lunes, 2 de junio de 2008

Alianza por la Calidad Educativa (1a. parte)


Un expresidente, de cuyo nombre no quiero acordarme, aseveró que el pueblo mexicano era un pueblo “globero”. Con tal adjetivo pretendió connotar que a sus gobernados, se les podía fácilmente distraer de asuntos que causaran un fuerte impacto social y cuyas consecuencias fueran de impredecibles perjuicios.

Los gobiernos priístas, suponiendo que tal identidad nos caracterizaba, se dedicaron a montarnos circos (o globos) de varias pistas: Juegos Panamericanos (1955, 1975 y ya con los panistas, el ritornello para 2011); Juegos Olímpicos (1968); y los Mundiales de Futbol Soccer (1970 y 1986).

También aprovecharon dos de los avances más sofisticados, en su momento, de la comunicación para banalizar nuestros problemas sociales. Me refiero al cine y la televisión. La hipnosis, que de por sí provoca la imagen, nos la reforzaron con telenovelas, programas insulsos y películas. El dolor causado por la pobreza se nos aligeraría si la tomábamos a “chiste” o condición para ganar la promesa celestial. De este modo Pedro Infante, Tito Guizar, El “indio” Fernández, El Santo, “Chachita”, “La Tuzita”, Negrete, Pardavé, “Borolas”, “Mantequilla”, “El Marranilla”, “Chespirito”, “Los cachunes”, Verónica Castro y Ortiz de Pinedo, fueron sólo algunos de los artistas útiles que se prestaron para “divertirnos” y nos olvidáramos (?) de nuestros pesares.

Hoy los gobiernos neoliberales han encontrado nuevas formas para cultivarnos la indiferencia: magnificar los desastres y confundir el entendimiento. La verborrea estridente se ha convertido en el recurso de su preferencia. Sería interesante que José Agustín escribiera la cuarta versión de la “Tragicomedia mexicana”, la cual se quedó hasta 1994. Ello daría pie, tal vez, a entender un poco más de nuestro México del revés.

A efecto de confundirnos, nos abruman con múltiples acontecimientos: La delincuencia organizada, la privatización de nuestro recurso petrolero, la quiebra de los servicios de salud social, las reacciones sociales que se manifiestan en las calles con la obvia represión “legítima” del Estado, la impunidad de los delincuentes de cuello blanco, la protección de los pederastas civiles y religiosos, los “gober” precioso (Puebla) y piadoso (Jalisco) con sus exabruptos, los fraudes electorales, la tragedia de los mineros, la eterna carestía… ¡vaya!, hasta el chisme patichapoyesco sobre el triunfo de alcoba de Santiago Creel y Edith González que, sin ser acontecimiento, distrae por su cobertura y medianía.

El asunto es mantenernos bobalicones, extraviados y con un mínimo juicio.

Más el cálculo no estuvo bien hecho. El pueblo viene despertando de su letargo mediatizador. El modelo de desarrollo ya no convence. El paradigma neoliberal que ha establecido una relación de rancio coloniaje entre el Estado y la sociedad, ya se pudrió. Ahora la participación de la sociedad civil, con su capacidad de autogestión, va consolidando los consensos obligados para toda democracia.

Pero esa estridencia distractora desatada por el gobierno, ha sido aprovechada para lanzar un bodrio que bautizaron nominalmente como Alianza por la calidad educativa. ¿Y quiénes son los aliados que pretenden mejorar (al menos documentalmente) la calidad de la educación? Dos personajes que adolecen de una falta de legitimidad y ética por tramposos y truculentos: Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo.

A reserva de profundizar al respecto, expondré algunos puntos de vista.

Antecedentes

En 1994 México ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Salinas de Gortari recibió el alo del numen económico y nos metió a competir con otros veintinueve países de alto desarrollo, como Alemania, Bélgica, Canadá, Noruega, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, etc.

Al efecto, tuvo que firmar compromisos que se concentraron en tres agendas: Económica, Social y Educativa.

