martes, 24 de febrero de 2009

Un periodismo con adjetivos


“Las columnas del periódico no están
para que el redactor desahogue sus
humores, por justificados que sean”.

Libro de Estilo de El País



Hay tres grupos, entre otros, de periodistas perfectamente identificados: el de los soberbios, el de los antiperiodistas y el de los inocuos. El primero lo constituyen aquéllos que se sienten ser líderes de opinión, creen que de ellos depende la vida del planeta. Se ven cara a cara con Dios. Se adjudican el derecho de estigmatizar a las personas o los grupos y son arrogantes y creídos.

Los antiperiodistas denigran y desacreditan a partir de rumores o supuestos ajenos. Son sensibleros y poco reflexivos. Carecen del código ético y moral de la profesión y se atienen a un paradigma personalísimo: “Denigra, que algo queda”.

Los inocuos son quienes caminan a la zaga por no estar al día. Son los irrelevantes, quienes escriben bajo ocurrencias. Son superficiales y frívolos. Son los parias del oficio porque nadie les hace caso.

Este último es un retrato hablado de León Víctor Ramírez Ardura, mejor conocido como Víctor Ardura a secas. Sus escritos no trascienden más que para sus bolsillos y el alimento de su ego. Al calificarlo como inconsistente y demasiado endeble en sus exposiciones, no sería ésta la primera vez ni constituiría novedad alguna. Más que juicios suele expresar opiniones superficiales.

Se dice narrador, poeta y periodista. Y le hace al cuento. Ha sido de los favorecidos por la oficialidad del poder. Con todos navega. Pertenece a los procesionarios de la casta del poder.

Pues bien. El sujeto de marras ha refriteado dos notas: Una, referente al contrainforme que presentamos el sábado anterior y publicado por la Jornada de Michoacán; y la otra, una carta de “El profesor Martínez Díaz…” Y principia con una referencia al bostezo como expresión de hastío, aunque tal vez por ignorancia no sabe que su función sustantiva es regular la temperatura cerebral.

Tal vez el termostato de su caletre no le funciona para el oficio y por su anemia de ideas le haga trampear a los lectores con tales refritos. Como no tiene nada qué decir y debe cumplir con la cuota diaria, recurre al agandalle aderezándolo con dos o tres comentarios chatos.

Ha quedado demostrado que para el señor Ardura escribir y defecar son dos actos iguales de grandiosos, pues con ambos expulsa sus desechos, lucubraciones y prejuicios. Y si el “… bostezo genuino, en el momento oportuno, no deja de tener su dinamita…” deberá tener cuidado de sus flatulencias. Al menos de las verbales.

Recordemos que si bien los cavernícolas sabían usar el garrote, eso no debe significar que estarían habilitados para jugar el golf. De manera que si este hombre garabatea en un periódico de prestigio, ello no le libera de su condición de ser un ramplón y cagatintas.

lunes, 23 de febrero de 2009

El ser del mexicano

(Leído en el espacio "Columna Política" del programa radiofónico Micrófono Abierto de la estación XEI en Morelia, Michoacán, el jueves 19 de febrero de 2009)


Muchos estudios se han hecho sobre la forma de ser de nosotros los mexicanos. Algunos han generado polémica, como el publicado por Alan Riding titulado “Vecinos distantes”; o bien las ediciones de Oscar Lewis que levantaron ámpula: “Antropología de la pobreza” y “Los hijos de Sánchez”.

Agotaría este espacio que se me concede en Micrófono Abierto si continuara citando otros títulos, cuando el interés que me anima estriba en compartir con ustedes la caracterización que surge sobre nuestro modo de ser y que hasta cierto punto nos explica frente a los acontecimientos.

Los mexicanos no sabemos trabajar en equipo. El individualismo nos domina y sólo nos manifestamos solidarios cuando la tragedia nos alcanza. No somos previsores. Nuestra conducta se ajusta a la inmediatez.

Por eso destacamos en los deportes individuales pero no en los de conjunto. En el pasado el boxeo fue nuestra identidad deportiva por excelencia. Tuvimos campeones mundiales en el ring de los combates. También recordamos a Humberto Mariles, Joaquín Capilla, Felipe “El Tibio” Muñoz, José “El Sargento” Pedraza, Pilar Roldán, Daniel bautista, Raúl González, Soraya Jiménez, etcétera.

