La Nueva Ley del ISSSTE constituye una de las joyas del pensamiento neoliberal. En apego a los lineamientos establecidos por las instituciones financieras internacionales, el gobierno de nuestro país se decidió por dar un segundo paso en la afectación a los derechos de los trabajadores, implementando reformas a la ley de tal profundidad que constituyen en sí una derogación de la anterior.
Pretextando la necesidad de evitar que el Instituto entrara en una espiral de insuficiencia económica, con obvias repercusiones en la atención médica de los derechohabientes, decidieron afectar el sistema de pensiones y jubilaciones de los trabajadores, obligándolos a someterse a un sistema de ahorro individual.
El tremendismo declarativo del propio señor Calderón, colocaba al Issste en un asunto de vergüenza nacional. La operación deficitaria del instituto lo traducía en carencia de hospitales generales y clínicas de atención primaria, equipos médicos obsoletos y demora de consultas, así como aplazamiento de cirugías mayores y menores. También señalaba que el desabasto de medicamentos y materiales de curación era creciente y una absoluta incapacidad para atender urgencias por sobresaturación.
Al aprobarse la nueva Ley, Calderón aseguró que la calidad de los servicios médicos sería ostensible, puesto que el gobierno aportaría de manera inmediata ocho mil millones de pesos para reforzar la infraestructura, equipamiento y contratación de médicos y personal de enfermería.
A casi dos años de la publicación de la ley de marras, se constata que lo único ostensible es la verborrea fraudulenta del político. En la Clínica Hospital Vasco de Quiroga de esta ciudad, los trabajadores están expresando su inconformidad ante la falta de insumos y condiciones para atender a los derechohabientes.
En rueda de prensa denunciaron:
Falta de medicamentos e instrumental para atender a hospitalizados.
Demora en intervenciones quirúrgicas, hasta por 72 horas, por no tener los insumos necesarios, ocasionando un rezago impresionante.
Falta de enfermeras suficientes para atender consultorios.
Cancelación de cirugías de trasplantes.
Desorden administrativo y estructural en el hospital, “lo que los ha posicionado como uno de los hospitales con menor calidad a nivel nacional”.
Todo lo anterior, refuerza la hipótesis del interés que anima a estos tecnócratas neoliberales para privatizar los servicios médicos, después de hacer lo propio con los ahorros de los trabajadores, obligándolos a depositarlos en una administradora de fondos para el retiro.
Esta es una de las razones que justifica la resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. La insurgencia hace a los hombres valientes; y no puede haber ciudadanos valientes en la ignorancia. No olvidemos que la inacción es una forma de complicidad. Por esto y más, las luchas del magisterio prevalecerán sobre las decisiones aberrantes de quienes han usurpado el poder. ¡No a la ley del ISSSTE! ¡No a las alianzas delictivas de Elba Ester Gordillo con Felipe Calderón!
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