones a tanta
inconformidad acumulada durante tres décadas, por lo menos. Los entresijos del
poder nos hace cuestionar sobre sus
respuestas a una sociedad crispada por el crimen organizado, la pobreza galopante
y la desocupación acentuada. ¿Serán los procedimientos propios de los gorilas
que dominaron a naciones latinoamericanas a mediado del siglo pasado?
Cuando se instalan barreras de
contención en un contexto preventivo, no se justifica la aplicación de las
fuerzas represoras del Estado. Más cuando dichas barreras se aplican de manera
desproporcionada y abusiva, es obvio que ya en sí se constituyen en hechos de
provocación. Y el enfrentamiento es una de sus consecuencias. La adrenalina
obstruye el juicio y surgen los actos de barbarie que el Estado combate con una
barbarie mayor: la represión brutal y la persecución.
En la protesta social el Estado
no debe aplicar la premisa autoritaria que dice: “A la complejidad de los
procesos de inconformidad social, corresponde la complejidad de la violencia
del Estado.”
Los acontecimientos del pasado
primero de diciembre, alcanzaron niveles de violencia impredecibles dejando una
cicatriz difícil de restituir el tejido social. Quedará ya como efemérides
trágica, como si no tuviéramos bastantes fechas símbolo de tal naturaleza.
Concluyo citando al pensador
revolucionario Carlos Malato: “¡Sumisión! ¡Ah, no: revuelta y
protesta mientras sea el hombre carne de cañón, revuelta y protesta mientras la
mujer sea carne de placer! Por la rebeldía contra el dogma, el creyente se hizo
pensador; por la rebeldía contra la autoridad el ciudadano acabará por hacerse
hombre”
lunes, 29 de octubre de 2012
Michoacán con sus violencias
Dos conflictos que rayan en la
violencia se ventilan actualmente en nuestra entidad: El que controla el
régimen federal en su lucha contra la delincuencia organizada, y el que libra
el gobierno del estado en el ámbito educativo. Ambos se han posicionado de
manera preponderante en pláticas de corrillos, familiares o de café. Temas
controvertidos, sin duda alguna, cuando no hasta de fricción entre los
opinantes.
Hablemos del segundo caso. Lamentablemente cuando se violentan los elementos en conflicto, la primera víctima es la verdad. Cada quien maneja la propia. En tanto que algunos la reducen a una negativa de los estudiantes para recibir los conocimientos del idioma inglés y de computación, cuando lo cierto es que se trata de posponer por un año los cambios al plan de estudios, otros la enervan a una tentativa oficial por socavar los cimientos de las escuelas normales en el país, a partir de la aceptación de un modelo administrativo autoritario sustentado en el sistema empresarial de las competencias con enfoque productivista.
La educación es un territorio
en disputa, como bien lo dice el Maestro en Ciencias Políticas José Enrique
González Ruíz: el Estado la quiere conducir para controlar a la población; y la
población la quiere conducir para amarrar las manos al Estado. Y en esta pugna
de propósitos, se dirime actualmente el conflicto con los normalistas.
El asunto se agrava más aún,
cuando intervienen otros factores de poder con enfoques diversos a partir de
las consecuencias que va propiciando el conflicto por sí. La clase empresarial
lo enfoca en el detrimento de sus ganancias económicas. El gobierno lo calibra
en término de “costos políticos”. Y los estudiantes lo circunscriben al campo
de lo académico. Conciliar los tres será el punto clave del asunto.
Para ello, debemos aceptar en
principio que la juventud siempre se ha caracterizado por su condición rebelde
contra todo dictado del poder autoritario. Todo lo que se imponga a nivel
central. La juventud desea participar en las decisiones que les afecten su
futuro. Y esto no es una cuestión privativa de nuestro estado. Ahí están los
estudiantes chilenos, los manifestantes en Londres, los indignados en España,
el movimiento Yo Soy 132, los jóvenes activistas en Israel, Túnez, Siria,
Libia, etc.
Más aún. Si nos remontamos a
nuestra historia, muchos de los que se encuentran actualmente en la función
pública, llegaron a participar en actos de protesta y rebeldía durante su vida
estudiantil. Llegaron a lapidar el
frente del palacio de gobierno, incendiaban las motocicletas del departamento
de tránsito que solían estacionarse sobre la avenida Madero. ¿Ya se olvidaron
cuando en grupo llegaban a destruir el exterior del colegio Valladolid por
considerarlo emblema de la burguesía? ¿O cuando hacían destrozos en el interior
del Instituto Mexicano-Norteamericano, con quema de la bandera de los EEUU
incluida, en protesta por el bloqueo económico que éste país imponía a Cuba? ¿O
cuando llegaban a destruir las rotativas de un diario local, sólo por
considerarlo proclive al gobierno?
El gobierno represor llegó a
sacar al ejército de sus cuarteles, para sofocar su rebeldía. Y hubo muerto. Y
hubo heridos. Y se escuchaban las mismas expresiones oficiosas que hoy repiten:
Respeto al estado de derecho y aplicación estricta de la ley.
De ninguna manera pretendo
justificar lo que ha ocurrido en las normales del estado. Sólo demando que nos
expliquemos con criterios de causalidad el conflicto que se vive. Que nos
ubiquemos en el contexto justo tratando de identificar la fuente de la posición
radicalista. Si se globaliza el libre mercado, ¿por qué no globalizar la protesta?
