lunes, 29 de noviembre de 2010
En la justicia también hay clases
Francisco Rivas-Linares
Cuando la violencia de esta guerra improvisada perjudica a políticos o empresarios, las condenas oficiales se hacen estridentes, las invocaciones a la justicia se reiteran con insistencia y acomedidos descartan -de manera inmediata- que el acto punible tenga algún vínculo con la delincuencia organizada.
No sucede lo mismo cuando los crímenes ciegan la vida de civiles que no pertenecen a ninguna de las élites citadas. En esos casos, pronto surgen los juicios facilones declarando tan infaustos aconteceres como “ajustes de cuentas”, “rencillas pandilleriles”, “ligas con el trasiego y comercialización de drogas”, etcétera.
En 2008 el secuestro y asesinato de un hijo de connotado empresario, provocó, incluso, que sesionara el Consejo Nacional de Seguridad Pública en la mismísima cede del poder de la república: el Palacio Nacional. En el desarrollo de la misma, el padre agraviado les lanzó un ultimátum: ¡Si piensan que la vara es muy alta y no pueden, renuncien!
Y nadie renunció. Ningún baquetón se sintió aludido. Pero eso sí, le aplaudieron a rabiar, le abrazaron cínicamente y mermaron su demanda con promesas y compromisos. Todo quedó reducido a un circo mediático, quedando únicamente el estruendo del… ¡si no pueden renuncien!
Ahora las condolencias oficiales se ventean por la ejecución del exgobernador de Colima Silverio Cabazos. Los miembros del poder real se desagañitan al borde del infarto para reclamar justicia y disipar cualquier sospecha de vínculo alguno con la delincuencia organizada, no obstante que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada afirme lo contrario.
Manlio Fabio Beltrones declaró que la violencia estaba pasando de lo delicado a lo grave, pues no sólo ha alcanzado a más de 30 mil mexicanos sino que ahora viene a hacer efectos en otras partes de la sociedad.
Lo dicho por el Senador nos debe hacer entender que en tanto los “daños colaterales” se ceben en la población, no pasará de ser únicamente “delicado”. La gravedad principia cuando ya surte efectos en “otras partes de la sociedad”, como los del poder político y económico. Así es el discernir de la fauna que nos gobierna.
Por eso no se ha dado pronta respuesta a los asesinatos de jóvenes, niños y familias completas que, al decir de la SEDENA, se atreven a rebasar un convoy o se niegan a reducir la velocidad en retenes fantasmas.
Tampoco se hizo distingo alguno con el secuestro y ejecución de los veinte michoacanos en el puerto de Acapulco, ni en los fusilamientos de jóvenes que por encontrarse en festejos fraternos aportaron cifras para las estadísticas obituarias.
Las honras fúnebres resaltan por su condición clasista. En aquéllos, el lujo obsceno hiere a la vista y las condolencias se convierten en un habitual ejercicio hipócrita. En los otros, la medianía, cuando no la miseria, hace más punzante el dolor, sólo mitigado por la sinceridad circunscrita del pesar.
Si después de todo lo que hemos atestiguado, hay quienes se creen los montajes oficiales, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que tienen todos los merecimientos para ser engañados.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Centenario de la Revolución: el discurso oficial, sobre un México que pocos ven
Nota de Arturo Cano
Periódico La Jornada
Domingo 21 de noviembre de 2010, p. 7
Mamá, quiero saber de dónde son los cantantes. Aunque el repertorio del corrido revolucionario es vasto, la banda y el coro de la Armada de México se arrancan, a la espera del Presidente, con el Son de la loma. Mamá, ¿quiero saber de qué se trata este homenaje? Eso parece decir el gesto asustado de una niña de secundaria que, con sus compañeras, vino a ocupar algunas de las mil sillas puestas frente al Palacio de Bellas Artes.
¿A quién se recuerda? El presidente Felipe Calderón elige la figura de Francisco I. Madero, a quien menciona 17 veces en su discurso, contra 19 de la palabra libertad y 26 de democracia. Para perpetua memoria, además, nos deja una estatua ecuestre del señor Indalecio.
Lo que importa, sin embargo, es que el discurso de Calderón no es sobre la Revolución, sino sobre la democracia. Más que el aporte de Madero (el sufragio efectivo sólo merece una mención), el michoacano destaca la importancia del legado de Carranza: la Constitución de 1917, la “más avanzada y la primera de los tiempos modernos en el mundo”.
El logro de los “anhelos sociales” de los mexicanos (educación, salud, vivienda) ha sido posible, dice Calderón, por la consolidación democrática derivada de la paz posrevolucionaria. Un discurso que podría haber suscrito, sin rubor alguno, cualquiera de los últimos presidentes del Partido Revolucionario Institucional.
Democracia, pluralidad y respeto sin límites a la libertad de expresión son los ingredientes del México que mira el Presidente a 100 años del estallido revolucionario. Un México que muchos no ven, pero que Calderón dibuja en tres pases: la doceava economía del mundo tiene hoy “significativamente” menos pobres que hace 100 años, casi todos ellos cuentan con servicios de salud, se crean empleos y, sobre todo (y en el punto insiste hasta el cansancio), “hay competencia electoral y democracia”.
