miércoles, 3 de agosto de 2011
Una Sección democrática con un liderazgo autoritario
Francisco RIVAS LINARES
“Todas las democracias contemporáneas
viven bajo el permanente asedio de la
influencia de los ignorantes”.
John Kenneth Galbraith
En tanto escuchaba la entrevista que la Televisión le hizo a Jorge Cázares Torres, dirigente del magisterio democrático en Michoacán, y leía su declaración publicada en la prensa, confirmaba la ingenuidad en que se encuentra inmerso este personaje. Sus palabras no ofrecían ningún anclaje ideológico significativo. Todo era verborrea huera, consecuencia del estado catatónico estacionario en el que quedó al renunciar a la precandidatura al gobierno estatal.
La atmósfera de la oposición le obligó a retornar al piso de la realidad. Y perdió el equilibrio del juicio cayendo en la mentalidad del getto, que no es otra cosa más que la burocratización del impulso. Espetó: “Llegamos muy alto (sic), desafiamos intereses políticos y económicos muy fuertes (sic) y ante esta situación se desató un plan para frenarnos en el cual participan desde personajes de la política nacional y estatal como los que encabezan MORENA, MUSOC Y DIA (sic).
Ni duda cabe que perdió el sentido de la proporción. Delirante vio molinos de viento donde sólo se exigía congruencia y racionalidad. Pero le era necesario justificar su inverecundia a fin de acreditarse ante las bases, pretendiendo así evitar el desconocimiento y su remoción.
Luego abrió la caja de Pandora para esparcir culpas y maleficios: Las fuerzas retardatarias alcanzarán el poder. Su ausencia en el proceso electorero, darán fuerza a la oligarquía. Y la culpa recaerá en quienes se sienten dueños de la verdad absoluta y del derecho a la política… y el aura de Nostradamus dejaba sentir su brisa sobre la nuca del agorero.
La serpiente se mordió la cola. En sus propias declaraciones cayó en lo mismo que censurara: ser el dueño de la verdad absoluta y del derecho a la política, pues dice encontrarse en la trinchera de la auténtica, la única de verdadera izquierda. Y creyéndose la encarnación del milagro revolucionario, prometió seguir en tenaz lucha hasta lograr el cambio social, económico y político a favor de nuestro pueblo.
Pero… ¿qué fue lo que se le pidió a Cázares Torres? No que declinara sus aspiraciones políticas a las que como ciudadano tiene derecho; lo que se le exigió fue que se separara (por permiso o renuncia) de sus funciones de Secretario General de la Sección XVIII Democrática, a fin de que ésta no fuera utilizada como instrumento o plataforma electorera.
Los beneficios que se han alcanzado a través de las movilizaciones y que repercuten en las clases sociales de escasos recursos, no deben ofertarse como botín a los corsarios políticos. Nadie tiene el derecho de lucrar con el esfuerzo de las luchas magisteriales. Y en el fondo, tales eran las pretensiones de Cázares Torres y el séquito que lo proyectaba.
El Partido del Trabajo pretendía el agandalle y Cázares Torres emular a Elba Esther Gordillo con su PANAL. Ambos quisieron utilizar a la Sección XVIII como maquinaria electoral y a sus bases democráticas como utilería inductora del sufragio. Pero se les cayó el garlito. Y ahora el susodicho esgrime una bandera de autenticidad ideológica en la que domina una convicción torcida por interesada.
Sin embargo, las bases tendrán la firmeza necesaria para defender la nobleza del movimiento.
POR UNA SOCIEDAD SIN AGACHADOS: ¡NO MÁS SANGRE! ¡BASTA DE SANGRE!
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