Lejos de aplicar la pedagogía del escarmiento, hay que retirarnos del encono y tratemos
de dirimir el entuerto a partir de nuestra racionalidad, absteniéndonos de
utilizar el lenguaje maldito de la condena.
domingo, 28 de octubre de 2012
martes, 23 de octubre de 2012
Michoacán: La necesidad del diálogo
Por Francisco Rivas Linares
Cuando surge un problema entre
las personas o las instituciones, procuran dialogar para dirimir sus
diferencias. Unos y otros exponen sus percepciones, ideas y criterios en torno
al asunto que los distancia, tratando de llegar a un punto de acuerdo que los
concilie. Al efecto, deberán estar dispuestos no sólo a escuchar con respeto a
su disidente, tratando de comprender los puntos de razón que le asisten, sino
incluso ceder en proporciones de igualdad para alcanzar el entendimiento mutuo.
Pero cuando los interlocutores se
asumen con posturas dogmáticas, irreversibles, en las que cada cual se
considera como dueño de la verdad absoluta, se profundiza el problema y se
torna en conflicto. Ya no es la razón la que prevalece sino sentimientos de
rivalidad, provocando la ruptura de la comunicación o en su defecto disminuyendo
su calidad.
Es el momento en que surgen los
procedimientos de presión. Aquéllos, secuestrando vehículos, cerrando
carreteras, organizando marchas, todo con el ánimo de provocar el
involucramiento de la sociedad. Mientras que el otro interlocutor, amenaza con
el uso de la fuerza pública pues se sabe poseedora del monopolio de la
violencia legal, reservándose el momento de emplearla.
La expresión “el diálogo está
agotado” es el broquel para ambos. Ahora apuestan a la confrontación de sus
músculos: el empuje de las masas frente la fuerza represiva. La inteligencia se
margina. Y en medio de las tripas, queda la sociedad que limitada en el
conocimiento del problema, es susceptible del rumor y el chisme manipuladores.
Tanto el rumor como el chisme
son factores de control social y llegan a engendrar violencia. Son instrumentos
para contraponer o tergiversar los argumentos. Unos hablan del estado de
derecho y aplicación de la ley; en tanto
que los otros se erigen como defensores de la educación pública. Y surgen las
etiquetas, los adjetivos que desprestigian. Siembran el chisme de que los
estudiantes son vándalos, delincuentes, flojos; y al gobierno se le califica de
represor, incapaz e inútil. Todo apuntando a objetivos emocionales. De este modo,
o se retraen o se violentan más.
Cuando se llega a este punto de
alta beligerancia, se hace necesaria la presencia de un tercero que ayude a
restablecer la comunicación entre las partes confrontadas, a fin lograr la solución
o el control del conflicto.
Si es censurable el actuar de
los estudiantes, también lo será la del gobierno del estado. Ambas partes,
ayunos de inteligencia, dejan a la sociedad cautiva de sus arrebatos
emocionales. El enfrentamiento entre dos poderes, siempre deja secuelas y
heridas abiertas. Todos perdemos -y en
qué forma- en estas luchas intestinas de
nuestro estado.
No faltan los “cara de guerra”
que atizan al gobernador para que mantenga sus fuerzas represivas en acción. Lo
empujan a no ceder. Tampoco faltan quienes impulsan el ímpetu de rebeldía en
los estudiantes normalistas. Nosotros, como sociedad, debemos reclamar de las
partes la sensatez y la aplicación de la racionalidad. Unos y otros necesitan de
expresiones críticas, no reverenciales.
Está claro que en una lucha
entre elefantes, lo único que queda es el tiradero. ¿Quién lo levantará?
viernes, 21 de septiembre de 2012
La hipocresía de la filantropía (la forma en la que el sistema mantiene el statu quo)
Autor:
Pijamasurf
Al tiempo que los millonarios del
mundo se unen en un acto masivo de altruismo, el genial filósofo Slavoj Zizek
nos recuerda que no nos vayamos con la finta: la filantropía del capitalismo,
paradójicamente, es parte de lo que preserva la desigualdad.
Al tiempo que los multimillonarios de Estados Unidos se unen para promover
un acto percibido como digno de inigualable loor y lisonja, en el que anuncian
que donarán la mitad de su riqueza a la caridad, cae como anillo al dedo este
video del filósofo esloveno Slavoj Zizek. No para descartar su acto como una
mera manipulación o una agenda oculta, pero sí para formar una conciencia
crítica de lo que sucede y sobre cómo opera la lógica de la filantropía: además
de ser una forma de pagar impuestos y a la vez reforzar la marca y la persona
moral, es también una forma del sistema, que genera la miseria, de
autoperpetuarse (incluso a quien no entienda el inglés, recomendamos ver el
video).
En el capitalismo cultural la caridad es parte
del sistema económico. Antes existía una división entre la caridad y el
capital, se ganaba dinero y luego este se regresaba como caridad, pero ahora se
han borrado las fronteras y son parte del mismo acto, se fusiona la caridad con
el consumo. Cuando compras algo el deber de hacer algo para los demás o para el
ambiente ya está incluido en la compra —como en Starbucks, donde no compras
algo, compras dentro de algo, compras toda una supuesta ética del café, por
ejemplo, “el buen karma como moneda de cambio”, en el acto de comprar se compra
la redención como consumidor: mientras me tomo este café estoy “salvando” a los
niños en Micronesia (por otra parte existe un chantaje semántico de que la
caridad salva, la caridad que solo se representa en forma de dinero: la idea de
que el dinero salva).
