viernes, 18 de noviembre de 2011

Los sueldos de la élite dorada mexicana



(Foto: La Jornada)


ENRIQUE GALVÁN OCHOA

Presidente de la Suprema Corte: $5,892,778.00
Presidente de la República: $4,207,644.00
Senadores: $2,709,051.00
Diputados: $1,918,840.00
Presidente del IFE: $4,124,880.00
Presidente del Inegi: $3,312,686.00

Todavía hasta los sexenios de los presidentes Ruiz Cortines y López Mateos, incluso Díaz Ordaz, existió cierto escrúpulo en la determinación de los ingresos de los funcionarios públicos, incluyendo a los propios presidentes. Ninguno de ellos salió multimillonario del poder. En el sexenio de Salinas de Gortari se dio rienda suelta al abuso, con el pretexto de que los funcionarios deberían ser bien pagados a fin de evitar que se corrompieran. Como otros tantos mitos, el tiempo nos ha mostrado que no es así. La elite burocrática constituye hoy 1% de la población –junto con los grandes empresarios– que se han apoderado de la mayor parte de la riqueza del país, frente a 99% que vive en estado de necesidad. El Presupuesto de Egresos que acaba de aprobar la Cámara de Diputados contiene el tabulador de los privilegiados. El mejor pagado es el presidente de la Suprema Corte de Justicia; incluso recibe mil pesos como ayuda para el Día de la Madre. ¿Ustedes creen que alguien que gana casi 6 millones de pesos al año necesite de esos mil pesos? Pues no los perdona. Le sigue el Presidente de la República, con más de 4 millones anuales, que incluye un bono de riesgo de más de 800 mil pesos. Tal vez corremos más riesgo los ciudadanos de a pie y no nos regalan ni un chaleco antibalas, pues a Calderón lo protegen elementos del Estado Mayor y de todas las dependencias de seguridad. Los ingresos de los secretarios de Estado son casi idénticos a los del Presidente. Y la que es más que ofensiva es la paga del presidente del IFE: más de 4 millones de pesos. Los datos que aparecen en la gráfica (arriba) corresponden al ingreso anual bruto, es decir, antes de impuestos, incluyendo aguinaldo, vacaciones, seguros, y un largo etcétera.

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