En su turno, el secretario de Educación anuncia una discusión nacional sobre las “distintas visiones” del movimiento revolucionario. Él, que no quiere opacar a su jefe, deja de lado el debate y dedica más tiempo a elogiar al escultor que al esculpido. Presume, por ejemplo, la disposición de la estatua, pues permite, dice, incluso sentarse a su sombra: “Nadie ama lo que no conoce”.
La cuarta revolución y el reformador
El popurrí revolucionario (La Adelita, La Valentina, La Cucaracha, con todo y su falta de mariguana y, vaya usted a saber por qué, Juan Colorado) da paso a los discursos.
Jorge Ramírez, priísta y presidente de la Cámara de Diputados, hace una autocrítica un tanto atropellada de la clase política a que pertenece: “La cuarta revolución ya comenzó y será con nosotros, sin nosotros o contra nosotros”.
Y si Calderón hace de la palabra “democracia” el eje de su discurso, Manlio Fabio Beltrones se presenta como el reformador: “¿Para qué queremos reformas? Queremos reformas para tener gobiernos de calidad, apoyados más en las instituciones que en las porfiadas habilidades de sus integrantes”.
El senador aprovecha el viaje para agregar al santoral del día a los ignorados por Calderón: sus paisanos Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, y Lázaro Cárdenas.
La democracia que hemos construido, dice el Presidente en ese escenario, hace posible “estar en la plaza pública evocando una historia común desde distintas vertientes políticas”. Pero salvo el lunar de gente frente a la nueva estatua, en la plaza pública sólo se ven uniformes verdes y azules.
Calderón llega puntual, según el programa, y de inmediato suelta el mecate que detiene unos enormes globos blancos. La gran manta se alza y queda al descubierto la nueva estatua.
Para rematar, unos 80 descendientes del Apóstol de la Democracia se hacen muégano para tomarse la foto con el Presidente.
El triunfo de la “historia de bronce”
“Antes de la batalla ensayaron La Adelita” (Carlos Monsiváis). Las fuerzas armadas, pronto ya enteritas en la “guerra” contra el narcotráfico, ensayaron el pasado 13 de septiembre la escenificación de pasajes históricos que hoy repiten en las calles del Centro.
Dado que ya ni los priístas se reclaman herederos, a un siglo de distancia la Revolución se convierte en siete carros alegóricos, réplica de una locomotora de 1900, algunos vagones y muchas salvas.
Un militar hace de Pancho Villa, otro de Madero, uno más de Zapata. Sólo hace falta un elemento con las características físicas necesarias para representar con fidelidad al Manco de Celaya, porque hasta el militar encargado de encarnar a Aquiles Serdán (Cerdán, le ponen en los papeles de Los Pinos) luce una calva digna de libro de texto de los 50.
Los presentadores, sacados de la Hora Nacional, leen textos que nunca aluden a la muerte de ninguno de los héroes, repletos de lugares comunes y algunos mal redactados. En el inmenso graderío, frente al Palacio Nacional, se suceden imágenes igualitas a las monografías de hace 40 años.
En resumen, la historia de bronce –que tanto criticara el Partido Acción Nacional desde la oposición– en todo su esplendor.
“La Revolución Mexicana es un hecho que irrumpió en nuestra historia como una verdadera revelación de nuestro ser”, cita Calderón a Octavio Paz. Bien pudo haber elegido otra cita del Nobel mexicano. Por ejemplo: “Mi padre, al tomar la copa,/ me habla de Zapata y de Villa,/ Soto y Gama y los Flores Magón./ Y el mantel olía a pólvora”.
Pero la cita, igual, es de pasada. A Calderón le importa subrayar que llegamos al centenario en paz. Y también encontrar paralelismos, que insinúa, entre su presidencia y la de Madero: “Respetó a los legisladores que, incluso, anticipaban a voz en cuello, desde la tribuna, su propia caída… respetó a la prensa como nadie en la historia hasta entonces en México y fue víctima de la más insidiosa campaña hasta entonces conocida”.
Su eje discursivo, sin embargo, es la “consolidación democrática” de México, una realidad que, claro, tiene enemigos. Los violentos, claro. Dice Calderón: “Hay generaciones que pelearon, precisamente, por esa libertad y por esta democracia, como las de 1810 o la de 1910. Y a nosotros, ahora, herederos precisamente de esas conquistas, nos toca defenderlas y ampliarlas frente a quienes las amenazan con su violencia”.
Todos los caminos, vaya, conducen a la “guerra” calderonista.
El mantel de Calderón
“Hoy debemos honrar y celebrar al más importante de nuestros héroes, al héroe colectivo que son las mujeres y los hombres del pueblo de México.”
El esforzado pueblo evocado en el discurso presidencial, que madrugó para venir al desfile, se queda con ganas de más. “Oiga, ¿deveras ya se acabó?”, preguntan la señora, el anciano y el joven detrás de las vallas.
“Todo lo que ésta (la hermana de Emiliano Zapata) llevaba encima probablemente se podría haber comprado con unos cinco dólares” (John Womack, citando a un testigo de la aparición pública de la familiar del Caudillo del Sur).
Muchas mujeres que han esperado desde temprano para mirar el desfile visten como la hermana de Zapata. Y no se desaniman ni siquiera con el paso del último contingente, las máquinas barredoras del Gobierno del Distrito Federal. El evocado pueblo quiere más. “¿Ya acabó?” La respuesta afirmativa provoca desilusión. Una joven resume cuando le dice a su pareja: “¿Ya ves, güey? Te dije que eso era todo el centenario”.