Zizek nos dice que el acto egoísta del consumo ya
incluye el precio de su opuesto, el opuesto que nos hace sentir bien.
Luego el filósofo cita un ensayo de Oscar Wilde, The
Soul of Man Under Socialism, y nos dice: “es más fácil tener empatía con sufrimiento que tener
empatía con pensamiento”. La gente se ve envuelta por los horrores de la
pobreza y es inevitable que se conmuevan con admirable pero mal dirigidas
intenciones y se imponen la tarea seria y sentimental de remediar los males que
ven, pero sus remedios no curan ese mal, solo lo prolongan, sus remedios son
parte de la enfermedad, quieren solucionar los problemas de la pobreza
manteniendo a la gente pobre viva o divirtiéndolos, pero esto no es una
solución, es solo un agravante de la dificultad, el objetivo adecuado es
reconstruir la sociedad de tal forma que la pobreza sea imposible —y las
virtudes altruistas han impedido este objetivo. El peor dueño de esclavos es el
que era amable con sus esclavos, ya que impedía que se dieran cuenta de los
horrores del sistema e impedía que fueran entendidos por aquellos que lo
contemplaban. La filantropía degrada y de-moraliza: es inmoral utilizar
la propiedad privada para aliviar los horribles males que resultan de la
institución de la propiedad privada.
La filantropía “es el ultimo intento desesperado
de hacer que el capitalismo funcione para el socialismo [...], hace 30 años
soñábamos con el socialismo con un rostro humano [...], hoy se intenta hacer el
capitalismo global con un rostro humano, tenemos las reglas básicas y los
hacemos un poco más tolerante y humano”.
Zizek afirma que no está en contra de la caridad
—en un sentido abstracto es mejor que nada—, pero hay un sentido hipócrita que
tenemos que hacer consciente, existe una paradoja: se repara con la
mano izquierda lo que se destruye con la mano derecha. Y Cita de nuevo
a Wilde: “Si operas a un niño estará mejor pero en la misma situación que lo
produjo”.
En este sentido la filantropía, el atruismo y la
“caridad” contribuyen a mantener el statu quo en el cual la miseria y la
enajenación son inevitables; son como un búmerang de oro: las grandes empresas
y los multimillonarios “regresan a la sociedad” porque de esta forma aseguran
que el sistema que les dio su fortuna permanecerá más tiempo (el sistema estará
más sano). Este Juramento del Dar que proviene de los Rockefeller, de Bill
Gates, etc., es, ante todo, una inversión para que el mundo que han construido
y que encabezan siga en marcha. Por esto Zizek esboza un “suave apocalipsis”,
pero “no como lo del 2012″: solo una transformación radical de las estructuras
podría sustancialmente cambiar las cosas para las personas que “salvamos” o
ayudamos con la caridad monetaria y, para que esto suceda, posiblemente el
sistema en el que vivimos deba de destruirse.
viernes, 14 de septiembre de 2012
EL SERVILISMO DE ALEJANDRO LUNA RAMOS
"El final fue el retorcimiento cuasi orgásmico del cuerpo de Luna Ramos, presidente del tribunal federal electoral, su mirada embelesada y su sonrisa servil, al hacer entrega a EPN de su constancia de presidente electo." Julio Boltvinik
domingo, 29 de julio de 2012
sábado, 19 de mayo de 2012
lunes, 30 de abril de 2012
PRONUNCIAMIENTO
Lic. Felipe Calderón Hinojosa, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Lic. Marisela Morales, procuradora general de la República.
Dr. Javier Duarte Ochoa, gobernador del estado de Veracruz.
Lic. Felipe Amadeo Flores Espinosa, titular de la Procuraduría General de Justicia del estado de Veracruz.
BASTA YA DE IMPUNIDAD EN LOS CRÍMENES CONTRA PERIODISTAS.
Los ciudadanos y periodistas reunidos este domingo 29 de abril expresamos nuestra consternación e indignación por el asesinato de la compañera Regina Martínez, profesional del periodismo, maestra de varias generaciones, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz.
Su crimen no es un hecho aislado. Se suma a la lista de cinco asesinatos contra periodistas, ocurridos desde 2010, en el estado de Veracruz, según han reconocido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Defensa de los Derechos Humanos.
Son los casos de Miguel Angel López Velasco, columnista y subdirector editorial de Notiver, y el de su hijo Misael López, fotógrafo del mismo medio (20 junio de 2010); de Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista de Notiver (25 de julio de 2010); del hallazgo del cuerpo de Noel López Olguín, reportero de Horizonte y La Verdad (1 de junio de 2011); y el de Evaristo Ortega Zárate, editor del semanario Espacio de Colipa, desaparecido desde abril de 2010.
Todos estos crímenes se mantienen impunes. Veracruz se ha convertido en una de las entidades de más alto riesgo para el ejercicio periodístico, a pesar de las reiteradas promesas y compromisos del gobierno estatal por esclarecer estos homicidios.
A estos hechos se suman la ola reciente de criminalización de usuarios de redes sociales y las presiones constantes contra periodistas y medios, cuya función principal es informar a la sociedad veracruzana.
