viernes, 28 de noviembre de 2008

Un periodismo mentiroso y comundulero


“El engaño de los otros puede
terminar siendo propio”.




Cuando se presentan acontecimientos como los que protagonizaron el día de ayer los estudiantes normalistas y la policía, el linchamiento mediático se dirige hacia los grupos sociales que se manifiestan en la vía publica.

Los adjetivos se inscriben para enfatizar la descalificación de los manifestantes: revoltosos, vándalos, seudo estudiantes, seudo profesores, anarquistas, cismáticos, terroristas y otras linduras más.

La invocación al “estado de derecho” y la “aplicación de la ley”, queda convertida en proclama demandante que a título de representantes sociales asumen los medios masivos.

Porque así se sienten los periodistas, tutores de una sociedad que es percibida como en minoría de edad, a la que se le tiene que orientar y decir lo que debe de creer y cómo lo debe juzgar.

Sin embargo, en sus afanes de conquistar círculos de lectores amplios, se extravían en un amarillismo rayano en lo confuso, difuso y profuso. Y de las ilustraciones, ni se diga, eligen las imágenes más impactantes, aquéllas que les puedan permitir dar constancia de sus dichos culposos hacia quienes protestan.

Cotejando las notas periodísticas, podemos apreciar algunas (o muchas) de sus inconsistencias. Por ejemplo:

“Participaron en la trifulca 350 elementos y 560 estudiantes”. La Jornada de Michoacán. Nota de Celic Mendoza Adame.

El enfrentamiento fue “… entre 300 policías y más de 1500 estudiantes de varias normales”. La Jornada de Michoacán. Nota de Antonio Aguilera y Eduardo Ferrer.

“Los normalistas de Tiripitío vuelven a violentar el estado de derecho: 400 estudiantes plagiaban camiones”. La Voz de Michoacán.

La oscilación numérica que cuantifica el número de normalistas no les cuadra. La diferencia entre 350 y 1500 estudiantes resulta demasiada y nos quedamos en las elucubraciones de los supuestos.

Ahora leamos cómo fueron percibidos los normalistas:

“Estudiantes de la Normal de Tiripitío, algunos de ellos alcoholizados, y al parecer bajo los efectos de alguna droga, se enfrentaron a golpes, palos, picos, azadones, martillos, hachas, a elementos de la Procuraduría…” El Sol de Morelia. Nota de José Luis Díaz.

“… creemos que están preparados, que tienen cabeza para entender; pero no, es turba de vándalos y no de estudiantes”. Mario Bautista, Director de Seguridad Pública, en nota de Celic Mendoza Adame. La Jornada Michoacán.

“… que se actúe jurídicamente contra estos individuos, que han generado ya varios destrozos, (quienes) ahora enfrentan a la policía con armas blancas, marros, martillos, palos de gran volumen…” Mario Bautista, Director de Seguridad Pública, en nota de Celic Mendoza Adame en La Jornada de Michoacán.

Sí, la apreciación es tan subjetiva que va de la percepción de estar frente a dopados hasta de combatir a descabezados porque de plano no saben “entender”.

Y de las lesiones que infringieron estos decapitados alcoholizados a las inofensivas fuerzas policiales, leamos:

“… el saldo fue de nueve elementos lesionados, dos de gravedad…” La Voz de Michoacán. Nota de Giovanni Fuentes y Sergio Lemus.

“Tras media hora de lanzar piedras, palos y bombas molotov que dejaron a varios policías y agentes heridos de gravedad, los normalistas huyeron hacia la tenencia de Tiripitío tomando como rehenes a algunos policías descalabrados y golpeados del rostro”. La Voz de Michoacán. Nota de Giovanni Fuentes y Sergio Lemus.

“Al parecer en Tiripitío fue donde se registró el enfrentamiento más intenso, ya que se reportan varios lesionados, uno de ellos perteneciente al grupo policiaco, a quien al parecer casi le fue arrancada una pierna.” Cambio de Michoacán. Nota de Juan Manuel Valenzuela Villegas y Jessica Martínez Chío.