Y sí, la fiesta termina. El sexenio que coincide con el centenario lleva ya una cuenta de 28 mil muertos. Con perdón del Nobel, el mantel huele a pólvora.
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿Quién miente?
jueves, 18 de noviembre de 2010
El soporte mutuo de los deleznables
Francisco RIVAS-LINARES
"El mínimo a Calderón
por baquetón".
Demanda popular.
Se pone a prueba nuestra memoria. Entre los barruntos de nota roja y mensajes oficiales, lo memorioso se margina. Sucumbe ante el embate de nuevos acontecimientos y trivialidades. El obituario se rebasa día tras día. Nuevas ejecuciones, mutilados, secuestros, desaparecidos, en fin, notas que por su frecuencia nos parece que son hechas para el olvido.
Los lisiados del juicio, los politicastros, se clavan divagando en el éter de su futuro inmediato. La alta burocracia sí tiene futuro, no así quienes se desgastan cotidianamente en la jodienda. Para los políticos lo único importante es su actualidad en una foto pues, como decía Jorge Luis Borges, “el ser del político es ser retratado, ya que para ellos eso es el principio, el medio y el fin de su singular concepto del mundo”.
Ellos disponen del país como si fuera propio. Los recursos públicos son utilizados de manera discrecional e irresponsable. Se adjudican beneficios en exceso a costa de un país que se debate en la pobreza. Y en su cinismo, se declaran benefactores de la patria y se auto-reconocen en discursos expresivos.
Al aprobar el presupuesto de egresos para la federación, los diputados decidieron: No reducir, mucho menos cancelar, el pago de seguros médicos mayores de la alta burocracia federal (pues les asustan los servicios que otorga el IMSS e ISSSTE); el aumento al precio de los cigarros, cuya diferencia sería aplicado al sistema de salud por un monto cercano a los doce mil millones de pesos, no fueron para tal apartado y se perdieron en la distribución clientelista; a los ex-braceros, víctimas del robo descarado de sus fondos de ahorro por el gobierno federal desde 1942, les negaron 5 mil 300 millones de pesos para su pago correspondiente, asignándoles únicamente 1,200 millones de pesos.
Los incrementos salariales exorbitantes para el Presidente (198 mil 870 pesos), a los Secretarios de Estado (196 mil 847 pesos), a los Subsecretarios de Estado (196 mil 626 pesos) y Oficiales Mayores (191 mil 856 pesos), son indignantes, mientras que el incremento al salario mínimo fue de 4.85% que se traduce en 2 pesos cincuenta centavos.
Y el colmo, los expresidentes recibirán el mismo incremento en su pensión. De este modo, Echeverría, Alexandra Acimovic viuda de López Portillo, mejor conocida como Shasha Montenegro, De la Madrid, Salinas de Gortari y Vicente Fox tendrán el mismo salario del presidente en activo, como si nos les hubiera bastado el saqueo que aplicaron a la hacienda pública.
También resultan deleznables los beneficios económicos asignados a los ministros de la Suprema Corte, quienes además de sus elevados sueldos (333 mil 284 pesos mensuales), reciben montos elevados por concepto de viáticos, comidas y comisiones al extranjero. Su presidente, el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, es el burócrata mejor pagado de México (y seguramente del mundo): 499 mil 124 pesos mensuales incluyendo prestaciones tan irrisorias, como mil pesos que cobra como estímulo por el día de la madre y 3 mil 100 pesos de ayuda de anteojos.
En el primer informe del proyecto El uso y abuso de los recursos públicos, el Centro de Investigación y Docencia Económicas expresa en el apartado ¿Por qué nos cuesta tanto dinero la Suprema Corte? lo siguiente:
“La reforma de 1994, estableció a nivel constitucional que los ministros duraran 15 años en su cargo, que no podrán ser removidos salvo por juicio político o desafuero, que sus sueldos no podrán ser disminuidos y que cuando se retiren tendrán derecho a una pensión vitalicia.” Termino la cita expresando: A cada quien su ley. Para ellos manga ancha, para el pueblo el abandono institucional y social.
Y en el escándalo de la corrupción, ¿cómo mantener la esperanza con estos bandoleros enquistados en las ubres de la patria? ¿Qué hacer con estos ministros, burócratas y políticos de angora que al traicionar al pueblo se han herrado el signo de Judas en la frente? Los deleznables se soportan en sí y para sí.Tal es su consigna.
Dejemos de convertir la reflexión en lamento. Tenemos que encender las brasas dormidas de la rebeldía.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Ley de ingresos: mentiras y traiciones en el Congreso
"Hoy traicionamos al pueblo que nos dio su voto."
Pedro Ávila, diputado priista, 21 de octubre de 2010
Las formas y los términos en que fue aprobada la Ley de Ingresos de la Federación para 2011 pusieron de manifiesto los perfiles más perversos del régimen: las mentiras a las que están dispuestos a recurrir Felipe Calderón, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y los partidos parasitarios para luego traicionar a la población, sin el menor escrúpulo, con tal de alcanzar sus intereses particulares y defender los de la oligarquía a la que representan, sin preocuparles el mayor descrédito del sistema político mexicano y el de partidos; la descarada manipulación del proceso legislativo para impedir la negociación y el consenso e imponer mayoritariamente leyes que son contrarias a la sociedad; la disposición de la nueva mayoría priista para someterse a los acuerdos negociados palaciegamente por los coordinadores de los partidos, al margen de las manadas de los levanta dedos al mejor postor y sus representados, y mantener envilecida a la Cámara de Diputados y sometida al Ejecutivo, al igual que el Senado; la connivencia del PAN-PRI que, pese a sus desavenencias temporales, cogobiernan con la dictatorial “mano invisible” del “mercado libre”, responsable de la creciente concentración de la riqueza en una minoría oligárquica y de la mayor pobreza y miseria de las mayorías, y la mano visible del Estado despótico, por encima del estado de derecho, con la que destruyen los escasos espacios democráticos abiertos en la estructura autoritaria del sistema y pretenden excluirá los grupos progresistas y de izquierda para instaurar un bipartidismo de derecha.