Por cuanto a la educación, México se comprometió a: Fortalecer la educación con la industria; Incrementar la cantidad y calidad de la capacitación en la industria; y Alentar alternativas frente al monopolio del estado. En otras palabras, preparar a los educandos para el desempeño eficiente de la maquila y disminuir considerablemente la intervención del estado en la educación, todo para beneficiar a la iniciativa privada.

Al efecto, optaron por la Educación Basada en Competencias, cuyas siglas en inglés son VET (Vocational Education and Training).

Las características del VET son: 1.- Los cursos deberán basarse en normas ocupacionales. 2.- Los contenidos y objetivos de la educación deberán ser estructurados por instancias externas a la profesión educativa; es decir, por miembros de la industria, los gobiernos, los sindicatos y las negociaciones privadas; y 3.- El currículum escolar deberá incluir competencias centradas en la transición de la escuela al trabajo.

El 24 de mayo de 2007 la Secretaría de Educación Pública firmó un convenio de colaboración con la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), “…con el objetivo de que los empresarios colaboren en las mejoras que requieren las escuelas que forman parte del sistema de educación básica”, Vázquez Mota dixit.

El convenio consideró una propuesta de la clase patronal para el programa nacional de educación. El documento de marras llevó por título “Propuesta ciudadana para el Programa Nacional de Educación 2007-2012”.

Su contenido lo podemos sintetizar en los puntos siguientes:

Impulsar los mecanismos para un sistema nacional de evaluación.
Abrir la participación de empresarios y sociedad civil en la educación.
Someter las plazas a concurso por oposición.
Someter a los maestros en activo a formación continua.
Aplicar a los maestros activos exámenes nacionales periódicamente.
Crear una contraloría social para la equidad y la calidad educativa.
Transparentar los recursos que se destinan a la educación.
Impulsar una educación basada en competencias.
Establecer acuerdos con el sector productivo.
Fomentar el vínculo entre el empleo y la enseñanza.

El representante del organismo empresarial, Ricardo González Sada, declaró que lo que se busca es “…generar una cultura del voluntariado, en la que puedan participar, también, los pequeños empresarios o dueños de negocios”.

El evento fue en el Museo Nacional de Atropología y en él participaron, además de la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, el director ejecutivo de la Fundación Mexicanos Primero (ya escribiré en otra ocasión al respecto), Lorenzo Gómez-Morín, Ricardo González Sada y Claudio X González, por la COPARMEX.

El bodrio: Alianza por la Calidad Educativa

Principiaré expresando una verdad de Perogrullo: Un arquetipo de la corrupción sindical es Elba Esther Gordillo Morales. Y como tal ha firmado en dieciséis años tres pactos con el gobierno federal: con Salinas de Gortari el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa; con Vicente Fox, el Compromiso Social por la Calidad de la Educación; y ahora, con Felipe Calderón, la Alianza por la Calidad Educativa. Ya se le está haciendo rutinario firmar pactos; y si es así, sería para quedarnos pasmados ante las rutinas desencadenadas de la pícara incorregible.

La página de la Presidencia dice que la multicitada “Alianza…” “…recoge las inquietudes y los anhelos…” sin especificar de quién o de quiénes, a menos que se refiera a lo que demanda la OCDE y que se expresan en el VET y la propuesta de la COPARMEX, anteriormente citados, puesto que en el mismo texto decide lanzar “… un llamado a la participación de padres de familia, académicos, autoridades estatales, organizaciones de la sociedad civil y representantes de los sectores social y productivo para impulsar juntos el cambio educativo…”

“La Alianza…” queda establecida en cinco ejes: 1) Modernización de las escuelas. 2) Profesionalización de los maestros y las autoridades. 3) Cuidado del bienestar y salud de los alumnos. 4) Educación completa para mejorar la vida personal y profesional. 5) Evaluar para mejorar.