Ahora, nos sentimos orgullosos de la atleta Ana Guevara; las golfistas Lorena Ochoa y Diana Cantú; el maratonista Germán Silva y el taekwondoín michoacano Guillermo Pérez. Sin embargo, en deportes que se practican en equipo como el futbol, volibol o basketbol somos una nulidad debido a nuestra tendencia personalista.

La envidia y el egoísmo se entronizan en nuestros centros de trabajo porque ahí “todos nos sentimos generales”. Nos aterra el temor de vernos superados por el compañero que tenemos al lado y no negamos a ser sus colaboradores porque siempre deseamos la primicia para sentirnos reconocidos.

Esto da paso a la desconfianza. La corrupción en que nos debatimos nos ha hecho desconfiar de todo y de todos. No creemos en los otros sólo en el yo.

Nuestras instituciones no están honradas por las personas que las representan. Vemos a los ministros de justicia dando bandazos, a unas autoridades electorales anodinas y cobardes; y todos somos víctimas del autoritarismo y arrogancia de quienes ostentan un poquito de poder. Por eso desconfiamos hasta de nuestra sombra.

Estamos viviendo una proceso de descomposición social drástico. La pobreza está elevando sus porcentajes a niveles peligrosos. Cinco millones de jóvenes no asisten a las escuelas ni tienen trabajo y están siendo reclutados por los traficantes de drogas. De 450 mil egresados de nuestras instituciones superiores, únicamente 45 mil encuentran acomodo en el mercado laboral. El 60 por ciento del producto interno bruto del país, se encuentra en manos del 10 por ciento de la población. Y todo lo aguantamos estoicamente.

Hemos sido educados en el dirigismo. Sólo protestamos y nos movilizamos si encontramos quién vaya al frente. De lo contrario, nos conformamos con la catarsis de la denuncia.

En una reunión o asamblea, nadie quiere hablar, porque sabe que a quien hace uso de la palabra le habrán de cargar el peso de la representación. No sabemos conducirnos bajo las direcciones colectivas. No sabemos construir redes de apoyo.

¿Y del relajo? Bueno, éste y otros elementos que nos caracterizan lo trataremos en otra oportunidad.

martes, 17 de febrero de 2009

Oportunismo y traición


Cuando los partidos políticos alcanzan el poder, siempre buscan caminos que les facilite la intervención franca al interior de las estructuras sindicales. Afanes de control para prevenir conflictos generados por el oficialismo tortuoso que se refleja en una resistencia a satisfacer las demandas de los trabajadores.

Este oficio intervencionista, que se conoce en la jerga política como corporativismo, no ha podido ser desterrada de entre los vicios que estragan a nuestra incipiente democracia; dominio oficialista en la que cumplen, con fidelidad perruna, un rol específico los pseudo dirigentes por cuanto al reclutamiento de rebaños para otorgar o rentar apoyos incondicionales, o en su defecto para someter a quienes osen discrepar de los dictados regulatorios de los poderes político y económico.

El corporativismo como sistema de representación impuesto por el Estado, persigue fines concretos por cuanto a determinar, articular y controlar las representaciones obreras y campesinas. Así, fija pautas de comportamiento colectivo y hace contrapeso a las organizaciones independientes.

Pero, ¿qué utilidad representa el corporativismo al sistema de partidos políticos? Como modelo de intermediación de intereses el corporativismo se constituye también como modelo de formación política en beneficio de las instancias partidistas, ya que construyen escenarios clientelares inductores de filiaciones forzadas y dirigidas, aunque se llegue a erosionar con ello la esencia de la democracia.

A juicio particular, el modelo que mayormente ha prevalecido en nuestro país es el referente a la intermediación de intereses, puesto que al quedar corporativizadas las organizaciones a partidos políticos específicos, éstas se concretan en un conjunto de arreglos institucionales frecuentemente en perjuicio de los agremiados y con el agregado de posibilitar el control oficial de las masas.

Al respecto Ilán Bizberg* afirma que “… en México el Estado, que se confunde con el gobierno y con el sistema político fundamentado en un partido dominante, es el que ha definido las orientaciones políticas al crear, controlar (control corporativo) y estimular, organizaciones obreras y campesinas, con el propósito de prevenir conflictos y asegurarse el control político”.