Según el priista Manlio Fabio Beltrones –quien prepara su gira artística nacional para “escuchar a la gente de la calle” y saber “qué leyes quieren que promovamos los senadores”, extravagante manera de avisar que usará al erario para promoverse a la candidatura presidencial de su partido, en oposición a la campaña desleal de Enrique Peña, financiada con el presupuesto de su estado y por Emilio Azcárraga-Televisa–, la rapidez con que la mayoría de los diputados aprobó dicha ley se debió a que “es mucho menos complicada que las de otros años, porque el gobierno no hizo grandes modificaciones”. Justo cuando se esperaba, por esa misma razón, que los “representantes del pueblo” sometieran a una cirugía mayor a la iniciativa calderonista, basada en la vulgar ideología reaganeana del ofertismo monetarista fiscal, del balance equilibrado, ridículo en ingresos, mezquino en el gasto, que ha dejado parapléjico al Estado, convirtiéndolo en uno de los principales obstáculos al crecimiento a largo plazo, en artífice de la depresión económica que se padece desde 1983 y en cómplice del capitalismo de compadrazgo del que es víctima la nación.
Calderón y sus Chicago Boys no propusieron nada para elevar estructuralmente los ingresos fiscales del Estado, que bajarán de 21.6 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2010 a 21.4 por ciento en 2011 y 21.2 por ciento en 2012. Al inicio de su mandato fue 21.8 por ciento. En 2000, al empezar el ciclo panista clerical, era de 21.5 por ciento. Sólo plantearon una alza real de 3 por ciento para 2011. Como la recaudación petrolera y no petrolera, incluyendo la tributaria, se mantendrá en términos similares, la recatada mejoría en los ingresos totales será inercial; dependerá del crecimiento, que declinaría de 4.8 por ciento en 2010 a 3.8 por ciento en 2011. Sólo servirá para cubrir el gasto básico estatal, para el que se programó un aumento de apenas 1.5 por ciento del PIB, que se reducirá o se esfumará si la inflación es mayor a la esperada (3 por ciento). Para este año, se estimó en 3.3 por ciento y será del orden del 5 por ciento. En 2000, el gasto total equivalió a 22.6 por ciento del PIB, en 2006 a 21.7 por ciento, y para 2010 y 2011 se estima en 24.3 por ciento y 23.7 por ciento, respectivamente.
Los calderonistas no requerirán más que 3 billones de pesos (BDP) porque sólo gastarán 3.4 BDP (el 81 por ciento ya está comprometido: 57.8 por ciento en gasto corriente, 14.5 por ciento en participaciones de estados y municipios, y 9.3 por ciento en el servicio de la deuda), lo que arrojará un déficit por 40.2 mil millones (MMDP) fiscal (0.3 por ciento del PIB contra a 0.7 por ciento de 2010), que será compensado con débitos. No demandará más porque reducirá 0.1 por ciento el gasto social, 1.2 por ciento el de educación, 6.6 por ciento en urbanización, 15.5 por ciento en agua potable, 19.5 por ciento en comunicaciones y transportes, 20.7 por ciento y 3.2 por ciento en el de desarrollo agropecuario y sustentable, y 4.9 por ciento la inversión directa. Sólo aumentará el corriente (13.8 por ciento) para la voraz burocracia panista y el destinado a los juegos de guerra sucia (8.5 por ciento en seguridad nacional y 12.9 por ciento en orden, seguridad y justicia). Lo que no harán será entregado a la depredación empresarial, con los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo, contratos de servicios múltiples, el aprovechamiento de activos, las concesiones carreteras, los proyectos para la prestación de servicios. El gobierno dará los servicios y los inversionistas harán la infraestructura en educación, salud, transporte, entre otros. Esos ingresos y egresos serán inútiles para afianzar una reactivación económica, pero fecundos en el uso oscuro del dinero, la opacidad en la calidad de las obras, la corrupción y el enriquecimiento ilícito de las familias panistas, priistas y oligárquicas.
Lo que urgía era una política de ingresos progresiva, que gravara más a los que más tienen, redujera o eliminara la evasión y elusión tributaria, la consolidación y los créditos fiscales (que el cínico Raúl Plascencia los consideró como parte de los “derechos humanos”, por lo que trata de bloquear que se sepa a quiénes corresponden 711.6 mil créditos cancelados por un monto de 74 MMDP) o los regímenes especiales o los créditos, que elevaran el ingreso y el gasto en el tiempo, ubicados entre los peores del mundo.