El asesinato de Regina Martínez constituye también el síntoma de una de las peores épocas para el ejercicio periodístico en todo el país. Más de 70 crímenes, desapariciones y amenazas de muerte se han sumado en este sexenio. Tan sólo en 2011, la organización Artículo 19 contabilizó 172 casos de amenazas y agravios contra periodistas. De nada han valido los compromisos de palabra, ni la creación de fiscalías o leyes para la protección de los periodistas. México se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para los informadores.
Por esta razón, reiteramos que no se trata de un crimen aislado sino resultado de un contexto reiterado de abusos, impunidad y amenazas contra la libertad de expresión y el derecho a la información en México.
Matar a periodistas es silenciar a la sociedad. No sólo se afecta a un gremio o a un medio en específico. Se violenta el derecho a la información de todos los mexicanos, uno de los elementos sustanciales de cualquier régimen que aspire a ser democrático. La peor ley de la censura es la del silenciamiento por la vía del asesinato. Y a ese silenciamiento se suma la falta de justicia y de esclarecimiento en cada uno de estos crímenes.
Por esta razón, quienes nos hemos reunido en el Distrito Federal, en Morelia, en Jalapa, en Puebla y en otras ciudades de la República nos unimos a un reclamo: Basta ya de Impunidad en los Crímenes contra Periodistas.
domingo, 29 de abril de 2012
Pateando la escalera del crecimiento
Les paso una entrevista que le hice al economista coreano de Cambridge Ha Joon Chang y que se publicó el 26-7 en iEco. Chang es un economista heterodoxo que se hizo conocido por sus artículos y libros donde critica el discurso de los países ricos que recomiendan a los países periféricos no utilizar las políticas que ellos utilizaron para crecer. Su libro más conocido es “Kicking away the ladder”, pateando la escalera. Esta es una expresión acuñada por Friedrich List, el periodista y economista de la escuela histórica alemana, que abogó en la primera mitad del siglo XIX por la unificación alemana y el proteccionismo para la industrialización. List decía que al recomendar el liberalismo, Gran Bretaña pretendía patear la escalera que había utilizado para crecer para que otros no le siguieran el paso. List había estado a principios de siglo en EE.UU. y conocido el Informe sobre Manufacturas de Alexander Hamilton, el primer Secretario del Tesoro del país, que recomendaba el proteccionismo para la industrialización. Política que siguió EE.UU hasta la Segunda Posguerra, cuando comenzó a patear la escalera del proteccionismo, salvo para los países aliados estratégicos como Japón, Corea del Sur o Taiwán, a los que les toleró el proteccionismoy estatismo hasta los setenta.
En este punto se impone un comentario: cualquier medida de protección o subsidio para el crecimiento debe estar acompañada de compromisos de las empresas beneficiadas en términos de exportaciones, innovación tecnológica, empleo, o lo que se decida. La ayuda indiscriminada sólo crea rentas e ineficiencias. En los modelos asiáticos esto estuvo bien manejado (Ver por ejemplo los trabajos de Peter Evans o Meredith Woo-Cumings, entre otros).
Por ejemplo, apelando a la figura de Hamilton de “industria infantil”, si a un infante no se le exige cumplimiento de pautas como buen comportamiento, estudio, etc. se puede crear un parásito de la familia y de la sociedad, y en el peor de los casos, un depredador. En Latinoamérica las políticas de industrialización tuvieron mucho de criar infantes rentísticos y parasitarios, por eso su fracaso y su mala fama.
Chang es Lector en Political Economy of Development, Faculty of Economics, University of Cambridge. Autor de numerosos artículos y libros sobre políticas de industrialización, entre ellos Kicking Away the Ladder y Bad Sammaritans.
Otro tema, antes de la entrevista: acaba de salir mi libro en dos tomitos, “El estallido de la superburbuja”, sobre la crisis financiera, en la colección Clave Para Todos de Capital Intelectual. Está en los quioscos.
Dice Chang: “Hay una creencia generalizada de que desde la Gran Bretaña del siglo XVIII, todos los países económicamente exitosos, tal vez con la excepción de Japón, crecieron bajo la influencia del libre comercio y el libre mercado. Pero lo que pasó en realidad es lo contrario. A partir del siglo XVIII en Gran Bretaña, no todos, pero casi todos los países económicamente exitosos crecieron sobre la base de la intervención del Estado. Y ahora esos países quieren convencer a los que quieren industrializarse, que adopten el liberalismo” Así razona Ha-Joong Chang, economista coreano y profesor en la muy británica Cambridge University, que sostiene que no se puede pensar en política económica sin tener en cuenta la historia.
Chang irrumpió con fuerza en el mundo de la economía heterodoxa con su libro “Kicking Away the Ladder. Development Strategy in historical perspective” donde explica como los países industrializados le recomiendan a los menos avanzados que adopten el liberalismo y que “pateen” las escaleras de las políticas públicas que utilizaron para trepar hacia la industrialización.
La expresión fue acuñada por Friedrich List, abogado de la industrialización alemana en la primera mitad del siglo XIX, quien en su obra “El sistema nacional de economía política” sostuvo que es muy común que cuando alguien alcanza la grandeza, patea la escalera que utilizó para llegar allí, para que otros no le sigan el camino.