“… el saldo fue de 49 elementos (policiacos) lesionados, dos con traumatismo craneoencefálico…”. La Voz de Michoacán. Nota de Giovanni Fuentes y Sergio Lemus.

El enfrentamiento dejó un saldo de 12 policías municipales lesionados, así como otros ocho de la Policía Estatal Preventiva”. Cambio de Michoacán. Nota de Juan Manuel Valenzuela Villegas.

¿Cuántos fueron? ¿Nueve? ¿Cuarenta y nueve? ¿Doce? ¿O de plano, para no errar, lo dejamos en “varios? Las lesiones van desde los descalabros, pasan por la amputación de una pierna y llegan al traumatismo craneoencefálico.

Ahora comparemos los números de detenidos y el monto de los daños que nos reportan los diarios:

“…la detención de 127 estudiantes… así como daños materiales superiores al millón de pesos.” La Voz de Michoacán. Nota de Giovanni Fuentes y Sergio Lemus.

“… un total de 130 mujeres y tres varones fueron presentados en calidad de detenidos… No obstante, la parte oficial informó tan sólo 60 personas detenidas y 50 heridos”. Cambio de Michoacán. Nota de Juan Manuel Valenzuela Villegas.

“…Los daños causados por los vándalos ascienden a miles de pesos, además del susto y de la pérdida de tiempo de los usuarios y automovilistas que pasaban por el lugar”. La Voz de Michoacán. Nota de Gustavo Ruiz y Giovanni Fuentes.

“Luego del zafarrancho que se llevó a cabo y donde quemaron tres patrullas oficiales de la PGJE y de Seguridad Pública…” …” La Voz de Michoacán. Nota de Sergio Lemus y Astrid Herrera.

“Luego de que los normalistas secuestraran 21 unidades de transporte público…” La Voz de Michoacán. Nota de Astrid Herrera.

“La batalla empezó a temprana hora, cuando los estudiantes… secuestraron entre 10 y 15 autobuses de empresas particulares”. La Jornada de Michoacán. Nota de Celic Mendoza Adame.

“Según información oficial, trascendió que los normalistas secuestraron catorce camiones en Tiripitío, así como otros cinco en el municipio de Cherán”. Cambio de Michoacán. Nota de Juan Manuel Valenzuela Villegas y Jessica Martínez Chío.

¿Cuántos estudiantes fueron detenidos? ¿Cuántas patrullas dañadas? ¿Cuántos autobuses fueron “secuestrados”? ¿Qué monto económico representan tales pérdidas?

Del trato que se les ha dado a los detenidos poco o nada se sabe. Sin embargo, las imágenes que se proyectan en la televisión podemos apreciar la forma en que eran golpeadas las alumnas cuando descendían de los autobuses.

Hay dos notas casuales que se colaron en los impresos:

La Jornada de Michoacán “… logró entablar comunicación con una de las estudiantes detenidas al interior de la cárcel preventiva estatal, conocida como barandilla, donde argumentó que los policías estatales vejaron, insultaron y manosearon en sus partes nobles a muchas de las estudiantes que yacen al interior de las celdas…” La Jornada de Michoacán. Nota de Antonio Aguilera y Eduardo Ferrer.

“El automovilista, con más de 30 años al frente del volante narra que… ‘nunca había visto algo así, las muchachas eran bajadas brutalmente, las golpeaban…’ ” Cambio de Michoacán. Nota de Homero Lemus Velázquez.

La manipulación de la noticia con propósitos efectistas, es propio de los mercenarios de la nota. Olvidan que el periodismo también es insurgencia y que en la objetividad e imparcialidad se demuestra.

jueves, 27 de noviembre de 2008

La rebelión de las masas


En un estudio sociológico titulado “América Latina: hacia una nueva geometría política”, el analista José Luis Reyna asevera que en nuestra región “… hay países cuyo cimiento democrático es sólido, como el caso de Chile y, en otros, frágil, como podrían ser los casos de Bolivia, Ecuador y México”.

