domingo, 7 de junio de 2009

Usted no tiene la razón


(Autor: Periodista Alejandró Páez Varela. Publicado en El Universal el 07 de junio de 2009)
Los políticos tienen la razón. Los defensores a ultranza del sistema de partidos tienen toda la razón. Los ciudadanos estamos equivocados.
Los partidos pueden recurrir a la mentira para generarse votos. Pueden envilecer la política con guerras de lodo. Se han ganado con su eficiencia cada centavo que se gastan (en un país con 40 millones de pobres y en plena crisis) en balbucear su arrogancia y precariedad en la tele, la radio, las calles o los impresos.

El PAN, el PRI y el PRD tienen la razón. Los partidos enanos tienen la razón. El Partido Verde es verde, por supuesto. Acción Nacional es responsable, el Revolucionario Institucional es una garantía porque sabe gobernar, y con el de la Revolución Democrática sí gana la gente. Nadie lo dude. Los mentirosos, irresponsables, inútiles, incumplidos y corruptos somos los ciudadanos, y nadie más.

Los partidos y los gobiernos que de ellos emanan no son responsables por el desánimo nacional: somos los ciudadanos. Los que ofrecimos en 2006 empleo, seguridad para nuestras familias, el fin del secuestro y del narcomenudeo, un gobierno para todos y soluciones para la pobreza, fuimos los ciudadanos. El hartazgo por las promesas incumplidas es culpa de los ciudadanos. La mera verdad, los ciudadanos no pensamos ni tenemos criterio para juzgar a los partidos; tampoco estamos para anular votos y mucho menos para la abstención: estamos para cruzar las boletas y ya. (Si no, cof-cof, ¿cómo se justifican los miles de millones de pesos que se gastan los políticos en las elecciones?)

La crisis económica que nos azota, peor que a cualquier otro país de Latinoamérica, es culpa de los ciudadanos. Los miles de muertos que genera la estrategia fallida contra el narcotráfico, es culpa de los ciudadanos. Los ciudadanos encumbramos a Elba Esther Gordillo y la mantenemos en el poder no sólo en el sindicato de maestros, sino en varias instancias de los poderes federales; nosotros le dimos un partido político también. Por nuestra culpa, un líder sindical corrupto como Valdemar Gutiérrez será diputado federal. Los ciudadanos votamos leyes que legalizan cateos domiciliarios expeditos, intervención de comunicaciones, acusaciones anónimas, desaparición de autoridades y supresión de garantías individuales. Nosotros llenamos las calles de soldados.

Los ciudadanos somos responsables por las dudas que existen sobre la imparcialidad de muchos de los consejeros electorales. Tenemos la culpa de que las decisiones del Trife estén bajo sospecha, y del manejo dudoso del padrón electoral. Nosotros inventamos a Hildebrando, a la Lotería Nacional, al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, a Fidel Herrera, a René Bejarano, a Dolores Padierna. Nosotros corrompimos Morelos, Michoacán y Sinaloa. Nosotros inyectamos dinero del narcotráfico a las campañas, y dudas sobre la legitimidad de la elección inmediata anterior, la de 2006. Nosotros utilizamos la guerra contra al narco para atraernos votos y mantenemos con vida las máquinas de acarreados, como el SNTE, el sindicato del Seguro Social o el de Electricistas. Nosotros usamos los recursos de los mexicanos para alimentar las cuentas de líderes sindicales de asco y nos chupamos Pemex. Nosotros entregamos la presidencia del país a Martha Sahagún, y nos opusimos a que se enjuiciara a su esposo, Vicente Fox.

Va otra vez: Los políticos tienen la razón. Los defensores a ultranza del sistema partidista tienen toda la razón. Los ciudadanos estamos equivocados. Así que, ¡todos a votar!, que se requieren sus sufragios para que los partidos mantengan secuestrado a este hermoso país.

(Aviso: Este artículo puede ser leído de atrás para adelante y no evocará a Satanás. Puede imprimirse y sacudirse, y no se le caerán los mensajes ocultos. No es parte de la estrategia del crimen organizado ni pretende descarrilar nada, ni a nadie.)

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