Pero los nuevos diputados del PRI-PAN-Partido Verde Ecologista de México (PVEM)-Nueva Alianza y sus retoños del Partido de la Revolución Democrática resultaron nuevos vinos en viejos pellejos. Como sus antecesores y los senadores, aprobaron lo que les dijeron. Al cabo, la sociedad carece de los mecanismos institucionales para controlarlos y sancionarlos. Nada les importa su representatividad democrática, y sin ella no hay control del poder ni libertad política. El voto sólo fue útil para encaramarlos en la legislatura, para que cuidaran los intereses de las elites y no los de los electores. La renovación partidaria de esos poderes, simulada por las elecciones supuestamente democráticas, equivale al derecho privado sucesorio de los regímenes monárquicos. No les preocupa su legitimidad democrática y la del sistema, la base de la estabilidad política, asentada en la validez, la justicia y la eficacia, el correcto proceder de las instituciones de acuerdo con las leyes, el consenso social de su actuación ante quienes delegaron en ellos la defensa de sus intereses y a quienes le deben su obediencia, su capacidad para demostrar que sus decisiones son las adecuadas. Con su forma arbitraria de operar y sus traiciones, carecen de reconocimiento, el respeto y la obediencia, sin necesidad de la fuerza. La población afectada tiene el derecho a rebelarse. Al cabo, las elites controlan las estructuras corporativas de dominación, nacional y estatal. El Poder Judicial y el Tribunal Electoral han eliminado la “ciudadanización” del Instituto Federal Electoral, convirtiéndolo en su casa de citas donde departen las hetairas que han colocado a su servicio, el presupuesto manejado turbiamente.
La ley calderonista fue aprobada gracias a la traición priista, que antes había gritado a los cuatro vientos que, con su mayoría, reduciría el impuesto al valor agregado (IVA) de 16 a 15 por ciento, ante el escándalo panista que anunciaba la catástrofe y más impuestos si lo hacían, bajo el argumento de que el subejercicio del gasto público les indicaba que el gobierno no requería esa tasa, lo que redundaría en una mejoría en el poder de compra de la población, aunque ella fuera miserable. Y otra mentira, porque los precios no bajarían y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios depende de su control y los voraces precios públicos y privados. Fue una felonía para quienes ingenuamente aún creen en ese partido, que ha hecho de esa práctica una norma.
El PRI reculó. Hizo un trueque con Calderón: cambió su promesa por 55 MMDP adicionales para un fondo de reconstrucción que se repartirán entre 12 estados, la mayoría priistas, afectados por desastres naturales, la negligencia y la corrupción de los gobernadores; 10 MMDP se aplicarán en el último trimestre de 2010. El proyecto de Calderón les otorgaba 1.5 BDP, incluidos los recursos educativos. Los caciques fueron los ganadores, pues recibirán la mayor cantidad de recursos de la historia, pese a que también recurren al subejercicio y el manejo inescrupuloso del dinero. Si algo queda del fondo después de las elecciones locales y de los fines personales, el dinero será usado para medrar de las necesidades de los damnificados. De los 239 diputados priistas, 120, junto con algunos parásitos del PVEM, pregonaron, con mantas, porras, consignas y declaraciones públicas, que bajarían el IVA. Al final, sólo 12 honraron su postura. No se sometieron a Calderón, los gobernadores, los coordinadores y la dirigencia nacional de su partido, que negociaron en las sombras, al margen de ellos, retrasaron la discusión del paquete y hasta el último momento lo aprobaron, desechando todo cuestionamiento y propuesta. Con gran cinismo, Francisco Rojas, coordinador de los diputados priistas dijo: “Nosotros hemos decidido en función de las necesidades de la gente, las circunstancias cambiaron la realidad y debemos nosotros cambiar también. Asumiremos los costos políticos; preferimos asumir los costos morales que fallarle a la gente”. Molesto, Fabio Beltrones informó que algunos senadores del PRI no se les avisó de la traición. ¿Honestidad? ¿La misma desvergüenza?
En Nicaragua le llaman “piñata” a la corrupción. Pues bien, el PVEM –coto privado de la familia Jorge González Torres, que dejó el negocio a su hijo Jorge Emilio, que como meretriz vende al mejor postor– acaba de recibir un jugoso pago por su trabajo sucio: los diputados del PRI-PAN-PVEM aprobaron, como parte de la destrucción del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la creación de vales de medicinas canjeables en farmacias privadas en caso de que el IMSS no cuente con el medicamento recetado. Uno de los beneficiarios será Víctor Manuel González, el doctor Simi, dueño de las farmacias similares y los laboratorios Best, que controla una cuarta parte de la industria farmacéutica, quien ha acusado a los partidos de corruptos. ¿Mantendrá su juicio?
Así es el “democrático” proceso legislativo: un negocio de familias. ¿Qué mafias son más peligrosas? ¿Los narcos? ¿La elite político-empresarial?
Para tratar de cubrir sus fechorías arrojaron las sobras, 7.6 MMDP, para un pírrico programa de primer empleo para los jóvenes desahuciados por el salvaje capitalismo neoliberal autóctono, del cual son copartícipes los gobiernos del PRI-PAN y sus Chicago Boys, los hombres de presa y el Congreso de la Unión. Ésa fue otra abdicación: le dejaron la responsabilidad a los empresarios, subsidiados, para crear los empleos que no han hecho y los que ofrecen son mal pagados y en pésimas condiciones. Y provocaron el linchamiento de los fumadores a manos de los enemigos del tabaco, de miras obtusas, que les impide ver que esa medida no resuelve ese problema, no forma parte de un programa integral de salud, no salvará una sola vida. ¿Quién recuerda el impuesto “ecológico” a las gasolinas? Los 12.1 MMDP que esperan obtener por esa vía se destinarán a los ganadores del “negocio”. Con la medida se esconde la verdadera trama: el turbio manejo del presupuesto y el indeclinable rechazo a aplicar una reforma fiscal seria, por lo que se inventa cualquier gravamen al consumo para saquear los bolsillos de la población. Cambios en el trato fiscal van y vienen, y durante el calderonato, Petróleos Mexicanos arroja cada año pérdidas que suman ya 243.7 MMDP después de pagar impuestos.
Los 60 MMDP más con que dotaron al Estado no fueron más que una burda manipulación estadística: aumentar el crecimiento, los precios del crudo, el déficit fiscal y más impuestos. Así todos quedaron satisfechos: Calderón, los caciques y los partidos; menos las mayorías damnificadas.
*Economista
Fuente: Contralínea 208 / 14 de Noviembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
¿Por qué?
Francisco RIVAS-LINARES
Frecuentemente escuchamos que nosotros, los mexicanos, vamos perdiendo la capacidad de asombro ante los acontecimientos bárbaros que cotidianamente vivimos, como consecuencia de un desgobierno declarado y entronizado unilateralmente por la oligarquía depredadora.
Difiero de tal aseveración. Si la capacidad de asombro encuentra su origen y sustento en la pregunta ¿por qué?, el planteamiento es continuo y sostenido: ¿Por qué tanta corrupción? ¿Por qué tantos asesinatos? ¿Por qué tanta miseria? ¿Por qué dependemos –o se nos hace depender- de gobernantes y políticos mediocres? ¿Por qué los servicios de educación y salud gravitan en la insuficiencia? ¿Por qué la pasividad ante los atropellos de los irresponsables?
Los por qué son inacabables. Esta pregunta denota dos condiciones: La exigencia de saber y el rechazo a las respuestas vacías y demagógicas. Responder a tal pregunta nos define como ser a través del conocer.
Por eso necesitamos encontrar respuestas a nuestros ¿por qué? Por eso nos rebelamos ante la mentira y el engaño y exigimos la verdad por conocer. Sólo así llegaremos a definir nuestro ser.
¿Por qué a los 640 funcionarios y exservidores públicos denunciados por el Sistema de Administración Tributaria, no se les obligó a pagar 43 mil millones de pesos, correspondientes a multas por actos de corrupción? ¿Por qué no han sido encarcelados los responsables de tal daño a la nación? ¿Por qué la indolencia de todos ante la hambruna que padecen 23 millones de habitantes, de los cuales el 31.3% se encuentran en nuestro estado? ¿Por qué el gobierno que se proclamaba del cambio nos ha llevado al nivel más alto de la corrupción nunca antes registrado?
¿Por qué la colusión de autoridades con el crimen organizado? ¿Por qué la protección a pederastas? ¿Por qué no se procesaron a los responsables del incendio de la guardería ABC? ¿Por qué la negación reiterada a rescatar los cuerpos de los mineros de Pasta de Conchos? ¿Por qué la permanencia de líderes sindicales corruptos? ¿Por qué seguir engordando las falsas acciones filantrópicas, como Iniciativa México y el Teletón, a sabiendas que no son más que burdas estrategia para evadir impuestos los grupos empresariales encabezados por Televisa?
A propósito del teletón, resulta abominable la inducción aplicada por Enrique Peña Nieto, Gobernador del estado de México, al hacer que el Congreso local aprobara la entrega de 73 millones de pesos anuales en beneficio del Teletón hasta el 2022, un capital que no sangra el patrimonio personal de Peña Nieto, sino al erario del propio estado que dice gobernar. Y nos plantearíamos la interrogante… ¿Por qué?
Queremos respuestas sustentadas en la sensatez y la cordura, no respuestas superfluas y facilonas. Y, para nuestra desgracia, sólo tenemos de estas últimas. Por eso, mientras mantengamos la interrogante ¿Por qué? estaremos sosteniendo nuestra capacidad de asombro y, en consecuencia, nuestra dignidad humana frente a la arbitrariedad del poder y el ejercicio de la violencia.
Sólo así mantendremos viva nuestra posibilidad de trascender en la grandeza de nuestra libertad.
martes, 9 de noviembre de 2010
Chucho Monge y la "pichicatez" de los políticos morelianos
Es el compositor de México lindo y querido, considerado segundo himno de los mexicanos.
El michoacano Chucho Monge cumple hoy cien años, sin homenaje
Traté de hacerlo en su tierra natal, pero después de lidiar con muchas instancias lo tuve que cancelar; argumentaron que el gobierno no tenía presupuesto, comenta su hija Sandra Monge.
Nota de Jorge Caballero. La Jornada. 09 noviembre 2010
Para algunos la canción México lindo y querido es el primer himno nacional mexicano, para otros es el segundo, porque cuando alguien la canta nadie se equivoca; otros opinan que aún no se ha dado su justa dimensión a su autor, Jesús Monge, quien hoy cumple cien años, sin que se le rinda un homenaje, según informó su hija Sandra Monge en entrevista con La Jornada.