Los tres países citados por su inconsistencia democrática, se debaten actualmente en circunstancias de pobreza tan extrema que nos hace suponer estar ubicados ya en los dinteles de la rebelión de las masas; entendiendo, como tal, la reacción social contra la clase privilegiada que detenta poder y mando para el disfrute excesivo de bienes materiales.

Es notorio el fracaso de quienes gobiernan al país por cuanto al control de la inflación, la regulación del gasto, la garantía de la seguridad y la política social en general, provocando la polarización de los grupos económicos y sociales.

Si consideramos que el objetivo fundamental de toda política económica es elevar el nivel de vida de una sociedad, poniendo el énfasis en ayudar a los más pobres, podemos aseverar con contundencia que nuestro gobierno se encuentra totalmente desdibujado y cabalga por el filo de la navaja.

Ante la posibilidad de una explosión de rebeldía, los furibundos panistas ponen énfasis en la meta aspiracional de los gobiernos fascistas de derecha; esto es, neutralizar todo lo que pueda romper el orden de las cosas existentes, para alcanzar el control político de las masas.

Esa es la razón sustantiva de su planteamiento por cuanto a dar prisión a todo aquél que ose manifestarse por las calles, aduciendo perjuicios a terceros, cuando los daños más severos provienen de la casta poderosa enquistada en el poder. Olvidan que todo orden institucional tiene su base en la justicia, en el equilibrio de las resoluciones que asuman los gobiernos para ponerlas al servicio de las mayorías, más no con exclusividad para los círculos del poder económico o político.

La justicia surge con la aplicación del derecho, entendiéndolo como lo que está conforme a la ley; pero aquí en nuestro país, las leyes las han hecho para torcerlas en perjuicio de los pobres y beneficio de las élites económicas, únicas con capacidad de prostituirlas.

El desprecio con que son tratados los desprotegidos, quienes padecen los embates severos de las crisis sociales, se está constituyendo en detonante para la rebelión de las masas. Por eso convendría a la clase privilegiada hacer un alto en su codicia desmesurada para reflexionar, si es que les quedara algo de sensatez, sobre lo que fuera un paradigma de los años treinta del siglo pasado y que a la letra dice: “Hagamos la revolución antes que el pueblo la haga”

Finalmente, recordemos que para las próximas elecciones todos tendremos la oportunidad de cancelar nuestra boleta con una leyenda de repudio o rechazo. Vamos a liberarnos de la dictadura de los partidos políticos. Todos a promover el voto cancelado.

viernes, 21 de noviembre de 2008

LAS GRACEJADAS DE LOS NEOCHARROS


“Si no podemos levantar masas, al menos no levantemos risas”. Esta es una de las expresiones que solía decir Don José Vasconcelos durante el desarrollo de su campaña por la Presidencia de la República. Y recordarlo en estos tiempos en que el encono es materia de transpiración, vertido por los grupos neocharriles contra la insurgencia de los Trabajadores de la Educación (CNTE), pudiera permitir a esa plaga endémica, hijos putativos del Elba Esther Gordillo, romper los diques de su cursilería y obligarlos a conducirse con el tiempo para que dejen de levantar risas.

Nos referimos al Movimiento Morón-Pérez & Asociados que se dice ser “de bases”, plañideros que quedaron atrapados en el gusto por la vida de marqués, aunque sin saber mover el abanico.

“Resistimos lo que pudimos, ya no podemos más”, es el lamento del carcamán que aspira a vivir de sus falsos laureles. Y agregó con cinismo… “basta de aguantar chantajes y movilizaciones sin sentido”, porque seguramente las únicas que lo tuvieron fueron las que él promoviera para construirse su nicho, al lado de Morón, en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Los preludios de la claudicación se vislumbraron en las entrevistas soterradas que Juan Pérez sostenía con Antonio Jaimes en las cercanías de Moroleón, Guanajuato. Ahí se construyeron compromisos y rentas; todo un código de conductas secretas y cábalas inextricables. Sí, el hijo predilecto de Carlos Jonguitud Barrios fue adoptado por el nayarita como su alter ego y mentor en el arte de la maroma y chaquetería.

