jueves, 11 de noviembre de 2010
¿Por qué?
Francisco RIVAS-LINARES
Frecuentemente escuchamos que nosotros, los mexicanos, vamos perdiendo la capacidad de asombro ante los acontecimientos bárbaros que cotidianamente vivimos, como consecuencia de un desgobierno declarado y entronizado unilateralmente por la oligarquía depredadora.
Difiero de tal aseveración. Si la capacidad de asombro encuentra su origen y sustento en la pregunta ¿por qué?, el planteamiento es continuo y sostenido: ¿Por qué tanta corrupción? ¿Por qué tantos asesinatos? ¿Por qué tanta miseria? ¿Por qué dependemos –o se nos hace depender- de gobernantes y políticos mediocres? ¿Por qué los servicios de educación y salud gravitan en la insuficiencia? ¿Por qué la pasividad ante los atropellos de los irresponsables?
Los por qué son inacabables. Esta pregunta denota dos condiciones: La exigencia de saber y el rechazo a las respuestas vacías y demagógicas. Responder a tal pregunta nos define como ser a través del conocer.
Por eso necesitamos encontrar respuestas a nuestros ¿por qué? Por eso nos rebelamos ante la mentira y el engaño y exigimos la verdad por conocer. Sólo así llegaremos a definir nuestro ser.
¿Por qué a los 640 funcionarios y exservidores públicos denunciados por el Sistema de Administración Tributaria, no se les obligó a pagar 43 mil millones de pesos, correspondientes a multas por actos de corrupción? ¿Por qué no han sido encarcelados los responsables de tal daño a la nación? ¿Por qué la indolencia de todos ante la hambruna que padecen 23 millones de habitantes, de los cuales el 31.3% se encuentran en nuestro estado? ¿Por qué el gobierno que se proclamaba del cambio nos ha llevado al nivel más alto de la corrupción nunca antes registrado?
¿Por qué la colusión de autoridades con el crimen organizado? ¿Por qué la protección a pederastas? ¿Por qué no se procesaron a los responsables del incendio de la guardería ABC? ¿Por qué la negación reiterada a rescatar los cuerpos de los mineros de Pasta de Conchos? ¿Por qué la permanencia de líderes sindicales corruptos? ¿Por qué seguir engordando las falsas acciones filantrópicas, como Iniciativa México y el Teletón, a sabiendas que no son más que burdas estrategia para evadir impuestos los grupos empresariales encabezados por Televisa?
A propósito del teletón, resulta abominable la inducción aplicada por Enrique Peña Nieto, Gobernador del estado de México, al hacer que el Congreso local aprobara la entrega de 73 millones de pesos anuales en beneficio del Teletón hasta el 2022, un capital que no sangra el patrimonio personal de Peña Nieto, sino al erario del propio estado que dice gobernar. Y nos plantearíamos la interrogante… ¿Por qué?
Queremos respuestas sustentadas en la sensatez y la cordura, no respuestas superfluas y facilonas. Y, para nuestra desgracia, sólo tenemos de estas últimas. Por eso, mientras mantengamos la interrogante ¿Por qué? estaremos sosteniendo nuestra capacidad de asombro y, en consecuencia, nuestra dignidad humana frente a la arbitrariedad del poder y el ejercicio de la violencia.
Sólo así mantendremos viva nuestra posibilidad de trascender en la grandeza de nuestra libertad.
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