Ahora bien. Cuando los sindicatos independientes se consolidan como organizaciones de resistencia, el gobierno busca su friabilidad para facilitar su dispersión y disminuirles su fuerza. Al efecto se vale de instrumentos como la coerción, la violencia o la filtración de mercenarios que labren el divisionismo desde sus propias estructuras.

Este último fue el elemento definitorio del intervencionismo instrumentado por la Alianza por la Unidad Democrática (AUD) hacia nuestra Sección XVIII de la CNTE, en un acto de servilismo hacia el gobierno de Leonel Godoy Rangel.

En el extravío de su miopía política, Raúl Morón y Juan Pérez habían elaborado el supuesto de que al constituirse como factores externos, lograrían establecer una cabeza de playa de la apostasía al interior de nuestra estructura democrática sindical. Y les mojaron la oreja a varios de nuestros compañeros, quienes envueltos en la fantasía del canto de las sirenas, claudicaron a nuestros principios y han terminado en el cesto de los deshechos de nuestra insurgencia.

Por lo demás, los personajes de marras requieren de un factor de fuerza que les permita mantener presencia en el Partido de la Revolución Democrática. Por eso en su confabulación pretendían ofertar al gobierno una corporativización de la CNTE a modo, erigiéndose así en maestros de la concertación, sin importarles subvertir la esencia misma del Movimiento Democrático del Magisterio.

El tácito entendimiento que subyace en este tinglado montado por la AUD, se construye a partir de la estimulación del transfuguismo o mutación en algunos ex-miembros del Comité Seccional, quienes intentaron abrir una veta de confusión y conflicto para desarticular nuestras acciones de resistencia y protesta.

De lograrlo, hubieran consolidado un mandato de partido en nuestra organización en beneficio de personales regalías plurinominales, como hasta ahora lo han alcanzado Raúl Morón, en dos ocasiones (diputado estatal) y Juan Pérez en una (diputado federal). Pero en la búsqueda del oportunismo quedaron signados por la traición.

En fin… han evidenciado que en su connivencia, la perfidia es el fundamento de su plenitud humana.



* Bizberg Ilán. “Estado y sindicalismo en México” , edición de El Colegio de México.

viernes, 13 de febrero de 2009

Gobierno mediocre, resultados mediocres


Se ha cumplido el primer año de gobierno del Maestro Leonel Godoy. Le quedan tres. Y a decir verdad, no se vislumbra un horizonte prometedor. Los primeros doce meses han quedado signados por acontecimientos que lastimaron a la sociedad, frente a los cuales se percibió una falta de respuesta ágil y oportuna. El inmovilismo pues, propio de un gobierno mediocre e irrelevante.

Sin embargo no debería causarnos sorpresa alguna, puesto que desde que fue declarado gobernador electo nos amenazó con designar un gabinete de bajo perfil; es decir, un equipo integrado por personas ignorantes del arte de bien gobernar, sin imaginación y nula creatividad.

El atentado del quince de septiembre quedó en la inopia informativa. Es más, dejó una estela de dudas por la manera como fueron capturados los presuntos autores del acto terrorista.

La inseguridad sigue galopando en caballo de hacienda. La delincuencia está floreciendo por todos los rincones del estado. Delitos no esclarecidos, como el secuestro de la Secretaria del Ayuntamiento de Uruapan, siguen engrosando los volúmenes de la impunidad.

El problema político de Cherán se quedó para modelar la indolencia. Vidas que fueron segadas y cuyos autores en sospecha, se mantienen en cabal salud y disfrute de su libertad plena.

De la educación qué no se puede decir. Cautivo de la tribu perredista Alianza por la Unidad Democrática, no se atreve a relevar a quien se le impuso como pago electorero. Y ahora se agrega al rezago educativo el rezago administrativo. No cabe duda que ha podido más la testosterona de Raúl Morón y Juan Pérez para mantener el capricho.

De los privilegios concedidos a la Kansas City Southern, éstos son inamovibles. Sigue cruzando el tren por lugares de alta densidad poblacional como Morelia, sin importar los riesgos que conlleva. Esto aunado al caos de tránsito vehicular que frecuentemente ocasiona. Su estadística se resume en dos descarrilamientos, con los perjuicios consecuenciales, y un asalto al estilo del viejo oeste norteamericano.