Chang, vino a Buenos Aires, para un congreso convocado por la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA) y frustrado por la Gripe A, pero igual se dio tiempo para hablar de su nuevo libro “Bad Sammaritans.The mith of free trade and the secret history of capitalism”, donde continúa y amplía su exposición sobre las políticas estatales de industrialización en los países actualmente más avanzados (Hay edición en castellano de AEDA-Universidad de Quilmes).
Refiriéndose a esas intervenciones, Chan explica que en muchas ocasiones, el Estado reguló y dirigió al sector productivo, aportó protección para las industrias locales, restringió la inversión extranjera directa. Durante todo el siglo XVIII y la mayor parte del XIX Gran Bretaña fue la economía más protectora del mundo, igual que los Estados Unidos entre mediados del siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial. Es decir, hicieron todo lo que los países ricos les dicen a los países en desarrollo que no tienen que hacer.
La pregunta es, entonces, porqué en la actualidad el mercado no puede conducir a la industrialización de los países más rezagados, porqué las señales del mercado o la conducta de los empresarios en función de su propio interés no conduce a un objetivo virtuoso de crecimiento. Según el economista, esto se debe por una parte, a que lo que es racional para cada individuo o empresa no lo es necesariamente para el conjunto. Por ejemplo, un espectador de cine puede ver mejor la pantalla parado que sentado. Pero si todos los espectadores se paran, todos ven igual o peor. Esto se denomina falacia de composición, por la cual la suma de los objetivos de maximización individuales no conducen a una maximización del conjunto. La función del estado es, precisamente, lograr que los objetivos individuales deriven en el crecimiento del conjunto.
Otro ejemplo: En una economía puede ser muy racional para cada inversor, poner dinero en actividades ya existentes basadas en recursos naturales. Pero puede haber alternativas de inversión en industrias que no ofrecen beneficios inmediatos pero pueden darlos en el futuro, proporcionando un beneficio social mayor que las actividades dominantes en el presente. Es estado puede, en ese caso, promover las inversiones en los sectores con futuro. Un caso concreto: en los años sesenta el estado japonés promovió la inversión en el sector automotriz, en momentos en que no parecía tener perspectivas, pero que, en no mucho tiempo se convirtió en muy competitivo.
En este punto, Chang se refiere a los caminos divergentes de Argentina y de su propio país. En los años sesenta, explica, el ingreso per cápita de Corea del Sur era de 20 dólares y en Argentina era 100 dólares. Argentina era cinco veces más rica que Corea del Sur, pero ahora el ingreso per capita de Argentina es la mitad del de Corea del Sur, ¿Por qué? Porque Argentina siguió exportando productos agrícolas, mientras que Corea del Sur invirtió para fabricar autos y semiconductores. A nivel individual, a los capitalistas argentinos les fue bien y ganaron dinero, pero colectivamente, el país se atrasó.
Para ahondar en el tema, Chan se remonta a una historia más antigua: las diferentes posturas de política económica de dos padres de la Patria de Estados Unidos: Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro, y Thomas Jefferson, tercer presidente de ese país. Jefferson era un gran hacendado del Sur, liberal en lo político y en lo económico, que se oponía a cualquier impuesto a la agricultura y al proteccionismo destinado a resguardar a las ineficientes manufacturas yanquis.
Hamilton, por su parte, elaboró un Informe sobre Manufacturas de su país –en el cual se inspiró al alemán List en su paso por EE.UU.- a partir del cual recomendó el proteccionismo para desarrollar las “industrias infantiles”. El proteccionismo se estableció primero en el Norte, y después de la Guerra Civil en todo el país, durante el siglo XIX, persistiendo incluso hasta la Segunda Posguerra. Sin Estados Unidos no hubiera seguido la política de Hamilton para las industrias infantiles, sostiene Chang, el país no hubiera tenido el mismo desarrollo industrial.
Chang tiene también algo que decir sobre la liberalización de la economía coreana en los noventa y sus efectos. En esos años, Corea del Sur comenzó una liberalización de su sistema financiero, que profundizó luego de la crisis de 1997, en parte por las presiones del FMI, pero también porque sectores del país creen que ese modelo es el mejor.
Antes de los cambios los bancos estaban obligados a prestar parte de su cartera a empresas productivas, y el 90% de los créditos bancarios eran para ese tipo de empresas. Luego de la liberalización el porcentaje bajó al 40%. El resto va a créditos más seguros y rentables como créditos personales o préstamos hipotecarios.
Otra desregulación fue que, como parte de la política de racionalización de las empresas, se admitió la compra hostil de firmas, por lo cual las éstas se han vuelto muy conservadoras y, en lugar de derramar dinero en inversiones de riesgo, lo conservan. Pone el caso de Samsung que por mucho tiempo derivó ganancias de actividades tradicionales hacia las tecnológicamente más avanzadas que estaba desarrollando pero en las que perdía dinero. Esas estrategias son ahora menos viables y eso se traduce en menor crecimiento.
Gripe “A” mediante, el profesor Ha-Joon Chang volverá a la Argentina en agosto, para retomar el congreso suspendido y exponer sobre políticas de industrialización.
(Artículo de Julio Sevares. Publicado en weblogs.clarin.com el 1o. agosto de 2009)
sábado, 14 de abril de 2012
INSTRUCTIVO PARA LAS PORRAS A PEÑA NIETO
jueves, 29 de marzo de 2012
Fausto y... ¿el parto de los montes?
(Foto: La Jornada Michoacán)
Francisco RIVAS LINARES
“Parturient montes, nascetur ridiculus mus”
(Parieron los montes y nació un ridículo ratón)
Horacio. Epístola a los Pisones.
Cuando una delegación irlandesa se presentó ante el Premio Nobel de Literatura Bernard Shaw para contarle lo mucho de los sufrimientos que les endilgaba su gobernante, les respondió en tono enérgico: “Ser maltratado no es un mérito”. Con tal enunciado el escritor los incitó a dejar el papel de plañideros y procedieran contra quien les causaba tales tribulaciones.
La anécdota viene a propósito por la actitud que está asumiendo el actual gobierno frente a lo que se vislumbra como un fraude a las finanzas públicas, pues desde el primer día de su gestión ha estado denunciando las calamidades financieras endosadas por Leonel Godoy.
Diariamente nos desayunamos con cifras diferentes, declaraciones quejumbrosas, lamentos sostenidos y premoniciones adversas, generando una incertidumbre social que, aunado a la ansiedad creada por la inseguridad prevaleciente, siembra dudas sobre la intencionalidad de tan repetidas revelaciones.
¿Qué es lo que subyace en las reiteradas delaciones? En mi derecho a especular diría que nos están administrando la información a fin de mantener como noticia cotidiana el multicitado fraude con fines puramente electoreros.
Fausto Vallejo se declaró desde siempre peñanietista, el candidato de su partido a la Presidencia; sus pretensiones, por tanto, podrían ser predecibles: recuperar Michoacán como baluarte del PRI y entregarlo en bandeja a Enrique Peña Nieto. Eso a partir del desprestigio que carga como rémora una izquierda que no supo gobernar durante los diez años que tuvo el poder.
Pero sería un tránsito equivocado. Difundir repetidamente el vilipendio de un gobierno anterior que dejó secuelas fraudulentas, puede causar un efecto bumerang y terminar la serpiente por morderse la cola.
En la política se habla mucho y se calla mucho. Los fraudes que se han denunciado con escandalera de órdago, han terminado siempre en arreglos ocultos y sin ser dichos. Se disimula el desfallecimiento de las convicciones y los afanes de servicio en bien de la sociedad gobernada, dando paso a un pragmatismo insultante.
Ejemplos: Humberto Moreira en Coahuila, Ulises Ruíz en Oaxaca, Amalia García en Zacatecas, Mario Marín en Puebla y Fidel Herrera en Veracruz, por citar los últimos, y que fueron denunciados por corrupción en detrimento de la hacienda pública. Terminaron en la impunidad. La justicia se cebó en sus funcionarios menores, y ellos siguen floreciendo en una clase política yerma de moral y de pudor.
El parto de los montes, esa fábula de Esopo que nos da a entender que lo que se anuncia con tremendismo resulta ser un vulgar esperpento, se acopla a lo que estoy comentando. De manera que las consecuencias de lo mucho que se nos está diciendo, debemos tomarlo con reservas pues la estrategia está expuesta: primero se denuncian los desvíos, se critica a los ya ausentes, y luego el denunciante se envuelve en la bandera del heroísmo en aras de un falso prestigio partidista. Es el “Chapulín Colorado” de la sátira de Roberto Gómez Bolaños.
Felipe Calderón empezó el bochinche para beneficiar a su partido que postulaba a Luisa María, Cocoa, en las elecciones pasadas. Pero no le alcanzó la sonajera y los beneficiarios fueron los de enfrente. Se cumplió el refrán popular: Unos ponen el bayo y otros son los que lo ensillan”
En fin, señor gobernador, ser maltratado no es un mérito. Ya debe definir el qué hacer ante el fraude que denuncia. Proceda. No vaya a usar las puertas traseras de la excepción negociada.
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martes, 28 de febrero de 2012
El eterno retorno de lo idéntico(Nietzsche): De panzazo
Francisco Rivas Linares
“La verdad lastima y debe lastimar. Cuando
no lastima, es sospechosa. A lo mejor por
eso prefiero decírmela en silencio. Ya es
hora de darse cuenta de la ruina a la que
hemos llegado.” Enrique Maza. Escritor
Sólo quien adolezca de autismo social pudiera quedar sorprendido ante las evidencias presentadas en el “documental” De panzazo. Nada queda expuesto en la pantalla que no sea ya del dominio público, respecto a las rémoras que arrastra nuestro sistema educativo: mediocridad, ausentismo, indiferencia, indisciplina, ocio, tortuosidad burocrática, “aviadores”, “comisionados”, condescendencia descarada entre gobierno y sindicato, prevalente corrupción y manipulación, etc.
Bastante literatura se ha publicado al respecto y mucho se ha comentado en los medios. También películas y otros documentales han salido al mercado: Un mexicano más, basada en la novela de Juan Sánchez Andraka, y Un granito de arena, por citar sólo dos.
En De panzazo las exposiciones se hacen sin considerar criterios de causalidad, sólo fácticos, quedando reducidas al escándalo y evadiendo las respuestas que reclaman lo que se cuestiona. Y aunque Loret de Mola pretenda desempeñar el rol simbólico del Pepe Grillo despertador de conciencias, logra sólo engendrar impotencia para modificar el rumbo.
