Dos eventos políticos se han desarrollado en el transcurso de una semana: El primero de ellos, La Asamblea Nacional Indigenista, tuvo lugar en la nueva comunidad nahua de Xayakalan municipio de Aquila, durante los días 5,6 y 7 de agosto y cuyos protagonistas fueron las comunidades indígenas de nuestro país.
El otro evento, denominado Cumbre de Líderes de América del Norte, se desarrolló en la ciudad de Guadalajara los días 8, 9 y 10 y sus actores fueron los tres mandatarios de las naciones firmantes del Tratado de Libre Comercio: Estados Unidos, Canadá y México.
En el primero se enarboló la dignidad. Nuestros ancestros denunciaron las diversas formas como el capitalismo mundial y el neoliberalismo han mantenido su tónica de destrucción y despojo de los pueblos indios.
En su declaración concluyente se dirigen a la sociedad internacional, denunciando: “Hoy como ayer, nuestros pueblos, naciones, tribus y comunidades enfrentamos en todo el continente la violencia sistemática, traducida en despojos, asesinatos, desalojos, cárceles, desaparecidos, exiliados y represión”. En el mismo documento exigen “… la libertad inmediata e incondicional de los doce presos políticos de Atenco, los cinco presos políticos de Candelaria, Campeche, demandados por la Comisión Federal de Electricidad (por encabezar movimientos de protesta contra los cobros elevados de la luz), así como la libertad inmediata de todas y todos los presos políticos indígenas y no indígenas, (un) alto al hostigamiento, (las) amenazas y órdenes de aprehensión contra los dirigentes de las comunidades, pueblos, naciones, tribus y (las) organizaciones sociales del país”.
Continúa la declaración: “Para nosotros la resistencia es la otra política, es el fortalecimiento de la comunidad, de la autonomía de la integración del pensamiento y del sentimiento de identidad de nuestro ser indígena, es nuestra alternativa histórica, es el camino que nos queda, es resultado de nuestra historia…”
Precisan, además, los principios que deben regir en la política anticapitalista de todos los mexicanos: “Obedecer y no mandar; Bajar y no subir; Representar y no suplantar; Proponer y no imponer; Convencer y no vencer; Construir y no destruir; y Servir y no servirse”.
La cumbre de los presidentes, en cambio, tuvo resultados nulos. Canadá se negó a retirar la disposición de pedir visas a nuestros viajeros y Estados Unidos se mostró reacio a establecer una nueva política para los migrantes. Ambos mandatarios se negaron, también, a revisar los términos del TLC y ninguno de los tres expresó alternativa alguna para paliar los efectos de la crisis económica.
Lo único que fue evidente en el señor Calderón, fue la sordidez de su sonrisa sumisa y la dignidad perdida en el limbo de su gringofilia.
Dos acontecimientos y dos opciones de nuestro SER. ¿Por cuál te decides? Esa es la pregunta que hoy se plantea el país entero.
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