Además se vislumbra entregarle a la empresa ferroviaria la isla La palma, bajo el pretexto de hacer una inversión equivalente a 80 millones de dólares en beneficio del desarrollo portuario. El compromiso que ofrecen es – fenecido el plazo de concesión- no venderlo a terceros, sino conceder el derecho de preferencia a favor del Gobierno del estado.

Y mientras tanto, que la demanda de los gobernados se quede en permanente vigilia, al fin y al cabo el olvido es el sopor de los desvelados por la injusticia.

Los promocionales del primer informe de gobierno repiten insistentemente que el importante eres tú; una propaganda dirigida a las masas que alimenta la sugestión y la demagogia. Este 14 de febrero habremos de ser testigos -una vez más- de la degradación de la palabra, lo que ya es común en los políticos y una costumbre en los gobernados.

lunes, 9 de febrero de 2009

El último grito de la cumbancha


¡Pero qué importa la condenación eterna
a quien halló en un segundo lo infinito del goce!

Baudelaire


Puntuales, como barriletes sin viento, arribaron las huestes perredistas del Frente Amplio de Izquierda Social y el Movimiento de Bases de la tribal Alianza por la Unidad Democrática a la plaza abierta para exhibir el disfrute de lo perverso.

La traición y la deserción en feliz encuentro. La conciencia deshilachada. Tal es el resultado de un pragmatismo sin ética ni principios impuestos por Raúl Morón y Juan Pérez, quienes claudicaron a los ideales del Movimiento Democrático del Magisterio seducidos por la aspiración a una vida burguesa.

Ejercicio de una vanguardia solitaria que se siente ser la depositaria del espíritu democratizador de la CNTE, comulgaron con ruedas de molino negándose a sí mismos: “…no queremos ser violentos, por eso buscamos el consenso social porque trabajamos en las aulas”. (Miguel Ángel Fisher. La Voz de Michoacán 01/II/09)

Con las mismas palabras y los mismos acentos que se bambolean en los ámbitos de la hipocresía, los tránsfugas basurean su procedencia al utilizar los mismos timos para sobar la sensibilidad social. Se borran en su tiempo lineal como los charros, incapaces de ser cauce en su teatro de fantoches.

El diputado Morón, en una entrevista televisiva le fue cuestionado su pasado rebelde, contestando –con arrepentimiento contrito- que los años le habían hecho madurar. Sí, cuando fue dirigente del magisterio vivía seguramente en el infantilismo ideológico; pero ahora, apoltronado en la curul y encogida la neurona, se siente sazonado.

Origen es destino. Esta organización fraccionaria que se autodenomina Movimiento de Bases, ni tiene la unidad dinámica ni tiene las bases. Si la traición fue su origen, el fraude ideológico será su destino. Y sólo quienes se sientan complementarios de tal ralea, ingresarán a la tribu para conducirse en un esquema de adoración servil al poder gobiernista.

Cuando a las luchas sociales se les fija un utilitarismo para alcanzar posiciones peculiares en las barreduras de los partidos políticos, éstas se constituyen en una estribación censurable a todas luces; y sus dirigentes, privados de un sostén ideológico, terminan como entes reverenciales de lo mismo que combatieron.

Ahí se encuentran aquéllos que usufructuaron los nobles principios del magisterio democrático, Raúl Morón y Juan Pérez; personajes que no llevan dentro más que el envilecimiento de su propia existencia.

Ellos como escombro reclutan a sus idénticos y les otorgan atribuciones para deteriorar las palabras, las personas y las cosas: Villalpando, Fisher y Gil, mascarones de proa que como sonajera de orfeón aclaman a Morón, quien con jactancia de tribuno aldeano, grita: mi-presencia-no-politiza-este-acto. (La Voz de Michoacán 01/II/09)

Se les asedó el ímpetu revolucionario. Se han estandarizados y se hicieron banales. Hablan con inmediatez, aunque no trascienda lo dicho: “La seguridad nos la dan las actas firmadas y el brigadeo y consenso delegacional, 600 se declararon a favor de desconocerlo (a Artemio Ortiz), eso nos da facultad de decir que somos mayoría, muchos maestros están hartos de marchar” (La Jornada de Michoacán, 04-XII-08)

Elaboraciones verbales huecas que a final de cuentas todo es sombra, falsedad que es verídica, una mentira pasajera. Váguidos de sujetos divertidos y que divierten.