Siempre he querido hacerle un homenaje en su tierra, Morelia, Michoacán, y trató de hacerlo, pero después de lidiar con muchas instancias lo tuve que cancelar, porque argumentaron que ni el gobierno del estado ni su Secretaría de Cultura tenían presupuesto para organizarlo, precisó Sandra Monge.
Jesús Monge Ramírez se considera piedra angular en la música mexicana; a él se deben creaciones básicas, como La feria de las flores, Creí, Besando la cruz y Sacrificio, entre sus más de 300 obras.
El músico nació en Morelia, Michoacán, el 9 de noviembre de 1910. A los 17 años de edad compuso Al son de mi guitarra. En 1934 tuvo su primer éxito con el bolero Sacrificio. Más adelante incursionó en el género ranchero con éxitos como Pobre corazón y Cartas marcadas. También escribió temas para más de 200 películas mexicanas. Falleció el 9 de agosto de 1964, a la edad de 54 años, de un ataque cardiaco. Sus restos descansan en la sección de compositores del Panteón Jardín. Fue socio fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México, que en 2003 develó un busto en su honor en la Plaza de los Compositores.
Merecía estar en el bicentenario
Sandra agregó: “Yo quería una fiesta para mi papá en el marco de las celebraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, para que las nuevas generaciones lo conocieran, porque creo que merecía estar. ¡Tocaron México lindo... !, en los festejos del bicentenario; todo mundo me lo comentó”.
Explicó: “Estaba todo listo para el homenaje a mi padre. Eugenia León me llamó para decirme que sería un honor participar y que se adaptaría a cualquier presupuesto. Juan Gabriel se puso a mi disposición para cualquier día; dijo que haría lo que fuera necesario para estar presente en el homenaje. Pedro Fernández... el maestro Armando Manzanero me dijo: ‘Claro que voy a ir al homenaje de don Chucho, no sólo como representante de la Sociedad Nacional de Autores y Compositores de México, sino porque él es el autor del himno nacional mexicano.
También había invitado al presidente Felipe Calderón y cuando me hablaron para confirmar la fecha, tuve que decir que se cancelaba, porque la dirección de cultura de Morelia, la secretaría de cultura de Michoacán y Fausto Vallejo Figueroa, presidente municipal de la capital michoacana, nunca me resolvieron nada del presupuesto; sólo me quitaron el tiempo haciéndome dar vueltas.
Sandra Monge agregó: Incluso cambiaron la sede: primero me ofrecieron que fuera en Plaza Valladolid, con capacidad para 4 mil personas, por el Teatro Morelos, con cabida para mil 300. Estuve en Morelia durante octubre y casi todos los días tenían algún acto cultural internacional gratuito, incluso me llevaron a ver el Ballet Bolshoi. Me parece falta de respeto que tuvieran presupuesto para esos actos y no para el centenario de mi papá, quien es un michoacano distinguido.
La entrevistada precisó: En mi invitación al Presidente le mencioné que sería un remanso ir un fin de semana a Michoacán para asistir al homenaje de uno de sus paisanos ilustres en lugar de atender algo relacionado con el clima de violencia; pero tuve que cancelarlo... en medio de la tristeza que me provoca que no se vaya hacer un homenaje a mi papá he encontrado mucha gente que valora su trabajo. De todas formas le voy a hacer su homenaje, pero aquí en la ciudad de México, porque todo un año tendrá 100 años; tengo algunos planes para realizar el gran tributo a Jesús Monge en un recinto digno, porque lo merece.
Difusión de su obra
Monge resumió: “Lo que más me interesa es que las nuevas generaciones conozcan la obra de mi papá. Tiburcio, hijo de Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, me preguntaba qué es lo que perseguía con este homenaje y le respondí: quiero que la gente sepa quién es el autor de México lindo y querido, porque, por ejemplo, cuando se murió Rocío Durcal dijeron que el tema lo había compuesto José Alfredo Jiménez, y él ya tiene muchas muy buenas como para que le agreguen la de mi papá”.
Sandra habló del poder de la música de su padre. Expresó: “Mi papá decía que Jorge Negrete, de tanto cantar México lindo y querido, se murió en el extranjero para que se la cantaran cuando lo trajeran para acá. Mi papá era un hombre extraordinario”.
Entre las voces que han interpretado sus temas se encuentran Plácido Domingo, Nat King Cole, Lola Beltrán, Lucha Reyes, Pedro Vargas y Jorge Negrete.
Durante 2011 la SACM realizará varios homenajes.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
¿Votar para qué?
Francisco RIVAS-LINARES
"México nunca será un país fascista: lo salva la corrupción"
Luis Buñuel.
La necedad se define como un acto terco e imprudente. El adjetivo se aplica a quienes suelen actuar fuera de toda lógica o buen juicio.
Un gobernante, en el ámbito de la democracia, ejecuta los ordenamientos que le dictan sus gobernados. Por eso la designación de Poder Ejecutivo. Dicho poder lo ejercen desde los presidentes municipales, los gobernadores estatales y el presidente de la república. Ellos son los mandatados, quienes están para obedecer a sus mandatarios, es decir, al pueblo.
Las expresiones y demandas de la ciudadanía, se hacen llegar -a modo de propuestas y solicitudes- a través del Poder Legislativo. Diputados y Senadores están obligados, en consecuencia, a escuchar las solicitudes y requerimientos de sus representados para traducirlos en dictámenes y/o proyectos.