Instalada la inquietud por la pobreza de resultados en la educación, quedamos ajenos a otras situaciones que afectan la eficacia del servicio: formación deficiente del magisterio; contenidos curriculares que no estimulan la independencia intelectual para resolver problemas complejos; inversión mínima per cápita por alumno; inequidad social que se refleja en la pobreza; familias disfuncionales; corporativismo pragmático; efectos de los medios de comunicación social que transmiten mensajes significativos, generando conductas discordantes a la realidad; instalaciones insuficientes y pésimas; carencia de materiales; deserción galopante; escamoteo de recursos a favor de la educación aprobados por el Congreso, etc.
Organizaciones internacionales han puntualizado sobre estas deficiencias, con la omisa atención de las autoridades. Ella estigmatiza a los maestros como los responsables únicos del fracaso y los enfrenta a la sociedad en general.
Foros, debates, análisis, investigaciones y mesas redondas se llevan a efecto con la intención de identificar los problemas que inciden en los malos resultados de la educación. Sin embargo todo queda en una burda simulación, puesto que sus conclusiones y demandas sólo son para el boletín o ‘la nota’ y enseguida remitirlas al archivo muerto de la dependencia.
Y después de todo ¿qué se espera de la exhibición del documental si los charlatanes de la educación se mantienen inamovibles? La retórica huera volverá a la palestra mitinera de los candidatos. Otra vez el insustancial compromiso de una educación de calidad. Pero, como bien dice Eduardo Andere, analista y escritor sobre temas educativos: “…en la historia de la política educativa, el debate de las campañas nos entregará ‘mucho ruido y pocas nueces’”
Finalmente, los realizadores del documental De panzazo tuvieron tan poca creatividad que lo estructuraron con mucha similitud al documental que critica el sistema educativo de Estados Unidos y que se titula Esperando a Supermán. Hay un paralelismo en la forma de tratar el problema; y en tal, su burda imitación lleva ya el estigma de sus propios promotores.
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viernes, 17 de febrero de 2012
PREÁMBULO:
La Quinta familiar que tiene Andrés Manuel López Obrador en las cercanías de Palenque, Chis., lleva por nombre “La chingada”. Cuando el susodicho se refiere a la misma, lo hace con tal nominación: La chingada.
En su reunión con empresarios hizo memoria de lo que expresó previas las elecciones del 2006, en parecidos términos, a que si no ganaba las elecciones se iría a La chingada. Y no faltaron los asustadizos con la palabra, la cual es muy nuestra: La chingada
La ocasión da la oportunidad para recordar lo que dice Carlos Fuentes sobre la chingada, en su novela “La muerte de Artemio Cruz”, y Octavio Paz en “El laberinto de la Soledad”. Ambos textos los comparto con ustedes.
LA CHINGADA
Carlos Fuentes. “La muerte de Artemio Cruz”
“TÚ la pronunciarás: es tu palabra: y tu palabra es la mía; palabra de honor: palabra de hombre: palabra de rueda: palabra de molino: imprecación, propósito saludo, proyecto de vida, filiación, recuerdo, voz de los desesperados, liberación de los pobres, orden de los poderosos, invitación a la riña y al trabajo, epígrafe del amor, signo del nacimiento, amenaza y burla, verbo testigo, compañero de la fiesta y de la borrachera, espada del valor, trono de la fuerza, colmillo de la marrullería, blasón de la raza, salvavida de los límites, resumen de la historia: santo y seña de México: tu palabra:
—Chingue a su madre
—Hijo de la chingada
—Aquí estamos los meros chingones
—Déjate de chingaderas
—Ahoritita me lo chingo
—Andale, chingaquedito
—No te dejes chingar
—Me chingué a esa vieja
—Chinga tú
—Chingue usted
—Chinga bien, sin ver a quién
—A chingar se ha dicho
—Le chingué mil pesos
—Chínguense aunque truenen
—Chingaderitas las mías
—Me chingó el jefe
—No me chingues el día
—Vamos todos a la chingada
—Se lo llevó la chingada
—Me chingo pero no me rajo
—Se chingaron al indio
—Nos chingaron los gachupines
—Me chingan los gringos
—Viva México, jijos de su rechingada:
tristeza, madrugada, tostada, tiznada, guayaba, el mal dormir: hijos de la palabra. Nacidos de la chingada, muertos en la chingada, vivos por pura chingadera: vientre y mortaja, escondidos en la chingada. Ella da la cara, ella reparte la baraja, ella se juega el albur, ella arropa la reticencia y el doble juego, ella descubre la pendencia y el valor, ella embriaga, grita, sucumbe, vive en cada lecho, preside los fastos de la amistad, del odio y del poder. Nuestra palabra. Tú y yo, miembros de esa masonería: la orden de la chingada. Eres quien eres porque supiste chingar y no te dejaste chingar; eres quien eres porque no supiste chingar y te dejaste chingar: cadena de la chingada que nos aprisiona a todos: eslabón arriba, eslabón abajo, unidos a todos los hijos de la chingada que nos precedieron y nos seguirán: heredarás la chingada desde arriba; la heredarás hacia abajo: eres hijo de los hijos de la chingada; serás padre de más hijos de la chingada: nuestra palabra, detrás de cada rostro, de cada signo, de cada leperada: pinga de la chingada, verga de la chingada, culo de la chingada: la chingada te hace los mandados, la chingada te desflema del cuaresmeño, te chingas a la chingada, la chingada te la pela, no tendrás madre, pero tendrás tu chingada: con la chingada te llevas a toda madre, es tu cuatezón, tu carnal, tu manito, tu vieja, tu peor-es-nada: la chingada: te truenas el esqueleto con la chingada; te sientes a todo dar con la chingada, te pones un pedorrales de órdago con la chingada, se te frunce el cutis con la chingada, pones los güevos por delante con la chingada: no te rajas con la chingada: te prendes a la ubre de la chingada:
¿a dónde vas con la chingada?
