El gobierno ya no sólo nos obliga a la obediencia ciega, so pena que, de no hacerlo, nos mandaría la represión brutal. Ahora, los partidos políticos, también ordenan la obediencia. Y total que todos los políticos del país aspiran a tener una población sumisa y cobarde.
En las sociedades democráticas los partidos cumplen con funciones sociales, destacando cuatro, mismas que cito a continuación:
PRIMERA: La socialización de la política. Esto quiere decir que es un deber de los partidos el educar a los ciudadanos en la democracia, el afirmarles su identidad de clase y de preservarles y transmitirles pautas de comportamiento y valores inherentes a la democracia.
SEGUNDA: La movilización de la opinión pública. Los partidos políticos se instituyeron como espacios para canalizar la opinión pública, sus pareceres y criterios, a fin de concretarlos en resultados eficaces. Los partidos deben articular las demandas de la comunidad mediante la reivindicación de los movimientos sociales.
TERCERA: La representación de intereses. Los partidos no sólo representan intereses variados sino incluso contradictorios. Sin embargo, anteponen aquellos que lo originaron, ya que son los que prevalecen en su ideario y su estructura.
CUARTA: La legitimación del sistema político. Cuando los partidos deciden participar en los procesos electorales, están contribuyendo a la legitimación del sistema político. A ello se le agrega la cualidad de ser espacios para la discusión y el debate de las ideas, programas políticos y leyes, respetando el disenso e impidiendo la exclusión de las minorías. Esta es tal vez la función más importante de los partidos políticos, ya que a través de ella se refuerza la democracia.
Ahora vamos a ubicarnos en lo que ocurre actualmente. Los partidos nos informan que han decidido estructurar “candidaturas de unidad” en la renovación de su dirección estatal. Al anunciarlo, están enviando a sus militantes el mensaje de que no están preparados para ejercer la democracia; que el partido no ha tenido la capacidad de transmitirles pautas de comportamiento ni valores inherentes a la democracia y que
Para ellos, las bases no deben desgastarse en devanar ideas, no deben debatir, no deben disentir. Les niegan el derecho a pensar y les marcan con un pensamiento único. Y quienes se atrevan a cuestionarlos o a romper con su adocenada unidad, los etiquetan de cismáticos, enajenados, delirantes y muchos otros adjetivos.
El Partido Acción Nacional tuvo un candidato único a la dirigencia nacional: Germán Martínez Cázares. Ahora se perfila bajo esa misma modalidad Germán Tena Fernández para la dirigencia estatal.
El Partido de la Revolución Democrática también se lanza por los mismos rumbos y pretenden imponer la candidatura de unidad en la persona de Fabiola Alanís.
Por eso es encomiable que tanto Ana Lilia Guillén como Francisco Zamudio