Con lo que se ha expresado y publicado, podemos deducir que el eje predominante es el número cinco, ya que la OCDE hace una recomendación prioritaria para el funcionamiento de los sistemas educativos: “evaluación, evaluación, evaluación”. Por eso José Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE declaró al respecto a la Agencia Efe que “…la evaluación de los alumnos, de los maestros (y) de las escuelas constituye uno de los elementos clave de la reforma”. Además enfatizó que el contenido del documento educativo aliancista “… es totalmente consistente con los estándares de la OCDE” y que “… constituye una señal muy importante que augura (…) que podemos entrar en una nueva etapa de competitividad”. (1)

Adelantó además que “… la OCDE enviará una delegación de alto nivel para ver cómo podemos apoyar este proyecto”. (2)


En la Mesa Monitor de José Gutiérrez Vivó del día 20 de mayo, se presentó un panel de discusión sobre la Alianza por la Calidad Educativa, con la participación del Lic. Pedro Zepeda Martínez, en representación de la SEP; el Dr. Eduardo B. Escudero, Director de Pruebas y Medición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación; y el Profesor Rodolfo Ramírez, Director de la revista “Cero en Conducta” y destacado investigador.

De lo expuesto en el panel citado, deduzco a título personal lo siguiente:

Los propósitos y acciones sugeridos en la “Alianza…” constituyen una recopilación y/o refrito de medidas que ya se han venido anunciando desde reformas anteriores, tales como: ofrecer mayores oportunidades de acceso a la educación; mejorar la infraestructura escolar y dotarla de tecnologías (baños, aulas, techos, espacios deportivos, talleres, equipamiento, enciclomedia, computadoras, etc.); estimular la participación de padres de familia y la comunidad donde se encuentre la escuela; ofrecer actualización permanente a los docentes y evaluar periódicamente el sistema educativo.

El rezago presupuestal educativo no se abatirá en tanto no se cumpla con el mínimo recomendado: 8% del PIB. Por lo tanto, los padres de familia seguirán subsidiando el mantenimiento de las escuelas públicas a través de las cuotas “voluntarias-obligatorias”.

Un porcentaje elevado del presupuesto educativo, seguirá siendo desviado a compromisos político-electorales.

Se reiteran promesas no cumplidas, como la entrega de una computadora para cada docente.

Se adolece de la falta de un diagnóstico serio sobre las causas de los bajos resultados educativos. Por lo tanto, al no darse la reflexión, no se justifica ningún esquema operativo.

Al someter a concurso por oposición las claves de nueva creación y las vacantes que se presenten por renuncia, jubilación, deceso y/o permiso sin goce de sueldo, pretende únicamente facilitar el acceso al trabajo de la educación pública a los (las) egresados de las normales privadas. Además, conceder posibilidades a la iniciativa privada para que invierta en instituciones de esa naturaleza, en perjuicio de las normales públicas (urbanas y rurales).

Por lo que se refiere a Carrera Magisterial. La “Alianza…” establece que los docentes deberán someterse a un examen anual obligatorio (no optativo) para que ratifiquen la categoría que están cobrando. Si no satisface el resultado obtenido, deberá bajar de categoría o quedarse sin el beneficio de la misma. El examen que presenten cada tres años será para promoverse a la categoría inmediata superior, sin que se pierda el riesgo de no verse confirmado en su categoría vigente.

Lo cierto es que la bolsa del programa de Carrera Magisterial ya le resulta incosteable al gobierno y pretende cancelarla gradualmente, recuperando a la vez presupuesto. En cambio, establece un sistema de bono o compensación (le llaman estímulos especiales) a los docentes que demuestren, mediante la prueba de Enlace y en periodos determinados, que sus alumnos mejoraron el aprendizaje. (Le ponen la zanahoria al conejo).

Los docentes con malos resultados, deberán tomar cursos previamente programados, mismos que tendrán una condición de asistencia obligatoria.


Por lo que se ve la cacareada “Alianza por la Calidad Educativa” tiene muchos engaños perversos, lo que no deberá de causarnos inmovilidad. Por el contrario, es necesario mantener la protesta frente los colmos del poder.



CITAS

1.- “El Economista. com.mx 16 de mayo de 2008.
2.- Idem…

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