sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Y si en lugar de votarlos mejor los botamos?




PABLO ALARCÓN-CHAIRES
La Jornada de Michoacán. 05 octubre 2011

El psicólogo Dennis Coon afirmaba que aunque la fuerza es una cualidad de los individuos, el poder siempre es social. Sin embargo, para lograr dicho poder más allá de la capacidad de participación que oferta el ámbito institucional, se necesita construir una verdadera ciudadanía. Es decir, tener una actitud crítica, propositiva y participativa, que conlleve a trascender las desigualdades, exclusiones, discriminaciones, apatía y escepticismo cívico, lastres que nos inmovilizan y paralizan socialmente, como algunos sociólogos han señalado.

El actual momento político en Michoacán es un buen pretexto para demostrar nuestro poder para incidir y transformar nuestra realidad. Deberemos romper paradigmas castrantes y participar decidida, frontal y abiertamente en la construcción emotivamente creativa del tipo de sociedad que queremos.

Quizá tendríamos que apropiarnos de la consigna de alguna candidata que pregona: “¡Rompamos el silencio…!”. Pero no votando, sino botando. Es decir, dar muestras de la poca afinidad que tenemos a un sistema que aspira a la democracia pero que disfraza nuestra ciudadanía como un voto. Mientras, aquellos por los que votamos, botan la posibilidad de vivir la figura de consulta popular, herramienta indispensable para vivenciar la participación social en la toma de decisiones que realmente nos interesan.

Ahora que los candidatos piden nuestro voto, es el momento perfecto para darles una pequeña muestra de nuestro poder, simplemente botándolos. Haciéndoles ver que en un verdadero Estado soberano el poder está en el pueblo, no en falsas representaciones populares enquistadas en la mezquindad y el egoísmo.

Es botándolos como será visible la importancia que tiene para nosotros los verdaderos valores de la democracia; el Estado de derecho; la sociedad civil y particularmente los grupos vulnerables y vulnerados; el pluralismo político; la diversidad ideológica, cultural, sexual y étnica; los principios de soberanía, gobernabilidad democrática e igualdad ante la ley; el derecho a la libertad, a la estabilidad, a la justicia, a la paz, a vivir y disfrutar de un entorno natural sano; los valores humanos y; las libertades fundamentales como personas y sociedad.

Botándolos les haremos ver que nosotros si poseemos principios morales y éticos acrecentados y enriquecidos después de años de insufribles decepciones ya intolerables. Botándolos demostraremos que estamos dispuestos a luchar por la descentralización política que implica una reorganización del poder con y de la gente. Botándolos entenderán que tenemos la capacidad de gestar y construir nuestros propios sueños colectivos, transitando desde lo local hasta lo nacional y viceversa, sin perder legitimidad ante el Estado, más bien con él.

Estás en la opción de votar por quien creas que cubrirá tus expectativas. Pero si crees que alguna o alguno olvidó sus compromisos, bótalo; si dan muestras de corrupción, bótalo; si responde a intereses ajenos a los propios de su encargo, bótalo; si da muestras de tiranía y abuso del poder, bótalo; si sigue apostando por la sangre, bótalo; si pondera el interés nacional sobre el extranjero, bótalo. Es decir, como reflejo fiel de tu conciencia social bota, bota, bota. Ya nos enseñaron a votar, ahora aprendamos, desarrollemos y tengamos el valor civil de “botar”.

palarcon@oikos.unam.mx

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