viernes, 1 de febrero de 2008

Las acusaciones de cantina


Ricardo Melgar. el DEMÓCRATA. “Me extraña este tipo de comentarios de un político que yo consideré podía dar un salto a ser un estadista y que con sus comentarios, pues se rebaja a ser un buscapleitos de taberna”.Así expresó la presidenta de la Cámara de Diputados (vergüenzas Nacionales), Ruth Zavaleta, el señalamiento que días antes diera López Obrador en el sentido de que Mouriño le “agarra la pierna a cualquiera para afianzar pactos”.La legisladora, empleada de Calderón y enlace de Jesús Ortega entre el gobierno federal y la corriente perredista Nueva Izquierda; tuvo orden precisa de definir posturas políticas, ideológicas y de intereses partidistas cuando se encuentra inmersa en las “reuniones de cortesía” con enlaces clave que le permitirá definir y afianzar los pactos y acuerdos que beneficien a rtega para la presidencia nacional del PRD.TAPAR LAS FORMASCon la intención de desvirtuar las formas con los fondos, de necesidad; enterada de la debilidad de su corriente para la contienda interna del PRD, la Zavaleta se escuda con la investidura y entonces exige respeto al poder legislativo que ella representa, lanzando el “ataque obradorista” hacia la Cámara de Diputados, para que sus palabras tengan sustento oficial y no demuestren la debilidad de estructura política mencionada.EN LA CANTINA DE LOS BURDOS: EL MENSAJEEn el lenguaje cifrado que utilizan los politiqueros, Zavaleta, da a entender que Andrés Manuel López Obrador NO ES un estadista, porque aún no ha dado “el salto”, ya que ella consideró que “podía” dar el salto…pero aterrizó en el margen de “buscapleitos de cantina”.El otro mensaje; el de fondo; el de peligro para los mexicanos, es el que día a día la lerda operadora política transmite: Que la presidencia de la Cámara baja tiene y mantiene a una presidenta que se debate entre el cargo de representación popular, la responsabilidad parlamentaria y los compromisos de empleada.Entre el beneficio del diseño legal y los mandatos de Ortega, que la envía a emitir declaraciones de provocación y a pactar con Calderón mediante reuniones públicas y contactos secretos.Ese es el sentido del mensaje que la imagen y declaratorias zavaletistas transmiten.Y es en efecto, una pena, porque con tantas reacciones, en pro y en contra de ella misma, la diputada corrompe la seriedad y la traduce en la certeza popular de que, el cargo se manifiesta para los negocios, y no para la verdadera arquitectura legal…Con mucho, nos quedamos en los pleitos de cantina, en las reuniones de cortesía, en los saltos de estadistas a taberneros y de legisladores a convenencieros…Nos quedamos en la burda cantina que Zavaleta plantea en la opinión y nos embriagaremos con las confusas reformas que no solo nos “agarraran la pierna”, sino que nos destruirán el estómago por el hambre que otorga la miseria planeada.

(Tomada de eldemocratatodos.blogspot.com)

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