lunes, 20 de octubre de 2008

El rechazo a la ACE


La intervención del ejército en conflictos de carácter social, implica un riesgo grave para el prestigio de la misma institución.

Desde 1968 el ejército no se involucraba en menesteres represivos contra las manifestaciones de protesta, como lo ha hecho en Xoxotla, Amayuca y Tres Marías en el estado de Morelos, donde la población civil, padres de familia, alumnos y magisterio expresaban su rechazo a la Alianza por la Calidad de la Educación. Al hacerlo, habrá de exponerse al repudio generalizado, como sucedió hace cuarenta años en Tlatelolco.

Pero ¿qué es la Alianza por la Calidad de la Educación? ¿Por qué se está construyendo una movilización nacional opositora? Trataré de explicarme para darme a entender:

En mayo de 1994, México ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, por sus siglas OCDE. Dicho ingreso, fue a solicitud de Carlos Salinas de Gortari sin hacer ninguna consulta previa.

A partir de ese momento, nuestro país entró a competir con otros 29 países altamente desarrollados, tales como Alemania, Bélgica, Canadá, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, etcétera, lo que de entrada constituye un despropósito.

La condición para aceptarlo en dicha Organización, fue que cumpliera con compromisos económicos, sociales y educativos. A reserva de hablar en futuras colaboraciones sobre los dos primeros, abordaré los relativos a la educación.

Por cuanto a la educación, México se comprometió a: 1.- Fortalecer la educación en la industria; 2.- Incrementar la cantidad y calidad de la capacitación en la industria; y 3.- Alentar alternativas frente al monopolio del Estado. En otras palabras, la escuela debe preparar a los educandos para el desempeño eficiente de la maquila y disminuir considerablemente la intervención del Estado en la educación. Todo para beneficiar a la iniciativa privada.

Tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox dejaron pendiente de cumplir tales compromisos. Sin embargo, México ya estaba siendo evaluado conforme a los parámetros con los que se calificaban a los otros países. Esa es una de las razones por las que nuestro país siempre ha estado figurando en el último lugar.

La OCDE siempre estuvo presionando a México para que cumpliera con el compromiso contraído en la educación. Y es con Felipe Calderón con quien encuentra la coyuntura apropiada, por las condiciones en que arribó a la presidencia.

Así, el 24 de mayo de 2007, la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX por sus siglas, que es una confederación de sindicatos patronales, firmó un convenio con la Secretaría de Educación Pública, mismo que contenía su propuesta educativa llamada: Propuesta ciudadana para el Programa Nacional de Educación 2007-2012.

Los puntos que contiene dicha propuesta, son los mismos que se pretenden aplicar sustantivamente con la discutida Alianza por la Calidad de la Educación. A continuación citaré algunos.

1.- Impulsar los mecanismos para un sistema nacional de evaluación.

2.- Abrir la participación de empresarios y sociedad civil a la educación.

3.- Someter las plazas a concurso por oposición.

4.- Someter a los maestros en activo a una formación continua.

5.- Aplicar a los maestros activos exámenes nacionales periódicamente.

6.- Impulsar una educación basada en competencias.

7.- Establecer acuerdos con el sector productivo.

8.- Fomentar el vínculo entre el empleo y la enseñanza.


La brevedad del espacio no me permite concluir, cosa que haré el jueves próximo. Lo que quiero dejar claro, es que la Alianza por la Calidad de la Educación obedece a un compromiso contraído con organismos internacionales como la OCDE, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial; y que la propuesta inicial y fundamental, provino de la clase patronal mexicana. Por lo tanto, no obedece a las características propias de nuestra población, sino a intereses del gran capital.

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