El Poder Judicial se deposita en la Suprema Corte de Justicia, la cual está constituida por once ministros designados por el Senado, previa propuesta del Presidente de la República.
Nuestra Constitución, máximo ordenamiento jurídico de nuestro país, establece que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo, del cual dimana todo poder público y se instituye para beneficio de éste, quien además tiene el derecho inalienable de alterar o modificar en todo tiempo la forma de su gobierno.
La forma es un conjunto de cualidades que determinan el modo de ser o hacer algo; esto es, el modo de comportarse y de actuar. Si los gobernantes actúan en detrimento de los derechos de sus gobernados, éstos tendrán el derecho de modificar o alterar tales comportamientos.
Establecidos los conceptos anteriores, expongo:
Quienes dicen gobernarnos, no se sienten mandatados sino mandatarios. Ellos se erigen como los depositarios de la legalidad; y envueltos en el síndrome del hacendado, ven a sus gobernados como peones que para lo único que sirven es para legitimarlos mediante el sufragio.
Su necedad les hace gravitar en torno a la irracionalidad, tienen comportamientos ilógicos y –ya fuera de sí- descalifican a quienes osen criticarlos. Están ajenos y distantes de sus gobernados, son indiferentes y regañones con el pueblo.
Los legisladores no representan a nadie. Sólo se representan a sí mismos y sus partidos. Nunca atienden las demandas del pueblo. Legislan al vapor, en los pasillos y en los comedores de restaurantes de postín. No se atreven a ser contrapeso al ejecutivo, aunque éste tenga sembrado de cadáveres al país.
El sistema de justicia se encuentra de cabeza. Y en ello han contribuido, considerablemente los ministros de la Suprema Corte, hoy bien llamada, irónicamente, suprema corta, en alusión a los dislates en que han incurrido al momento de pronunciar sus dictados.
Si el concepto de la justicia resulta ser indispensable para la construcción de un régimen democrático, el parto de los magistrados resulta ser un esperpento que ha traído consigo la reafirmación de un gobierno autócrata, ignorante de las voces de sus gobernados.
Y todavía hay quienes declaran tener confianza en tal o cual funcionario, político o gobernante. Tal actitud no denota esperanza, sino las ganas de creer para justificar su dejadez.
Y en este contexto de necios, saboteadores y rateros de la voluntad popular, me pregunto: ¿Votar para qué?
lunes, 1 de noviembre de 2010
El doble lenguaje de los "políticos"
Francisco RIVAS-LINARES
“…los mexicanos debemos emprender de una vez por todas el asalto a la altura y que hacerlo presupone superar nuestras simulaciones y realizar el ejercicio doloroso de vernos en el espejo tal como somos.” Agustín Basave. Mexicanidad y esquizofrenia.
A siete meses de iniciarse el proceso electoral para renovar los poderes ejecutivo y legislativo de nuestra entidad y sus 113 presidencias municipales, los aspirantes a ocupar el Solio de Ocampo se encuentran hiperactivos para lograr su nominación partidista.
Y como es su costumbre, todos hacen lo que dicen no hacer; es decir, se vuelcan en promocionales personalísimos para mantenerse vigentes en la memoria del electorado, exponiendo que no es tal su propósito, sino que son actividades propias de su función específica en el gobierno y/o partido político.
Fausto Vallejo Figueroa se montó en el programa de promoción turística “Morelia está en ti”, diseñado por el publicista Roberto Monroy. Una exposición fotográfica itinerante que recorre las cabeceras municipales del estado, con espectáculos y diversiones feriales complementarios.
La ocasión es aprovechada por el político. Después de bañarse de pueblo, se reúne “… a puerta cerrada y a invitación de sus amigos, en contacto con algunos cuadros del partido tricolor, siempre respetuoso de la legalidad electoral y de su partido, el Revolucionario Institucional” como lo expresa la crónica del diario “Gente del Balsas.”
La nota del evento cubierta por la prensa regional, no sólo pondera las cualidades del Programa turístico, sino que exalta además los atributos del político moreliano. Por eso, ganado por el entusiasmo, declaró: “No quiero ser candidato, quiero ser gobernador”.
Luisa María Calderón Hinojosa organizó un reventón para celebrar su cumpleaños. Convocó al festín campirano a políticos prominentes del gobierno de su hermano Felipe y se dejó mimar al grito de las porras ex profeso: “Cocoa gobernadora”.
Para eso la utilería política se pinta sola. Los Secretarios de Estado y gobernadores de Guanajuato y Morelos, traían en sus alforjas el destape tempranero. Y felizmente cumplieron como buenos y sacrificados genuflexos de la hermana del Tlatoani.
Y entre los perredistas Silvano Aureoles, Antonio Soto, Uriel López, Fidel Calderón y Enrique Bautista, han deslizado el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas Batel. Se pretende calibrar la respuesta del electorado con uno más de la dinastía Cárdenas, como si con el hermano Lázaro no hubiéramos tenido bastante.
En fin, todos los que quieren se promueven, disfrazan su querencia aspiracional y dicen respetar la legalidad. ¿Por qué no mirarse en el espejo y hablarse con sinceridad, sin máscara ni botarga para aceptar lo evidente, aún transgrediendo lo que llaman como “legalidad”? Con sus simulaciones y propagandas subyacentes entre festines y exposiciones, lo único que atropellan es la dignidad de un pueblo que ya no cree en sus políticos. Más, si es así, ¿para qué tanta tramoya?
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