oh misterio, oh engaño, oh nostalgia: crees que con ella regresarás a los orígenes: ¿a cuáles orígenes? no tú: nadie quiere regresar a la edad de oro mentirosa, a los orígenes siniestros, al gruñido bestial, a la lucha por la carne del oso, por la cueva y el pedernal, al sacrificio y a la locura, al terror sin nombre del origen, al fetiche inmolado, al miedo del sol, miedo de la tormenta, miedo del eclipse, miedo del fuego, miedo de las máscaras, terror de los ídolos, miedo de la pubertad, miedo del agua, miedo del hambre, miedo del desamparo, terror cósmico: chingada, pirámide de negaciones, teocalli del espanto
oh misterio, oh engaño, oh espejismo: crees que con ella caminarás hacia adelante, te afirmarás: ¿a cuál futuro? no tú: nadie quiere caminar cargado de la maldición, de la sospecha, de la fustración, del resentimiento, del odio, de la envidia, del rencor, del desprecio, de la inseguridad, de la miseria, del abuso, del insulto, de la intimidación, del falso orgullo, del machismo, de la corrupción de tu chingada chingada:
déjala en el camino, asesínala con armas que no sean las suyas: matémosla: matemos esa palabra que nos separa, nos petrifica, nos pudre con su doble veneno de ídolo y cruz: que no sea nuestra respuesta ni nuestra fatalidad:
ora, mientras ese cura te embarra los labios, la nariz, los párpados, los brazos, las piernas, el sexo con la unción final: ruega: que no sea nuestra respuesta ni nuestra fatalidad: la chingada, hijos de la chingada, la chingada que envenena el amor, disuelve la amistad, aplasta la ternura, la chingada que divide, la chingada que separa, la chingada que destruye, la chingada que emponzoña: el coño erizado de serpientes y metal de la madre de piedra, la chingada: el eructo borracho del sacerdote en la pirámide, del señor en el trono, del jerarca en la catedral: humo, España y Anáhuac, humo, abonos de la chingada, excrementos de la chingada, mesetas de la chingada, sacrificios de la chingada, honores de la chingada, esclavitudes de la chingada, templos de la chingada, lenguas de la chingada: ¿a quién chingarás hoy, para existir?, ¿a quién mañana? ¿a quién chingarás: a quién usarás?: los hijos de la chingada son estos objetos, objetos, estos seres que tú convertirás en objetos de tu uso, tu placer, tu dominación, tu desprecio, tu victoria, tu vida: el hijo de la chingada es una cosa que tú usas: peor es nada
te fatigas
no la vences
oyes los murmullos de las otras oraciones que no escuchan tu propia oración: que no sea nuestra respuesta ni nuestra fatalidad: lávate de la chingada:
te fatigas
no la vences
la has acarreado durante toda tu vida: esa cosa: eres un hijo de la chingada del ultraje que lavaste ultrajando a otros hombres del olvido que necesitas para recordar de esa cadena sin fin de nuestra injusticia
te fatigas
me fatigas; me vences; me obligas a descender contigo a ese infierno; quieres recordar otras cosas, no eso: me obligas a olvidar que las cosas serán, nunca que son, nunca que fueron: me vences con la chingada
te fatigas
reposa
sueña con tu inocencia
di que intentaste, que tratarás: que un día la violación te pagará con la misma moneda, te devolverá su otra cara: cuando quieras ultrajar como joven lo que debías agradecer como viejo: el día en que te darás cuenta de algo, del fin de algo: un día en que amanecerás —te venzo— y te verás al espejo y verás, al fin, que habrás dejado algo atrás: lo recordarás: el primer día sin juventud, primer día de un nuevo tiempo: fíjalo, lo fijarás, como una estatua, para poder verlo en redondo: apartarás las cortinas para que entre la brisa temprana: ah, cómo te llenará, ah, te hará olvidar ese olor de incienso, ese olor que te persigue, ah, cómo te limpiará: no te permitirá insinuar siquiera la duda: no te conducirá al filo de esa primera duda.
CHINGAR
Octavio Paz. “El laberinto de la soledad”
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
sábado, 11 de febrero de 2012
VUELVEN LAS PEÑEJADAS
Como es tradición en México, la intoxicación de casi mil simpatizantes del PRI procedentes de Chilapa, Guerrero, debido a unos tacos en mal estado ha desatado el clásico sarcasmo digital.
Para empezar, el inevitable cartel dedicado a @EPN, jefe político del primer responsable del desastre de los chilapenses, Sergio Dolores Fores. Cabe recordar que las víctimas fueron parte del grupo de priístas que lo acompañaron a Chilpancingo para registrarse en el CDE del PRI. Traía promesas de huesos y grandes aspiraciones de ocupar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional en el sexto Distrito electoral federal. Así que dedicado al primer candidato del PRI, Enrique Peña Nieto este regalo de las redes:
(PUBLICACIÓN HECHA POR #PulsoCiudadano.com)
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