Por eso sus asistentes provienen de la sepa charra del SNTE. Por eso su fijación en combatir sus rutas recorridas.

¿Y la inefable Aída? Difícil entenderla en su fárrago demencial. Delirante declara: “Vamos a seguir haciendo lo que nos toca hacer, si tengo que atender en la calle lo voy a hacer, no ocupo una oficina para atender a la gente, ellos lo saben, saben que vengo desde la base y que me tocó enfrentar lo más difícil del movimiento, ellos lo saben, cosa que los que ahora están al frente no lo han hecho, como dirían en mi pueblo llegaron en caballo de hacienda…” Postraos que estamos ante el ADN de la democracia magisterial. Postraos que estamos ante el poder objetivado del pedigrí de la democracia sindical. ¡Ave Aída, los que vamos a morir te saludamos!

Por su parte las marionetas, mediante hablillas, amenazan con realizar su “congresito”. Son como los becerros de mala raza: maman, chillan y dan topes. Pero sus ventrílocuos se empeñan en instalar rumores fracasados. Así quedó definida su estrategia, llegar a estos tiempos para invocar la renovación de la dirigencia estatal de la CNTE y penetrar en sus estructuras a fin de consolidar el corporativismo al PRD. Es el viejo estilo del sindicalismo para controlar las turbulencias de la rebeldía, para no romper la tranquilidad autoritaria.

Levantan risas. En su visión estrecha es lo único que pueden levantar, risas. Y atrapados en la ingenuidad de sus tonterías, fomentan no sólo el servilismo sino –lo más abominable- la estupidez.

COMPAÑEROS: Ignoremos las amenazas cajoneras de los conversos y mantengamos nuestras banderas en alto: ¡NO A LA LEY DEL ISSSTE! ¡CONTRA LA ALIANZA CALDERÓN GORDILLO! ¡FUERA LOS PSEUDO FUNCIONARIOS DE LA SEE!

lunes, 17 de noviembre de 2008

El amigo de FeCal


Sus amigos le dicen “El Feo”, aunque aclaran que es por el cariño que le sienten. Me refiero a Fernando Gómez Mont, otro de los amigos del señor Felipe Calderón, quien recibió el nombramiento de Secretario de Gobernación el lunes anterior.

Este personaje llega con una trayectoria como litigante defensor de las causas más impopulares de México, lo que le hace ser un personaje con más sombras que luces. Citaré algunos casos en los que asumió la defensoría de clientes nada honorables:

Jorge Lankenau Rocha, quien como presidente del banco Ábaco-Confía realizó operaciones fraudulentas en perjuicio de 230 inversionistas por la cantidad de 170 millones de dólares. Fue algo así como lo ocurrido con la Caja de Ahorro Fabián, ¿la recuerdan?

Carlos Cabal Peniche, con un fraude por 700 millones de dólares en perjuicio de los depositantes de los bancos Cremi y Unión.

Rogelio Montemayor Seguy, quien siendo Director de Pemex cometió peculado por más de mil millones de pesos, 500 de los cuales fueron a parar a la campaña presidencial de Francisco Labastida, quien es ahora, en el colmo, senador y presidente de la comisión de energía.

Gerardo de Prevoisin, ejecutor de un fraude por 72 millones de dólares en perjuicio de Aeroméxico.

Fue además abogado defensor de Armando Medina Millet en el caso denominado el “juicio del siglo”, por el asesinato de su esposa Flor Ileana Mafud ocurrido en Mérida, Yucatán. Obviamente se trata de dos familias opulentas y aristocráticas. Este caso, incluso, ha sido llevado a la televisión en las series del canal Discóvery.

Otro que tuvo el privilegio de la defensoría de Fernando Gómez Mont fue Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos de los mismos apellidos y quien fuera protagonista de grandes escándalos mafiosos y criminales.

Naturalmente que se pudiera pensar que todos esos casos obedecen al ejercicio pleno de la profesión de Fernando Gómez Mont; sin embargo, no olvidemos que como personaje que ha estado figurando en la política le hace entrar en controversia y bajo sospecha de conflicto de interés.