¿Cual es el espacio obsesivo de los traidores? El mundo sórdido de la ambigüedad donde proliferan las intrigas y el protagonismo arrebatado. Pobres. Han encontrado la infinitud de su goce sin importarles la condenación eterna. Ojala que el Movimiento de Bases sea la última carcajada de la cumbancha.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Promesas y exhortos del felipato


El reclamo que a todos los mexicanos hace “Felipillo”, como bien lo llamara en su momento Porfirio Muñoz Ledo al señor Calderón, es la de trabajar hombro con hombro para salir avantes en estos tiempos de tormenta económica.

El atrevimiento del exhorto viene acompañado con una serie de circunstancias generadas desde el poder ejecutivo, mismas que están repercutiendo severamente en la calidad de vida de los gobernados.

Tenemos memoria. Cuando el hombre andaba de lengua suelta como candidato estableció compromisos sin ningún rubor, a sabiendas de que avenido al poder los lanzaría al cesto de los deshechos. Estas fueron algunas de sus promesas:

1.- Si ganas menos de 5 mil pesos, ya no pagarás impuestos.

2.- Electricidad, gasolina y gas doméstico baratos.

3.- Bajar las tasas de interés.

4.- Eliminar el cobro de comisiones a las remesas enviadas por nuestros paisanos.

5.- Seguro médico para todos. Se te pagará aún el médico particular.

6.- Las clases serán hasta las cinco de la tarde, así habrá más tiempo para estudiar.

7.- Se establecerá una red de guarderías para apoyar a las mujeres que trabajan.

8.- Si ganas dos mil ochocientos pesos al mes o menos, se te prestará dinero para que compres tu casa propia.

9.- Para las madres que tienen que salir a trabajar habrá horarios flexibles de trabajo, así tendrán tiempo para cuidar a sus niños.

10.- Se bajará el sueldo del Presidente y funcionarios públicos.

11.- Se reducirá la cantidad de dinero que gastan los partidos políticos.

12.- Se anulará el pago de tenencia de autos.

13.- Y a todo esto, ¿recuerdan cuando dijo ser primero “el candidato y luego el presidente del empleo?


¿Y cuál es la realidad que nos ha construido su gobierno? Veamos:

• Una reforma fiscal que no toca los intereses de las grandes empresas. Evaden impuestos el 24% de ellas y les otorga, además, grandes apoyos con deducciones.

• La taza del desempleo viaja a galope, a grado tal que ya se considera un alto riesgo para la seguridad nacional. En diciembre y enero se alcanzó un porcentaje equivalente al 4.47%; es decir, más de trescientos mil trabajadores engrosaron las filas de los despedidos, elevándose así a tres millones de desempleados.

• Aumento desconsiderado a las gasolinas, el diesel y el gas doméstico, provocando una inflación alocada que repercutió en la capacidad de compra de las familias.

• Ha establecido alianzas con los grupos más corrompidos y delincuenciales del viejo PRI, tales como Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps, Mario Marín, Ulises Ruiz, Carlos Salinas de Gortari, etc.

• La pobreza y la inseguridad se incrementaron considerablemente. Los salarios de magistrados, diputados, senadores y funcionarios son ofensivos por exorbitantes. El presupuesto asignado a los partidos políticos es grotesco en estos tiempo de crisis, la devaluación del peso ha llegado al 32%… ¿y qué más? La lista es inacabable.


Ahora, inmersos en esta crisis de espanto, todavía se puso a chacotear en el Foro de Davos con el expresidente Zedillo, recordándonos la deuda que nos endosaron ambos con el Fobaproa, a la que se le ha destinado casi 400 mil millones de pesos en su financiamiento.

Y ante la miseria en la que nos han hundidos los gobiernos irresponsables del PAN, nos reclama paciencia, unidad, jalar parejo, trabajar hombro con hombro… No pos sí, con este hombre vamos directo a la consolidación del Estado Fallido y el gobierno de los cínicos.