viernes, 10 de abril de 2009

Critica represión contra miembros de la CNTE


El viernes 10 de abril, en la sección El Correo Ilustrado de La Jornada Michoacán se publico una misiva firmada por David Barrera Canela, destacado profesionista universitario radicado en Uruapan Mich.

A continuación se transcribe la misma para su difusión.

Señor Director: Un rasgo distintivo del capitalismo en cualesquiera de sus modalidades es el de hacer de la sociedad humana una sociedad egoísta y solipsista, y a las personas las convierte en seres individualistas, masificados, egocéntricos y neuróticos con amplias e intensas frustraciones que los hacen desquitarse con lo inofensivo y que no represente un peligro a su estatus “yoico”.
Actualmente, en lo humano y social vivimos en lo que se ha dado en llamar new age, que se caracteriza por ser una conducta social de masas orgasmomaniacas, individualmente masificada, neurotizada, ególatra y vacía existencialmente, que desde su óptica considera como desajuste social toda conducta individuual y colectiva que no se somete a los estándares dominantes y que muestra una actitud rebelde y de resistencia ante el “orden” social establecido.
Esto explica por qué grandes sectores sociales en el mundo son conformistas y hostiles hacia toda movilidad y movilización social en sentido inverso a lo que la sociedad masificada considera como “normal” u “ordinario”, no importa la clase social a que se pertenezca.
Un ejemplo de ello son las movilizaciones de AMLO; o en Michoacán, las del magisterio disidente encabezado por el profesor Artemio Ortiz que recibe(n) toda clase de descalificaciones, insultos, calumnias y denuestos, burlas y hasta el pretender atropellarlos con un automotor por una mujer que pertenece al ámbito de personas como las que he descrito, amarradas a las masas pero que solas y aisladas son incapaces de actuar organizadamente; y sólo como respuesta a la frustración personal recurren a las injurias y a la agresión en todas sus formas como acción de cobardía, cuando lo conducente en condiciones de salud social y mental desenagenada sería el de ser solidarios con las protestas y el exigir al gobierno atender las peticiones de los inconformes, porque –aunque parezca fácil– toda protesta social en cualquier modalidad es molesta para todos, pero es más para los que participan en ella, además de ser desgastante física y emocionalmente.
No es nada grato estar a la intemperie horas, días o meses; pero eso no lo pueden entender los socialmente abúlicos y megalomaniacos insatisfechos con la vida, ni que se está haciendo uso de un derecho constitucional y que en todo derecho ejercido hay terceros perjudicados, quienes tienen a su vez el derecho de oponer excepciones pero no ante los quejosos sino ante quien provoca la alteración del estado de cosas, que en primera y última instancia es el gobierno de cualquier nivel, juntos o por separado. Por ello son entendibles los llamados a la represión gubernamental que un conocido abogado hace (eso dice él que lo es) y que aprovecha un medio escrito regional para arengar contra estos trabajadores de la educación y que públicamente ha reconocido vivir del “chayote”.
No es la primera vez que ese autodenominado “comunicador” en forma irresponsable pide a gritos la represión de las armas contra todo movimiento social y que incluso culpa a los artemistas junto a los granadazos del 15-S de ser las causas de la crisis económica en Morelia. Pero hay quienes dicen que esta persona ha cobrado desde hace sexenios en Palacio de Gobierno y Rectoría de la Universidad Michoacana, y que el material etílico le ha absorbido el seso y mermado su ya de por sí menguada capacidad intelectual y para el oficio de las letras periodísticas.
En mi opinión, el gobierno del estado debe solucionar en sentido positivo las demandas del magisterio de la CNTE, que son la mayoría en Michoacán, y no apostarle al desgaste o la represión porque eso enardece más las inconformidades.
Si los muñecos se lo propusieran, en alianza con otras organizaciones, ya hubiesen paralizado el estado, pero todavía son sensatos y no buscan otros intereses más que los que reclaman.
El inconveniente parece ser que el gobierno estatal en su pago de facturas políticas se está tiranizando y convirtiendo en una autoarquía mesocrática que deriva en actos represivos como los que sufrieron los normalistas de Tiripetío en noviembre del año pasado.

No hay comentarios: