Por: Marco
Antonio Martínez - noviembre 4 de 2013 SinEmbargo.mx
México pisó
una mina y esa mina explotó, provocando una corrupción generalizada y
desorganizada que ni el Estado puede controlar, dice este especialista
reconocido a nivel mundial. Eso es lo que legó Calderón Hinojosa a Peña Nieto,
sostiene. Hoy, advierte, pedazos de Estado han caído en manos de delincuentes,
gobernadores, empresarios, policías. La solución está en que los organismos
internacionales presionen, la sociedad civil se organice, los hombres del
capital salgan de su “burbuja” y el mismo Presidente explique de dónde viene su
fortuna, dice Edgardo Buscaglia
Ciudad de
México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– México tiene una corrupción tan grande
que ni siquiera puede organizarla y tener una reacción ante este fenómeno, lo
que genera vacíos de Estado, dice contundente Edgardo Buscaglia, autor del
libro Vacíos de Poder en México, editado por Debate.
“El problema
de la corrupción desorganizada es cuando un gobierno comienza a experimentar
vacíos en su Estado, sus instituciones comienzan a ser fagocitadas por grupos
criminales o por poderes fácticos legalizados, ya sea televisoras o lo que sea.
El problema es que el Estado pierde su capacidad de control del comportamiento
de sus funcionarios, van formando feudos pequeños en cada estado, municipio,
que ya no responden a nada. Hay corruptos con permiso y corruptos sin permisos,
básicamente empiezan a actuar como una piraña que muerde lo que pueda, la
corrupción desorganizada es más dañina”, expone el también investigador en
derecho y economía de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.
El
especialista italiano agrega que la corrupción, que ningún estado puede
eliminar, cuando es organizada es porque el Estado reacciona y castiga si la
detecta, en cambio la desorganizada es cuando no hay reacción de las
instituciones de gobierno, y es la más dañina, y esa fue la que legó Felipe
Calderón a Enrique Peña Nieto.
“No hay
sistemas de control de la corrupción por más que el Presidente la desea
controlar no puede, porque no le quedan instituciones en pie, entonces el
ciudadano de a pie siente con más agudeza la corrupción descontrolada pirañesca
que vive México que aumentó desde el 2003, 2004, 2005 (durante los años del
sexenio de Vicente Fox)”, explica en entrevista con SinEmbargo.
“Hay un
problema de corrupción desorganizada de Estado que alimenta a la delincuencia
organizada. Todos esos pedazos de Estado que terminan quedando bajo el control
de gobernadores feudalizados, a través de empresarios locales o a través de la
misma organización de Sinaloa, de Joaquín “el Chapo” Guzmán, esa caricatura que
le quieren dar a la delincuencia organizada en México, cuando esos diferentes
pedazos de Estado quedan ahí. Lo que sucede es que el Estado termina siendo
fagocitado, las policías municipales le responden a un grupo criminal, la
policía estatal del mismo lugar le responde a otro grupo criminal y ambas
policías se comienzan a tirotear entre ellas”.
Una
situación así lleva a la autodestrucción del Estado, alerta Buscaglia.
“No sólo la
mano izquierda no sabe lo que está haciendo la derecha sino que además la mano
izquierda le pega a la derecha y ésta a la izquierda y eso es lo que está
sufriendo el Estado mexicano. El Presidente Peña Nieto está tratando de
organizar esa corrupción. Claro, él está pensando del pasado, de una corrupción
pirañesca desorganizada que le dejó Calderón a una organizada al viejo estilo o
nuevo estilo PRI. Ambas son situaciones dañinas”.
Una salida
para organizar esa corrupción es crear instituciones para controlarla, con
acciones como las que incluye en su nueva obra, dice. Lamenta que en México el
castigo a la corrupción sólo recaiga en enemigos políticos.
“En países
con vacío de Estado no reaccionan. El Estado castiga políticamente a algunos
corruptos porque son enemigos políticos del gobierno de turno pero no entra a
un programa integral masivo y generalizado de prevención a la corrupción que es
lo que falta en México. Sin eso no podes lograr contener a estos grupos
criminales de Estado o de fuera del Estado”, afirma el presidente del Instituto
de Acción Ciudadana en México.
Un ejemplo
de vacío de Estado o de Poder es Michoacán, con presencia de cárteles del
narcotráfico y grupos paramilitares y en donde, afirma, algunos municipios ya
son grupos criminales per se y cuyas autoridades son las que organizan
secuestros o extorsiones.
En su obra,
Buscaglia afirma que para revertir la situación es necesario que haya presión
de parte de organismos internacionales, pero estos no se han movilizado porque
México aún es atractivo para invertir, aunque también ya destaca en uso de
flujos ilícitos.
Otra
condición indispensable requiere que la sociedad civil se movilice y organice
para enarbolar causas y que deje de ser cooptada por los gobiernos.
Asimismo, es
necesario que la élite empresarial abandone la burbuja en la que vive, y sea
consciente que de seguir la situación así, ellos también serán víctimas del
vacío de poder en México y la violencia puede alcanzarlos.
También es
necesario el combate a la corrupción y dar el ejemplo de arriba hacia abajo.
Buscaglia considera que mucho ayudaría que el propio Presidente Enrique Peña
Nieto ejemplificara aclarando de dónde surgió su patrimonio.
Explica que
aunque se contraten agencias de imagen pública para decir que en México los
homicidios ya bajaron, algo basado en estadísticas chatarra, los delitos
predatorios, de violencia y contra el patrimonio como el secuestro y la
extorsión, van al alza.
Conocedor de
la situación de inseguridad humana que vive México, no pierde su capacidad de
sorpresa, como cuando se le dice que el gobernador de Michoacán dijo que los
muertos de Apatzingán del pasado fin de semana y las quemas de subestaciones
eléctricas fueron actos vandálicos.
“¿Actos
vandálicos? Esa es la política mediática de las firmas que han asesorado a
(Bill) Clinton y a (Tony) Blair. No, eso es delincuencia organizada en su
esencia más pura. Delincuencia organizada de Estado y delincuencia organizada
extra estatal que se está viviendo en Michoacán y en muchos estados del país”.
COMO AFGANISTÁN
Y SOMALIA
El vacío de
Estado es de tal tamaño, que México pertenece a un grupo con esas
características, que se cuentan con los dedos de las dos manos, y entre quienes
están Afganistán, Somalia, Siria, o en Centroamérica El Salvador, expone
Buscaglia.
Dice que el
vacío de Estado es peor que tener un problema de deficiente Estado de derecho.
México tiene “agujeros negros” donde no hay autoridad.
“No es que
sea defectuosa, ese es un problema que tienen muchos países, sino que además de
ser defectuosa no existe en términos prácticos. Es lo que aborda este libro y
lo que hace al final es detallar 25 acciones que si el Presidente Peña Nieto no
toma de manera inmediata, estos vacíos se van a seguir agrandando con las
consecuencias de violencia, corrupción política, inestabilidad política como en
Michoacán. Por más que la cortina de humo mediática sea sofisticada y
financiada a través de millones de dólares y a través de firmas privadas de
imagen que contratan, por más que eso suceda la realidad se los va a llevar por
delante tarde o temprano y van a tener que cambiar el speech (discurso), del
‘no pasa nada’ a reconocer que el país se está derrumbado nuevamente.
Las 25
medidas ropuestas están basadas en experiencias internacionales y en la obra el
autor explica por qué deben tomarse y de no hacerlo no se avanzará en el
fortalecimento de la seguridad integral, dice.
“No
solamente es la seguridad de que no te violen o te roben la billetera, es la
seguridad de que cuando tu tengas un hijo, tenga oportunidades de vida y no
esté todo el tiempo deambulando en las calles por falta de oportunidades, de
estudio, deportivas, artísticas. La seguridad humana es el hecho de que tu hijo
o tú mismo tengas acceso a hospitales sin que tengas que pagar sobornos para
entrar, el derecho que no sufras la decadencia ambiental que sufrió la
población de Cherán (Michoacán), es un sentido de seguridad amplia en el cual
los países más avanzados con los que México comparte e la OCDE han adoptado y
México sigue a la retaguardia, rezagado en la implementación de ese tipo de
medidas en la seguridad humana. Este libro argumenta que a medida que no tengas
estas acciones que fortalecen la seguridad en un sentido integral, la
delincuencia organizada va a seguir encontrando en México un parque de
diversiones, una pachanga patrimonial y esto va a ser un paraíso de la
corrupción y violencia en sus diferentes vertientes, violencia no sólo como
homicidios porque estos te bajan cuando la delincuencia se organiza mejor, sino
además violencia en un sentido de más secuestros, más extorsiones que México
está viendo hoy.
“El
Presidente se jacta de haber reducido los homicidios, cosa que no es verdad
todavía porque está usando estadísticas chatarra, pero aún si uno le brindase
al presidente el beneficio de la duda en los indicadores de homicidio, aun así
tú ves que la administración está viviendo un periodo en donde los secuestros y
las extorsiones aumentan, eso ya lo reconocen hasta las revistas de este
capitalismo de cuates como The Economist y otras que han sido bastante
pacientes con México. En la medida en que las extorsiones secuestros y trata de
personas y migrantes aumentan, todas son formas de violencia extrema”.
Usted además
llama a estos delitos predatorios, porque menciona en el libro que el delito de
venta y compra de estupefacientes se realiza en su mayoría entre adultos, pero
que roben una niña o adolescente para una red, o que los migrantes sean
extorsionados, esos son delitos predatorios.
Son delitos
que destruyen más, todos los delitos por definición deben destruir algo para
ser clasificados como delitos, son un mal público para que se clasifiquen como
delito en el código penal, pero los delitos predatorios son los más dañinos en
la sociedad y en ese sentido la delincuencia organizada tiene todo un conjunto
de 23 delitos predatorios que mencionamos acá en el libro y en la obra. Lo que
decimos es si quieres bajarlos en un sentido integral, no sólo concentrarte en
el show.
De 24
delitos predatorios que menciona en su libro sólo uno no se presenta en México,
el de trafico de residuos radioactivos…
En la medida
que no tengas estas medidas implementadas estos delitos te van a aumentar, por
más que los homicidios te disminuyan terminas teniendo una sociedad azotada por
diferentes tipos de violencia que además no se mide. Un flaco favor le hace a
este país la administración de Peña Nieto si entra con una cortina de humo
mediática contratando firmas de imagen para que compren a periodistas mexicanos
con el objetivo de no revelar lo que está pasando y que tengamos que depender
de las voces valiosas como ustedes y demás, porque la mujer y el hombre
mexicano no saben lo que está pasando. Los que se supone que estemos
proponiendo soluciones no van a lograr proponerlas en un ambiente de
autoritarismo mediático disfrazado de democracia. En ese sentido entiendo que
el Presidente quiera tener buena imagen, todos la queremos tener, tiene que
estar sustentada en una esencia verdadera, tiene que existir menos violencia en
un sentido integral, menos extorsiones, menos secuestros, menos homicidios,
menos trata de personas, menos tráfico de personas, menos tráfico de órganos y
todos los delitos contra la propiedad privada que son además violentos. Ahí
tienes piratería y otros, debes tener una visión amplia de lo que representa la
violencia y las 25 medidas que defino en esta obra en el último capítulo han
demostrado a lo largo y ancho del planeta contener esta violencia, la
disminuyen en algunos casos cuando se implementan al mismo tiempo. Pero para
eso tiene que haber un acuerdo político en serio.
Dice usted
que el Pacto por México no es suficiente…
Un pacto a
oscuras entre amigos de diferentes partidos que van a recibir distintos
beneficios patrimoniales por firmar el pacto y no es suficiente para poder.
Tienes que entrar a temas difíciles.
–¿Uno de
ellos es la corrupción?
Uno de ellos
es la corrupción política y el Presidente tendría que dar el ejemplo, no tiene
que haber un fiscal que lo obligue decirnos de dónde realmente surgieron sus
patrimonios, sus múltiples casas, de dónde salieron no sólo decir tengo nueve
casas, en cuánto están valuadas, quién se las donó, hay mucha donación. Es un
gesto simbólico, el presidente (Alvaro) Uribe (de Colombia) lo hizo, los
presidentes de izquierda italianos lo hacen, lo hicieron en la década de los
noventa, acá no hay ideología. El presidente tiene que dar el ejemplo de arriba
hacia abajo, es cuando realmente se ve que alguien está tomando en serio el
gobierno y hasta ahora lo que estoy viendo es mucho show de naranjos y
manzanos, mucho show de tener más consultoras de imagen que tratan de engañar
al pueblo, pero no veo hasta ahora realmente una implementación de políticas
concretas que te bajen los 22 tipos de violencia que azotan a México desde hace
mucho tiempo. En promedio siguen aumentando.
CONSULTORES,
ENTRE NARANJOS Y MANZANOS
–Sobre los
consultores que tienen que ver con este nuevo sistema el oral que ellos
recomiendan, ¿cómo ve esto?
Son
consultores que están haciendo mucho dinero, esas consultorías les van a
ayudar. Los consultores mexicanos que se dedican a la oralidad ganan mucho
dinero dando cursitos o seminarios, en realidad la oralidad procesal es una
condición necesaria entre otras más de 30 medidas que tiene que tomar el Poder
Judicial que las menciono acá.
–¿Es parte
del show?
Claro, pero
lo establezco como para que el sistema judicial mejore en su desempeño. Fíjate
que Nigeria, un país con violencia y descontrol muy fuerte tiene su sistema
oral. La oralidad no es una panacea. Hay países africanos con sistemas orales
que se están cayendo a pedazos, entonces no hay que tratar de caricaturizar.
Las políticas tienen que ser integrales, tiene que haber una orquesta sinfónica
de medidas que se implementen más o menos al mismo tiempo a través de los
poderes Judicial, Ejecutivo y Legislativo, y esas medidas son dolorosas. Los
políticos tienen que darse cuenta que se acabó la barra libre porque si no se
termina la barra libre van a ser asesinados, encarcelados y esa convicción del
político que antes robaba y ahora se da cuenta que si no aplica medidas de
autocontrol parece ciencia ficción, pero sucede en algunos países. Se tienen
que dar tres condiciones para que se implementen estas 25 medidas.
–¿Cuáles?
Una es una
presión internacional muy fuerte de organismos internacionales que hoy forman
parte del problema y no de la solución.
–¿A qué se
refiere?
A que
oficinas como la que es contra las Drogas y el Delito viven del presupuesto
federal, viven del beneplácito de los gobiernos de turno, entonces no están
dispuestas a presionar para que se apliquen medidas duras que puedan atentar
contra los mismos intereses patrimoniales de los políticos que financian su
oficina, en el caso de la oficina de UNOCD, es un ejemplo. La ONU tiene una
excelente oficina en México que es la del Alto Comisionado en derechos humanos
pero en realidad muchas oficinas están cooptadas por el presupuesto federal. No
hay presión internacional por un lado desde los organismos y tampoco hay
presión internacional bilateral desde Alemania, Estados Unidos o Canadá. ¿Por
qué? No es la misma que se la aplicaba a Colombia en la década del noventa
cuando Estados Unidos declaraba al presidente Ernesto Samper persona non grata
o cuando veías que había mucha presión internacional para que cambiaran las
reglas. Es la primera condición y no la vemos en México, porque la mexicana es
una gran economía, de las primeras 15 en el mundo que atrae a toda clase de
capitales.
–¿Sigue
siendo atractivo México?
Sigue
disminuyendo su importancia, la importancia relativa de México disminuye y
sigue disminuyendo, pero dentro de esa decadencia sigue atrayendo capitales a
través de inversión directa o especulativa a México que financia flujos en
sectores económicos políticamente protegidos, disfrazados de economía de
mercado como por ejemplo sector energético, el bancario, el minero, que son
políticamente protegidos, vienen firmas canadienses, españolas, alemanas, se
les promete trato preferencial a esas firmas. También financian campañas
políticas en sus países, y bloquean la presión internacional hacia México
porque dicen ‘a nosotros nos está yendo muy bien en México’, están viendo hoy,
no para mañana porque si el proceso de violencia que ves en Michoacán, que
veías en Ciudad Juárez, se multiplica esas multinacionales también pierden, es
muy miope esa actitud. Pero esa presión internacional no se produce como ocurrió
en Colombia, Italia e Indonesia para que se implementen estas 25 medidas que yo
digo en esta obra. Esa presión no se produce porque hay un conflicto de interés
de las grandes corporaciones multinacionales que llegan a México bajo pactos de
protección política en sectores de mercado políticamente protegidos. Ahí tienes
un problema de que el factor de presión internacional que debería existir para
que México ponga su casa en orden respete derechos humanos de extranjeros, pero
principalmente de mexicanos. La segunda condición que yo siempre trato de
resaltar es la de un movimiento de sociedad civil enorme.
–¿Dice usted
que en México la sociedad civil sí marcha pero debe organizarse para enfocarse
a causas?
Más que
marchas tú ves el ejemplo de “Libera” en Italia, tienes más de mil 500
organizaciones coordinadas para monitorear al Estado italiano para actuar
coordinadamente cuando se viola en una causa penal los derechos de una niña,
cuando personas víctimas de trata de personas nigerianas se les violan los derechos.
Hay una actitud operativa en la sociedad civil y no es capturada por el
gobierno de turno. Lejos de ser perfecta la sociedad italiana se moviliza no
sólo en marchas sino para monitorear diaria y operativamente a su Estado a
través de sus diferentes niveles, eso acá no ocurre. La sociedad civil mexicana
todavía está muy subdesarrollada por corrupción, se les compra directamente por
el gobierno de turno que les asigna fondos a dedo, está muy bien que le asigne
fondos a la sociedad civil para que haga su chamba, pero no a dedo.
LAS ÉLITES Y
SUS CLOACAS
–¿Discrecionalmente?
Así es, eso
es corrupción, la sociedad civil está comprada, fragmentada o amenazada en
muchos casos, como redes de periodistas amenazados con miembros asesinados, lo
que impide que esta segunda condición de presión permita la implementación de
estas 25 medidas. La tercera es que la élite propiamente está pasándola muy
bien. Los veo muy bien en Europa comprándose palacios, centros comerciales,
haciendo alianzas estratégicas con firmas europeas, no sienten, están en una
burbuja mandando a sus embajadores, básicamente los embajadores mexicanos más
que nada son representantes de empresas privadas, muchos de ellos, no todos,
van al exterior a decir que las cosas van muy bien, que la inversión sigue
fluyendo. La élite no ha sufrido todavía las consecuencias de sus propias
cloacas y por lo tanto la cloaca política de la corrupción todavía no ha
generado estos grupos criminales como en Colombia, Indonesia e Italia que
comienza a asesinarlos a ellos mismos. Estamos viendo a nivel local y estatal
en algunos casos, políticos de Sinaloa (se refiere al cártel) asesinados por “Zetas”,
políticos de estos asesinados por Sinaloa, pero en la cúspide del poder
político todavía no vemos eso y no queremos verlo. Uno no quiere ver muertes
pero esa es una tercera condición que nos guste o no, siempre hace también que
estas 25 medidas dolorosas para la elite se comiencen a implementar.
Porque ellos
sí pueden presionar al Estado.
Claro, claro
ellos sí especialmente la élite política empresarial la que está en la
telebancada, en el Senado, toda esa élite tiene que sentir su familia, sus patrimonios,
ellos mismos, pueden ser víctima de un coche bomba. Esperemos que no suceda
pero es un factor que en otros países dio lugar a que se pusieran las pilas y
comenzaran a tomar medidas que les duele en el corto plazo pero los beneficia
en el largo plazo.
–Menciona un
dato de que sólo estamos por detrás de Rusia en flujos ilícitos. ¿Cómo es esto?
Hay un
estudio que hizo una organización que se llama Financial Integrity Report, ahí
verá cómo este estudio que han hecho, es una organización formada por profesionales
de todas las naciones, vienen a México y van estimando los flujos patrimoniales
que derivan de ilícitos, ahí está todo, no sólo drogas, contrabando.
–¿Las élites
empresariales se benefician de eso?
Claro que
sí. Porque no todo es droga, o trata de personas, hay mucha piratería,
contrabando, hay mucha ilegalidad ligada a estos flujos patrimoniales donde ves
que la delincuencia organizada interactúa con empresas legalmente constituidas
y eso no se está atacando en México tampoco.
De eso habla
en su libro, de que es necesario atacar el patrimonio de la delincuencia
organizada, porque se detiene a la gente, se les quita el dinero que llevan
pero ignoramos quien lava el dinero de sus actividades ilícitas.
Sí, sí, el
Presidente habló mucho al comienzo antes de ganar la elección de implementar un
programa anticorrupción con dientes, no vimos una sola acción todavía en ese
sentido.
Leí en su
libro que la comisión anticorrupción propuesta por el Presidente Peña Nieto no
le gustó.
No, es que
simplemente no ha tomado medidas, no ves ningún aparato institucional que haya
comenzado a tomar acciones preventivas para disminuir la corrupción. En el área
política, administrativa, en el sector privado no vemos una política integrada
anticorrupción ni sobre papel ni implementándose. Vemos espasmódicas
acusaciones contra enemigas, enemigos del gobierno de turno, cosa que también
hace Vladimir Putin en Rusia, acusaciones penales contra Elba Esther Gordillo,
pero no vemos un programa de combate integral a la corrupción en todos los
niveles del Estado, ni siquiera sobre papel y es un problema grave. No podemos
simplemente combatir la delincuencia organizada como argumentamos en esta obra
a través de militares y de represión.
–¿El enfoque
de Felipe Calderón?
Claro.
Tienes que atacarlo a través del desmantelamiento masivo de sus bases
patrimoniales en el sector público y privado. Alguien me tiene que explicar
todavía de dónde salió el aumento exponencial de la deuda pública de Moreira en
Coahuila o por qué aumentó la deuda pública a niveles exorbitantes en Chiapas.
No veo todavía mecanismos preventivos que ayuden al sector público a prevenir y
a combatir el delito patrimonial y dado que toda empresa criminal, ya sea de
Estado o externa al Estado compra deuda pública, se meten a financiar obra
pública, los ves metidos en licitaciones. No veo que haya ningún tipo de
aparato preventivo que prevenga eso. Está el Auditor Superior de la Federación
que normalmente después de que ocurrió algo da un relato histórico de lo que
sucedió, pero no es un mecanismo que lo prevenga y es un tema que me preocupa
mucho.
–En el libro
habla varias veces de los medios de comunicación y en especial de las
televisoras, ¿las ve muy poderosas?
Estas dos
televisoras poderosas quizá con la mejor de las intenciones cercenan la
capacidad de México de transformarse en una democracia. Son instrumentos del
sector privado en el autoritarismo vigente. México es un país donde las élites
simulan mejor que cualquier otra élite en el mundo, el maquillaje mediático de
México con la cual mantuvo un autoritarismo blando desde los años cuarenta,
sigue imperando esa mentalidad y por lo tanto estas televisoras se terminan
transformando por acción u omisión en instrumentos del autoritarismo vigente y
cercenan el desarrollo de la democracia y no permiten que el ciudadano tenga
acceso a información contrastante donde podemos o no estar de acuerdo con mis
opiniones, pero lo cierto es que no hay este tipo de situación. Veo con tristeza
que México, un país que posee más recursos que cualquier otro país
latinoamericano y recursos humanos de primer nivel succiona esos recursos
humanos, doctores de universidades americanas y europeas los succionan en un
sistema que trata de mantener las reglas actuales aunque estén agonizantes,
desea mantener el sistema actual político empresarial que ha llevado a este
país a la postración. Contratar firmas de imagen europeo o norteamericanas para
proyectar imagen esquizofrénica de México que no tropiece con la realidad no va
a cambiarle el futuro a este país. Al presidente Peña Nieto se lo va a llevar
por delante la realidad.
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