Lo del delito de “cuello blanco” es un intento grotesco de darle decencia a criminales: Ortuño: “A mí no me interesan las historias de los malos contra los buenos. Creo que pertenecen al reino de los cuentos de hadas. Las historias reales son de malos contra más malos. En Olinka todos son culpables de algo. Todos son víctimas de algo”, señala el escritor Antonio Ortuño.
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