Recordemos a Diego Fernández de Ceballos, quien siendo senador de la república, litigaba contra el Estado mismo a quien representaba ganándole las demandas con las que grandes empresarios obtenían de la hacienda pública la devolución de cantidades de dinero exorbitantes. Todo un caso de cinismo.

De Juan Camilo Mouriño se exhibieron tantas evidencias de sus negocios hechos al amparo del poder que ya ni estupor nos causaba; y sin embargo, se movió con la impunidad que su “cuate” de Los Pinos le obsequiaba y que ahora nos lo endilga como héroe nacional, queriéndonos obligar a la reverencia.

Y estas son las personas que ejercen la titularidad de nuestra soberanía. Sí… esta es la clase gobernante, la misma que no tiene nada de clase y mucho menos de gobierno.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Los que recularon


Juan Pérez y Raúl Morón traen muchos
virus en su disco duro; por lo tanto,
necesitan reconfigurarse.


Tal vez por no importunar la castidad del oído pudiera sustituir “recular” por “retroceder”. Sin embargo, el eufemismo no les causaría el desvanecimiento de la culpa a quienes se les endilga el “tonitronante” verbo. Mantendremos, pues, el intransitivo, al fin y al cabo que les queda a modo a quienes – ya acostumbrados- “andan a reculones”.

Actores indispensables en la historia de la humanidad han sido tales personajes “tipo”: claudicantes que invocan el retorno a las genuflexiones, aunque mirando hacia otro lado, o que reclaman la obediencia, sin gesticulación alguna, para tragar los sapos que son defecados por los nuevos aristócratas del poder.

La anemia de sus convicciones les ha hecho abjurar de su pasado rebelde. Pronto se acostumbraron a la fetidez de las atarjeas. Y en el cieno de la hipocresía diagnosticaron su desahucio para sucumbir en la cobardía de la renuncia.

Declarativos y con lenguaje oficioso, censuran el activismo de quienes mantienen las luchas contra las necedades de los políticos de “bajo perfil”. Y ahora resulta que Juan Pérez demanda de los disidentes de la Sección XVIII que pongan de su parte (?) porque su nosotros, que es la cordura, ya hicieron lo que les correspondía: demandar, como la estupidez obligada en pluscuamperfecto.

Al cobijo de las consignas pragmáticas y lucrativas deambula el pelotón de claudicantes bajo consignas establecidas por la Alianza por la Unidad Democrática, una tribu perredista subsidiaria de la dupla Morón-Pérez.

Es tal su indigencia cerebral que se niegan a tocar con la razón un territorio que prefieren incompresible: la educación. Y su utopía del atraso la han consolidado en la Secretaría de Educación en el Estado.

Y la pregunta obligada, ¿por qué el gobernador se empeña en mantener su cautiverio con personajes tan silvestres? El canguelo también se instala en las esferas del poder. Tal vez sea por eso. Sólo en la urdimbre tribal del PRD pudiéramos encontrar la claridad de la respuesta.

En los empeños por someter al control a esos disidentes han extraviado el rumbo. Alarmados por su incapacidad emplean un recurso desesperado: fingir demencia para olvidar sus orígenes; de ahí que les cause revuelo cuando la insurgencia de los democráticos acosan las grietas alternas en los que despachan estos gitanos, espacios que les permiten mantener el gozo de la oportunidad vergonzante de ser irresponsables. Y para combatir a quienes los evidencian, se valen de la mentira y la difamación deliberadas: el robo, la violencia y el saqueo… tal es la geografía de su imaginación.

Los conflictos se resuelven o se disuelven. Tal es la lógica de los tecnólogos que pretenden aplicar. Por eso provocan, para inducir a las fuerzas represoras del estado a fin de que los diluyan. Todo en aras de conservar su poder enano.

Sí, no cabe duda que la fascinación del poder les engendró, en su espacio común, entreguismos y simplismos hasta el exceso. Y lo común, lamentablemente, suele tornarse en costumbre y regla.